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Basilea III y requerimiento de capital a bancos: Chile se pone al día Opinión

Basilea III y requerimiento de capital a bancos: Chile se pone al día

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Marco Núñez
Por : Marco Núñez Senior Manager de Risk & Regulatory Services de PwC Chile.
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Recientemente, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) exigió un aumento de capital para nueve bancos, constituyendo un nuevo hito en la implementación de Basilea III en el mercado local.


Este requerimiento se suma al incremento del colchón contracíclico requerido por el Banco Central en mayo de 2023.

Los cargos y la composición del capital de la banca son establecidos en la Ley General de Bancos y en la normativa de Basilea III. La ley establece un piso mínimo de 8% de capital sobre activos ponderados por riesgo, donde un 4,5% debe estar constituido por capital nivel 1 (mejor calidad). Adicionalmente, se establecen cargos de capital por colchón contracíclico, colchón de conservación, cargo a bancos sistémicos y cargos asociados al Pilar I y II de Basilea III. 

En el caso de Pilar I, los requerimientos se asocian al riesgo del negocio, con crédito, mercado y operacional como sus principales fuentes. Se entiende que un sistema financiero robusto no solo debe cubrir estos riesgos, por lo que Pilar II considera aspectos donde la gestión y la mirada prospectiva son el eje principal. Es precisamente en este pilar donde nacen los nuevos requerimientos de capital.

¿Por qué ahora y no antes? Básicamente, los cargos de Pilar II se fundamentan en un proceso de autoevaluación de capital que se realiza en forma anual. Dicho proceso se implementó de forma gradual para evitar disrupciones y costos elevados de implementación. Solo en 2023 se obtuvieron los resultados de la evaluación completa, por lo que el paso siguiente es que el regulador establezca los cargos de capital, que es lo que sucedió recientemente. En ese sentido, estos nuevos requerimientos eran esperados, ya que eran los únicos tipos de cargos que no se habían activado.

Actualmente, los bancos cuentan con niveles de capital equiparables al de economías desarrolladas y con holgura para cubrir estos requerimientos, por lo que no es poco probable que se produzca un impacto importante en el crédito. Más aún, después de tres procesos de autoevaluación, cada banco tiene claro los riesgos que debe cubrir, acordes a su modelo de negocios y planes para los próximos años.

Una de las preguntas que han rondado en la opinión pública es si este nuevo requerimiento es una mala señal. La respuesta es no. Un requerimiento de capital por Pilar 2 no significa que un banco presente debilidades. Por el contrario, los requerimientos de capital son una de las formas para mitigar los riesgos, la que se basa en recursos propios de la entidad y permite que las entidades internalicen los costos de sus estrategias.

En ese sentido, mantener niveles de capital adecuados permite tener un sistema financiero robusto y disminuir las probabilidades de una crisis financiera cuyos costos terminan siendo pagados por el país en su totalidad. Estos elementos son los que dieron nacimiento a la regulación bancaria y se formalizaron mediante el desarrollo de la regulación de Basilea I, II y III. Cada versión fue perfeccionada en función de los nuevos riesgos que existían en el mercado, lecciones aprendidas de las crisis financieras, el impacto de nuevas tecnologías y productos financieros, y la creciente integración global de los mercados.

A fin de cuentas, al comenzar a implementar Basilea III, Chile solo se está poniendo al día con las mejores prácticas internacionales, actualizándose a una normativa bancaria equivalente a la de economías desarrolladas, y dando inicio a uno de los mayores hitos regulatorios de la industria en casi tres décadas.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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