
China: mujeres pagan por abrazos en lugares públicos para aliviar soledad y estrés laboral
La presión laboral, el individualismo y la falta de tiempo para relaciones afectivas llevan a muchas mujeres en China a pagar por abrazos con “man mums”, un servicio emocional que se realiza en espacios públicos, sin intención sexual, y que ya genera debate en redes sociales.
La vida moderna impone un ritmo acelerado que deja poco espacio para los afectos. Jornadas laborales extensas, presión social y la creciente dificultad de encontrar una pareja amorosa que complemente generan un vacío emocional, particularmente en las mujeres, quienes además enfrentan una sobrecarga cultural y social. En este contexto, no sorprende que en China haya surgido una nueva tendencia: pagar por abrazos.
En una sociedad donde las relaciones se vuelven cada vez más superficiales y el contacto físico se reduce, especialmente tras la pandemia, estas demostraciones afectivas han pasado de ser espontáneas a convertirse en un servicio pagado. Y no se trata de una práctica íntima o con fines sexuales, sino de un acto de consuelo en medio de la rutina.
¿De qué se trata el servicio “man mums”?
Según reportó South China Morning Post, los “man mums” (hombres mamá, en su traducción literal) son jóvenes contratados para abrazar mujeres que necesitan consuelo físico y emocional. Estos abrazos duran entre tres y cinco minutos, tienen un valor que oscila entre 20 y 50 yuanes (alrededor de 3 a 7 dólares) y se realizan exclusivamente en espacios públicos como parques, centros comerciales o estaciones de metro.
Las mujeres contactan a estos hombres mediante aplicaciones de mensajería o redes sociales. La selección suele basarse en la apariencia física y, sobre todo, en su actitud empática y cariñosa. El objetivo no es reemplazar una relación amorosa ni ofrecer servicios íntimos, sino brindar un momento de contención, escucha y compañía sin juicios ni connotaciones sexuales.
Normas claras y un objetivo emocional
A diferencia de otros servicios de contacto, los abrazos de los “man mums” están regulados por normas estrictas. Según destacó el medio LiveMint, el servicio se realiza bajo condiciones claras: los abrazos son cortos, en lugares públicos, sin contacto inapropiado ni gestos ambiguos. No existe intención sexual ni se permite prolongar el encuentro más allá del tiempo pactado.
El propósito es aliviar la soledad, reducir el estrés y brindar un momento de afecto en medio de una sociedad donde la calidez emocional parece cada vez más escasa. Para muchas mujeres jóvenes, estos abrazos son una forma de reconectar con la sensación de cercanía humana, en un ambiente seguro y controlado.
Debate en redes: ¿vacío emocional colectivo?
La tendencia de los “man mums” ha generado debate en redes sociales chinas como Weibo y Xiaohongshu. Algunas usuarias han compartido sus experiencias valorando la posibilidad de recibir consuelo físico sin expectativas afectivas o sexuales. Sin embargo, otros usuarios han criticado que esta práctica refleja un preocupante vacío emocional colectivo.
Según South China Morning Post, varios comentaristas señalan que el auge de estos servicios evidencia los efectos del intenso modelo laboral conocido como “996” (trabajar de 9 de la mañana a 9 de la noche, seis días a la semana) y la falta de redes afectivas sólidas. Algunos proponen, en lugar de pagar por afecto, promover actividades comunitarias y espacios de encuentro reales que fomenten vínculos auténticos y duraderos.
Más allá de las posturas a favor o en contra, el fenómeno de los “man mums” pone sobre la mesa una discusión urgente: ¿cómo afecta el aislamiento emocional a las sociedades modernas y qué espacios existen para el cuidado afectivo? En un entorno donde la eficiencia parece primar por sobre los vínculos, muchas mujeres encuentran en estos abrazos una vía de alivio, aunque temporal, a una soledad que excede lo individual y apunta a un síntoma social.