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Opinión: El FUT, una política para el 1% más rico sin beneficios para el 99% de la población


¿Qué es el FUT? El Fondo de Utilidades Tributables permite a los empresarios pagar solamente el impuesto de primera categoría (20%), en la medida que las utilidades no sean retiradas. Si las utilidades son suficientemente altas como para dejar a los empresarios que las retiran afectos al global complementario, acogerse al FUT les puede eximir de pagar este, ahorrando así hasta el 20 % adicional de impuestos. El rol del FUT es, fundamentalmente, aumentar la liquidez de las empresas, ya que incentiva a los empresarios y accionistas a dejar en las empresas una mayor proporción de sus utilidades.

¿De dónde viene el FUT? Surge en 1980 a raíz de la situación de insolvencia del país, en que ni las empresas más grandes tenían acceso al mercado internacional de capitales. Esto hacía a la inversión muy dependiente del ahorro nacional, ya que el ahorro externo era muy limitado. El FUT fue una solución para incentivar el ahorro nacional y así permitir un aumento de la inversión y el crecimiento. Pero, a partir de los 90, el país se vuelve más solvente y las grandes empresas acceden al crédito internacional.

El FUT, ¿afecta la inversión de las grandes empresas? No, no afecta la inversión de las grandes empresas que tienen acceso al mercado de capitales, porque su inversión en la actualidad depende de la rentabilidad del capital y no de la liquidez de las mismas. La liquidez necesaria para financiar inversiones rentables la tienen asegurada a través de su acceso al crédito. Así, la liquidez de la empresa no es un factor que limite la inversión y, por lo tanto, la eliminación del FUT no afecta la inversión de las grandes empresas.

El FUT también aumenta los ingresos de los grandes empresarios y accionistas, al permitirles posponer el pago de parte de sus impuestos indefinidamente. Así, la supresión del FUT no restringiría la inversión de las grandes empresas, pero los grandes empresarios pueden ver disminuidos sus ingresos al menos en el corto plazo.

El FUT, ¿beneficio para el Estado? El FUT priva al Estado de importantes recursos tributarios, porque facilita la evasión y elusión tributaria, restringiendo la inversión estatal en activos complementarios del capital, como, por ejemplo, la educación pública, lo que lleva a una fuerza de trabajo menos calificada. Una fuerza de trabajo menos calificada baja la productividad y la rentabilidad del capital, causando una menor inversión en el mediano y largo plazo.

El FUT, ¿apoyo para las Pymes? La inversión de las Pymes, las cuales sí tienen restricciones de acceso al crédito, podría en principio verse afectadas por la eliminación del FUT. A diferencia de las grandes empresas, las inversiones de las Pymes podrían limitarse por la falta de la liquidez necesaria para financiarlas. Sin embargo, empresarios pequeños que ganan menos de $75 millones al año de utilidad neta, no utilizan el FUT, porque su tasa media de impuesto es menor que el impuesto de primera categoría y, por lo tanto, a diferencia de los grandes empresarios, no obtienen beneficio tributario en caso de acogerse al FUT. En consecuencia, su inversión obviamente no se vería afectada por la eliminación del mismo. Incluso empresarios que ganan entre $75 millones y $100 millones obtienen beneficios muy marginales, por lo que tampoco se afectarían mayormente. Así, la supresión del FUT tampoco reduce los ingresos de los pequeños empresarios.

El FUT, ¿afecta la distribución del ingreso? Según lo explicado anteriormente, para que un accionista o empresario pueda beneficiarse del FUT necesita obtener ingresos mayores a $100 millones de pesos anuales. Con este ingreso el accionista es parte del 1% más rico del país. El FUT se ha acumulado a través de los años llegando a US$250.000 millones, casi equivalente a un PIB anual. Los grandes empresarios adeudan el 20% de esta cifra por impuestos global complementario diferidos indefinidamente, es decir, US$50.000 millones por los cuales no pagan intereses. Si a esta cifra le aplicamos un interés anual de sólo 10%, significa que el FUT ha implicado un traspaso de US$5.000 millones por año, desde el Estado al 1% más rico de la población. Así, la supresión del FUT reduciría su participación en 10%, de 31% a 28% del ingreso nacional neto.

Resumen. La eliminación del FUT no tiene efectos negativos para la inversión de las grandes ni de las pequeñas empresas, reduce en el corto plazo el ingreso de los grandes empresarios, pero no así el de los pequeños. Quienes se preocupan de las PYMES y del bienestar de los pequeños empresarios pueden estar tranquilos: la supresión del FUT no tendrá efectos negativos para ellos. Además, terminar con el FUT va a contribuir a mejorar la distribución del ingreso.

Todo esto demuestra la importancia y la urgencia que debe darle el nuevo gobierno a la eliminación definitiva e inmediata del FUT. Además, sería necesario empezar a cobrar intereses por la deuda acumulada del FUT, tal como el ex candidato Velasco alguna vez propuso.

Ramón López
Profesor Titular de Economía, U. de Chile, U. de Maryland, EEUU.

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