
“Copahue Extremo”: el documental que revela cómo microbios del volcán podrían transformar la minería
El documental “Copahue Extremo” muestra la expedición científica liderada por la bióloga Raquel Quatrini, quien exploró microorganismos extremófilos en el volcán Copahue con potencial para revolucionar la minería sustentable y la remediación ambiental.
A 2.900 metros de altitud, en uno de los paisajes más extremos de la cordillera andina, un grupo de científicos liderado por la bióloga Raquel Quatrini, académica de la Universidad San Sebastián e investigadora del Centro Basal Ciencia y Vida, realizó un hallazgo que podría transformar el futuro de la biominería y la remediación ambiental. Se trata de microorganismos extremófilos, seres capaces de sobrevivir en condiciones letales para casi cualquier otra forma de vida, y que habitan en las aguas ácidas del volcán Copahue, ubicado en la frontera entre Chile y Argentina.
El descubrimiento forma parte de un proyecto Fondecyt encabezado por la Dra. Quatrini, que busca descifrar las estrategias biológicas que permiten a estos microbios vivir en ambientes altamente ácidos, con altas concentraciones de azufre y metales pesados. El estudio también fue retratado en el documental científico Copahue Extremo: un viaje al pasado y futuro de la Tierra, recientemente estrenado y que ya supera las 4.000 visualizaciones en sus primeras 72 horas en YouTube.
“Escogimos la zona del volcán Copahue, que significa ‘lugar de azufre’ en mapudungun, por sus características únicas. Las aguas que emergen cerca del cráter están cargadas de elementos que generan condiciones óptimas para que estos microorganismos proliferen”, explicó la investigadora en el documental.
Un viaje al pasado prehistórico
Lo fascinante de estos microbios —en su mayoría acidófilos, organismos que prosperan en condiciones de acidez extrema— es su antigüedad. Muchos de ellos poseen características primitivas, similares a las formas de vida que habitaron la Tierra hace millones de años. “Explorar esta zona es una especie de viaje al pasado prehistórico del planeta”, afirma Quatrini.
Pero el valor de estos seres microscópicos no es solo biológico o paleontológico. También es industrial y ambiental.
Biominería verde: microbios que liberan metales
Una de las aplicaciones más prometedoras de estos extremófilos está en la biolixiviación, un proceso mediante el cual se extraen metales desde minerales usando microorganismos vivos, en lugar de métodos agresivos como hornos o compuestos químicos tóxicos.
“Los acidófilos oxidan el azufre contenido en minerales sulfurados, disolviéndolo y liberando metales como el cobre. Esto es clave en el procesamiento de minerales de baja ley, como los que se encuentran en relaves mineros”, detalló Quatrini.
El proceso consiste en apilar estos minerales descartados, regarlos con soluciones ácidas junto a los microorganismos, y permitir que ellos “ataquen” la roca. Luego, mediante un tratamiento electroquímico, el cobre se separa y se recupera en forma de placas metálicas.
A diferencia de la minería convencional, este método es más limpio, consume menos agua y reduce emisiones contaminantes. Aunque más lento, es ambientalmente más sustentable, y se proyecta como una herramienta clave en la transición hacia una minería verde.
El proyecto liderado por Quatrini representa no solo un avance científico, sino también un esfuerzo por acercar la ciencia a la ciudadanía. El documental sobre la expedición muestra la recolección de muestras, el trabajo en condiciones extremas y la conexión entre pasado geológico y futuro tecnológico.
Este tipo de exploraciones, fuera del laboratorio, permiten abrir nuevas rutas de investigación, incentivar la colaboración interdisciplinaria y ampliar las fronteras del conocimiento con aplicaciones reales y urgentes, como la gestión sustentable de los recursos naturales.