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De Selena Gomez a Rihanna: cómo las marcas están potenciando una belleza más diversa e inclusiva BRAGA Crédito: El Mostrador.

De Selena Gomez a Rihanna: cómo las marcas están potenciando una belleza más diversa e inclusiva

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Las marcas de cosmética están dando un giro que va más allá del color: diseño ergonómico, empaques accesibles, fórmulas veganas y tecnología inclusiva apuntan a que la belleza deje de ser un privilegio.


La industria cosmética se enfrenta al reto de convertirse en verdaderamente diversa e inclusiva, lo que implica ofrecer productos adecuados para todos los tonos de piel, edades, géneros y capacidades físicas. Lejos de limitarse a ampliar líneas de base o correctores, la tendencia se extiende al diseño de empaques, herramientas ergonómicas y comunicación accesible.

Durante años, la crítica principal al sector de la cosmética apuntó a su invisibilidad frente a personas con tonos de piel oscuros, géneros no-binarios o necesidades especiales de uso. El reconocimiento de este problema ha motivado una ola de cambios. Marcas pioneras expandieron sus gamas de bases de maquillaje de apenas una docena de tonos a más de 50, para abarcar las distintas pigmentaciones.

La sociedad ha cuestionado los cánones de belleza tradicionales —generalmente centrados en modelos occidentales, blancos y delgados—. Movimientos sociales como body positive, body neutrality, Black Lives Matter o el feminismo interseccional han impulsado una nueva mirada hacia la diversidad.

Pero la evolución no se queda allí: el concepto de belleza inclusiva incorpora ahora campañas que reflejan edades variadas, cuerpos diversos y personas con discapacidades, además del desarrollo de “adaptive beauty” (belleza adaptable) que considera usuarios con movilidad reducida, visión disminuida o menor destreza manual.

Empaque, usabilidad y acceso

Muchas marcas comienzan a comprender que la inclusión no es solamente una cuestión de color de piel sino también de facilidad de uso. La accesibilidad en los productos cosméticos incluye elementos como tapas fáciles de abrir, letras grandes o en braille, diseño de aplicadores adaptados y fórmulas seguras para pieles con sensibilidad.

El paquete ya no es solo atractivo visualmente sino funcional. Las marcas que incorporan autonomía para usuarios con destreza limitada, adaptan sus sistemas de dispensado, etiquetado y aplicadores.

La tecnología emerge como aliada en esta nueva era de belleza. Herramientas como realidad aumentada (AR), inteligencia artificial (IA) y diseño universal permiten que las personas encuentren su tono exacto, experimenten virtualmente productos o usen dispositivos de asistencia para maquillarse sin ayuda.

Crédito: L’Oréal

Ejemplos concretos de productos accesibles

Algunas marcas ya están marcando la pauta con lanzamientos específicos:

  • La firma Tilt Beauty, creada por una joven emprendedora que vive con artritis psoriásica, ofrece cosméticos con empaques ergonómicos, recargables, con diseño pensado para personas con dificultad en el control de la muñeca y con tipografía legible de forma universal.
  • El dispositivo HAPTA, impulsado por una gran corporación de cosmética, es un aplicador estabilizador diseñado para personas con movilidad reducida en manos o brazos. Su sistema de fijación permite rotación de 360°, flexión de 180° e incluye cargador.
  • La firma de belleza O Boticário lanzó Make B, una colección cápsula de pinceles articulados diseñados para facilitar la aplicación del maquillaje a personas con limitaciones motoras o visuales. Además, todos los pinceles cuentan con marcas táctiles en su base para facilitar su uso a personas con discapacidad visual.
  • Selena Gomez y su marca Rare Beauty también se han abierto paso en el mundo del maquillaje, este año creó un perfume inclusivo. No es que solo esté pensado para que lo utilicen personas con alguna discapacidad, sino que está diseñado de tal forma que casi todo el mundo pueda utilizarlo. El bote del perfume ha sido diseñado por expertos, terapeutas de manos e ingenieros especialistas.  La clave está en que tiene un pulverizador más ancho, por lo que es mucho más fácil utilizarlo solamente con la palma o con cualquier otra parte de la mano.
  • Fenty Beauty, la marca lanzada por Rihanna, revolucionó la industria con su línea de base de maquillaje que ofrece 40 tonos diferentes, asegurando que personas de todas las etnias pudieran encontrar su color perfecto.

Estos ejemplos revelan que la inclusión en cosmética se convierte en un factor de diseño y funcionalidad, no sólo de marketing.
Las personas buscan verse representadas tal como son, y las marcas que no responden a esa expectativa son percibidas como desactualizadas o excluyentes.

La belleza, entendida como expresión individual y no como un molde, se ha vuelto un valor aspiracional. Las marcas han debido pasar del discurso publicitario idealizado a uno más honesto, diverso y emocionalmente conectado con sus audiencias.
La inclusión ya no se percibe como una “tendencia estética”, sino como una forma de construir confianza y relevancia.

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