CULTURA
Crédito: Cedida
Sindicato apunta a “desgaste institucional” tras renuncia de la directora ejecutiva en Teatro Biobio
Desde la organización de trabajadores advierten que la salida puede ser el resultado de un contexto regional de presión sobre espacios culturales. Además exigió transparencia en nuevo proceso de selección.
A casi nueve años de liderazgo del Teatro Biobio, este jueves se confirmó la renuncia de su directora ejecutiva, Francisca Peró, por razones personales, según se informó tanto desde la institución como de su directorio.
Para el sindicato del teatro, sin embargo y dado el contexto de tensión en el sector cultural, la renuncia no puede entenderse como un hecho aislado, sino como el desenlace de un proceso de desgaste institucional y administrativo que amenaza la estabilidad del proyecto cultural de toda la comunidad, según un comunicado.
Bajo la dirección de Francisca Peró el Teatro Biobio pasó de ser una infraestructura en construcción a convertirse en un espacio consolidado de artes escénicas y centro cultural de referencia a nivel nacional e internacional.
Tras la renuncia, la subrogación recae en las personas que ocupan actualmente los cargos de directora de operaciones e infraestructura y director de programación y marketing, mientras se prepara un concurso público abierto para elegir a la nueva autoridad ejecutiva.
La posición del sindicato
Para el sindicato, el hecho se enmarca en “un desgaste institucional en un contexto de crisis cultural”.
En el nombre de las y los trabajadores del Teatro Biobio, el presidente del sindicato, Nicolás Puga, expresó:
“Valoramos profundamente la gestión de Francisca Peró, su liderazgo permitió construir un proyecto cultural de excelencia en nuestra región capaz de funcionar por sí mismo. Pero no podemos ignorar que su salida ocurre en un contexto donde los espacios culturales del Biobío vienen siendo tensionados con presión política, retrasos en la entrega de recursos, cuestionamientos sistemáticos y un clima de incertidumbre que termina desgastando a quienes sostenemos este proyecto”, expresó.
El sindicato además denunció que en los últimos meses se han acumulado situaciones como demoras en la transferencias de fondos comprometidos, cuestionamientos públicos sobre la administración y gestión de recursos, exigencias de rendiciones adicionales, lo que genera un clima de desconfianza y amenaza a la estabilidad laboral de los equipos.
“Cuando se cuestiona sin contexto, se daña no solo a una administración, si no a toda la institución, a sus trabajadores, los públicos y en definitiva a la cultura de la región”, agregó Puga.
Solicitudes del sindicato frente al nuevo proceso
Ante la convocatoria de un concurso abierto para ocupar la Dirección ejecutiva, el sindicato solicita mediante un comunicado público que el proceso sea transparente, participativo y con responsabilidad institucional.
Además pidió que se respete plenamente el derecho laboral de quienes trabajan en el teatro, y que se incorpore la participación de un/a representante sindical en calidad de observador/a del proceso de selección, como garantías de legitimidad y vigilancia del cumplimiento de estándares de gestión.
“El Teatro Biobio no debe transformarse en un botin politico ni en causa de desgaste para quienes dia a dia lo hacen posible. Como trabajadores y trabajadoras defendemos su autonomía, su misión y visión.”, declaró la organización sindical.

Nicolás Puga. Crédito: Sindicato TBB.
– ¿Cómo recibe el sindicato la renuncia de la directora ejecutiva del Teatro Biobío?
– Como sindicato la recibimos con respeto y con un profundo reconocimiento al trabajo desarrollado por Francisca durante todos estos años. Tal como lo señalamos en nuestro comunicado, su aporte fue clave en la construcción de un proyecto cultural que hoy es orgullo regional y nacional. Esta es una noticia que nos remueve profundamente como trabajadores y trabajadoras.
– Ella señaló que su salida responde a motivos personales. ¿El sindicato comparte esa lectura?
– Nosotros respetamos plenamente las razones personales que ella ha señalado. Sin embargo, también es imposible desvincular esta decisión del contexto que se vive hoy en la región. Estamos en un escenario donde se han cerrado espacios culturales, se ha tensionado el funcionamiento de instituciones culturales y se ha instalado un clima de permanente cuestionamiento que termina generando un desgaste humano enorme en quienes deben sostener estos proyectos.
– ¿A qué tipo de presiones se refiere concretamente el sindicato?
– Nos referimos a retrasos en la transferencia de recursos que son fundamentales para el funcionamiento del Teatro, cuestionamientos en el core sobre montos que ya estaban comprometidos, observaciones reiteradas sobre la gestión y procesos administrativos que se han ido endureciendo de manera poco habitual. Todo eso no solo afecta a una jefatura, afecta a todos los equipos de trabajo.
– ¿Ustedes consideran que existe un intento de desprestigio hacia el Teatro Biobío?
– Lo que hemos visto es la instalación de un relato de sospecha permanente sobre la gestión del Teatro. Cuando se cuestiona públicamente sin contexto, cuando se duda de la probidad sin fundamentos claros, se daña la imagen de una institución que ha sido reconocida por su gestión, su programación y su impacto cultural. Eso genera un daño profundo, no solo institucional, sino también humano.
– ¿Esta situación pone en riesgo el futuro del Teatro?
– Sí, sin duda. Cuando se debilita la estabilidad financiera, cuando se tensiona permanentemente la gestión y se genera incertidumbre, el proyecto cultural completo entra en riesgo. Y no estamos hablando sólo de una administración, estamos hablando del derecho de la comunidad a acceder a cultura de calidad y del derecho de los trabajadores a tener estabilidad laboral.
– En su comunicado ustedes solicitan ser parte del proceso de selección del nuevo director o directora ejecutiva. ¿Por qué es tan importante esa participación?
– Porque creemos que este es un momento crítico para la institución. No pedimos participar en la toma de decisiones, pedimos estar como observadores para garantizar que el proceso sea transparente, serio y con responsabilidad institucional. El Teatro no puede transformarse en un espacio de disputas políticas, es un proyecto cultural de la región.
– ¿Existe temor en los trabajadores por lo que pueda venir?
– Existe preocupación, sin duda. Hoy hay incertidumbre respecto de la continuidad del proyecto, del respeto a los equipos de trabajo y de la estabilidad laboral. Por eso hemos sido tan claros: vamos a defender el Teatro, su misión cultural y los derechos de quienes trabajamos en él.
– ¿Cómo evalúan el rol del Gobierno Regional en este escenario?
– Como sindicato vemos con mucha preocupación el trato que ha recibido el Teatro en el último tiempo. No hablamos desde una lógica política partidista, hablamos desde la experiencia concreta: retrasos en la transferencia de recursos, cuestionamientos constantes desde el sector del Gobernador Regional, exigencias administrativas para la rendición de gastos que son irrisorias. Eso termina desgastando profundamente a las personas.
– ¿Esta renuncia puede marcar un antes y un después para el Teatro Biobío?
– Creemos que puede ser un punto de inflexión, para bien o para mal. O esto se transforma en una oportunidad para fortalecer el proyecto, con diálogo y transparencia, o puede profundizar una crisis que afecta no solo a este Teatro, sino al ecosistema cultural completo de la región y del país.
– Para cerrar, ¿qué es lo que hoy quiere transmitir el sindicato a la comunidad?
– Que el Teatro Biobío no es una administración de turno, es un proyecto cultural construido por años con trabajo colectivo, con vocación pública y con compromiso social. Y que las trabajadoras y trabajadores vamos a seguir defendiéndolo, con respeto, con firmeza y con la convicción de que la cultura es un derecho, no un privilegio.
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