
Chile impulsa su potencial en tierras raras para liderar la descarbonización
En medio de la creciente urgencia climática, Chile ha comenzado a consolidarse como un actor estratégico en la transición energética global, no solo por su histórico liderazgo en la producción de cobre y litio, sino también por su emergente potencial en tierras raras. Estos elementos, fundamentales para los vehículos eléctricos, turbinas eólicas y otras tecnologías limpias, se han vuelto insumos críticos en la lucha por un futuro sin emisiones.
Actualmente, China domina el 69% de la producción global y controla cerca del 90% de la capacidad de refinado de tierras raras, según datos del U.S. Geological Survey (2024). Este monopolio ha generado una creciente preocupación geopolítica y ha llevado a potencias como Estados Unidos y la Unión Europea (UE) a desarrollar estrategias para diversificar su abastecimiento.
El gobierno estadounidense ha comprometido inversiones por casi mil millones de dólares para fortalecer su capacidad interna de extracción y procesamiento, mientras que la UE avanza con el Critical Raw Materials Act, que fija como meta para 2030 extraer alrededor del 10% de sus necesidades anuales de minerales críticos y procesar, al menos, el 40% dentro del bloque.
Una nueva frontera de la minería chilena
Con esta transformación del mapa geopolítico de los recursos estratégicos, Chile ha dado pasos concretos para posicionarse en esta nueva frontera. En abril de 2025 el gobierno lanzó la Estrategia Nacional de Minerales Críticos, una hoja de ruta elaborada en conjunto con un Comité Consultivo de Alto Nivel que incluye representantes del Estado, la academia, la industria y la sociedad civil. Esta iniciativa busca impulsar una minería sustentable con foco en innovación tecnológica, sostenibilidad ambiental y desarrollo territorial.
“La Estrategia Nacional de Minerales Críticos es un gran avance para aprovechar de manera más inteligente nuestra riqueza mineral. Incluye metales como el cobalto y las tierras raras, fundamentales en tecnologías del presente y del futuro, como los superimanes”, comenta Irene del Real, académica del Departamento de Ingeniería en Minería de la Universidad Católica.

“Hoy en día, la mayoría de estos minerales y su procesamiento están concentrados en China. Tener depósitos en otras regiones del mundo, como Chile, no solo es crucial desde el punto de vista industrial, sino también geopolítico”, agrega la especialista.
Aclara Resources: innovación minera desde el Biobío
En este contexto, uno de los proyectos más emblemáticos es el que desarrolla la empresa Aclara Resources en la comuna de Penco, en la Región del Biobío. Se trata del primer proyecto de tierras raras en Chile, que apuesta por un modelo de extracción con mínimo impacto ambiental y profundo compromiso con la comunidad.
Aclara ha desarrollado un proceso patentado llamado “Cosecha Circular de Minerales”, que permite obtener tierras raras sin uso de explosivos, chancado ni molienda, eliminando además la generación de relaves y residuos industriales líquidos. Todo el proceso opera con agua 100% reciclada. La iniciativa contempla además la reforestación de 110 hectáreas con especies nativas y la protección de otras 90 hectáreas en el estero Penco, en línea con una visión restaurativa del territorio.
Actualmente, el proyecto se encuentra en etapa de evaluación ambiental, tras la presentación de su Estudio de Impacto Ambiental en junio de 2024. Contempla una inversión proyectada de US$130 millones y la generación estimada de 2.200 empleos directos e indirectos.
“Aclara no solo apuesta por una minería más limpia, sino también por una minería con valor agregado. Por eso, además del proyecto que desarrolla en Penco, creamos REE Alloys, en alianza con Grupo CAP, con el objetivo de impulsar la fabricación local de aleaciones metálicas de tierras raras, insumo clave para la producción de imanes permanentes”, señalaron desde la empresa. A su vez, la empresa mantiene un Memorándum de Entendimiento con la alemana VAC para avanzar en la conformación de una cadena de suministro global de magnetos destinados a la electromovilidad y la energía eólica.
En el ámbito social, la empresa ha implementado programas de impacto comunitario que incluyen educación en robótica, agricultura familiar, liderazgo femenino y emprendimiento local, beneficiando ya a cientos de personas en Penco.
Chile y su papel en la transición energética
Desde el mundo científico y profesional reconocen que el país está llamado a jugar un rol relevante en la futura economía verde. “Las tierras raras son esenciales para la transición energética. Contienen elementos como el itrio, europio, disprosio, terbio y neodimio, claves en tecnologías como iluminación LED, paneles solares y aerogeneradores”, explica Claudia López, presidenta del Colegio de Geólogos.

“El desarrollo de minerales críticos y de tierras raras será también una oportunidad para diversificar nuestra matriz minera y posicionarnos como proveedores de tecnologías limpias a escala global”, sostiene la líder del organismo.
Los reconocimientos internacionales a Aclara -como el Premio SEAL a la Innovación Sostenible (2023) y el reconocimiento del Pacto Global Chile de la ONU por su gestión del agua (2024)- dan cuenta que es posible hacer minería de forma responsable, con innovación y en armonía con el entorno.
El desafío, por lo tanto, es avanzar hacia una cadena de valor con sello chileno, que combine conocimiento, sostenibilidad y desarrollo productivo. En ese camino, Chile tiene una oportunidad única para liderar, desde el sur global, una nueva forma de hacer minería que sea limpia, estratégica y al servicio de un planeta en transición.