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Cooperativas: un aliado estratégico para el Chile que viene Opinión

Cooperativas: un aliado estratégico para el Chile que viene

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Alex Figueroa
Por : Alex Figueroa Presidente de Coopera y gerente general de Detacoop.
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Se inicia un nuevo ciclo político en Chile, y con él surge una oportunidad única para fortalecer un actor silencioso pero fundamental del ecosistema financiero: las Cooperativas de Ahorro y Crédito. En un país que envejece aceleradamente, con más de 3,5 millones de pensionados y una realidad laboral que combina trabajo formal, informalidad y transición tecnológica, las cooperativas están llamadas a desempeñar un rol estratégico en la inclusión financiera y en la cohesión social del territorio.

A diferencia de otras instituciones, las cooperativas combinan un modelo democrático —donde los socios son parte de la empresa— con una lógica de operación orientada al bienestar y no estrictamente al lucro. Bajo supervisión de la CMF y con altos estándares de solvencia, transparencia, gobernanza y ética, han logrado consolidarse como un espacio seguro para el ahorro y como una alternativa responsable de crédito para miles de familias. Su propuesta de valor no se limita a ofrecer productos financieros: buscan educar, acompañar y construir relaciones de largo plazo, tres elementos especialmente relevantes en una población que enfrenta desafíos crecientes en materia de endeudamiento y planificación financiera.

El nuevo ciclo político abre una ventana para reconocer y potenciar este modelo. En un contexto donde se discuten reformas sociales, políticas de bienestar, pensiones y mecanismos de apoyo a las familias, las cooperativas pueden convertirse en un aliado natural del Estado. Su presencia territorial, su proximidad con los socios y su capacidad para generar confianza en segmentos donde la banca tradicional no siempre llega, las posicionan como un complemento estratégico para una política pública moderna y centrada en las personas.

Además, la transición demográfica exige instituciones capaces de atender de manera cercana y responsable a una población mayor, muchas veces vulnerable al sobreendeudamiento. Las cooperativas destacan por su enfoque preventivo y pedagógico, por promover el ahorro en etapas tempranas de la vida y por adaptar sus productos a ciclos vitales reales. Este enfoque comunitario es una ventaja competitiva que el país necesita profundizar, no solo reconocer.

El fortalecimiento del sector cooperativo también representa una oportunidad para dinamizar las economías regionales. Con presencia en ciudades grandes y pequeñas, las cooperativas pueden impulsar proyectos locales, apoyar emprendimientos, fomentar la asociatividad y contribuir a la inclusión financiera femenina, tres ámbitos donde Chile aún muestra brechas relevantes.

Por todo ello, el nuevo ciclo político y demográfico del país debiera abrir un espacio decidido para promover el desarrollo cooperativo. Más que una alternativa, las cooperativas son un modelo probado de sostenibilidad social y financiera, capaz de contribuir a un Chile más equitativo, resiliente y cohesionado. En un escenario de cambios profundos, apostar por ellas no es solo fortalecer un sector: es invertir en una forma más humana, responsable y solidaria de hacer finanzas.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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