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Anuncios presidenciales sobre Israel: más retórica que otra cosa Opinión

Anuncios presidenciales sobre Israel: más retórica que otra cosa

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Richard Kouyoumdjian Inglis
Por : Richard Kouyoumdjian Inglis Experto en Defensa y Seguridad Nacional. Concejal por Las Condes
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En el anuncio de la Cuenta Pública hay mucho de retórica y de frases para el bronce –como el apoyar el embargo de armas que propuso España–, pero también hay dichos que para Chile serán caros, muy caros, cuando sean vistos desde la perspectiva de Israel, o de los Estados Unidos de Norteamérica.


Si bien el Presidente hizo una mención a Ucrania, Venezuela y Nicaragua, como también comentó sobre El Salvador y la forma poco ortodoxa en que ese Gobierno maneja la delincuencia, muy al final de su Cuenta Pública habló de Israel, algo esperado por muchos desde que, durante la semana que recién terminó, se anunció el retiro de las dos agregadurías militares que aún quedaban en nuestra embajada en ese país.

Mucho de lo indicado ayer por el Mandatario era una confirmación de lo ya realizado, entendiéndose por ello la llamada a consulta del embajador chileno en Tel Aviv, la prohibición de participar en la última Fidae, el apoyo chileno a la iniciativa sudafricana ante la Corte Penal Internacional que busca que se juzgue a los principales ministros de Israel por crímenes de guerra y contra la humanidad, y el ya mencionado retiro de los agregados militares.

Lo bueno es que no anunció el cierre de las relaciones diplomáticas, pero las acciones que indicó que realizará llevan la relación a un punto muy bajo, uno no muy diferente a solo tener relaciones consulares, que es el desde en las relaciones entre dos países.

A mi entender, las acciones informadas ayer no tienen gran impacto. La solicitud de no importar nada desde territorios ocupados es intranscendente, ya que nada que nos interese importar se produce en esos lugares, y, por otro lado, desde que este Gobierno asumió que todo lo nuevo en materia de Defensa que sea de origen israelí ya no se aprueba. Lo dicho ayer solo importa si alguien quiere parar lo que se compra, consume o utiliza bajo contratos existentes, los que son muy caros de deshacer.

En el anuncio de la Cuenta Pública hay mucho de retórica y de frases para el bronce –como el apoyar el embargo de armas que propuso España–, pero también hay dichos que para Chile serán caros, muy caros, cuando sean vistos desde la perspectiva de Israel, o de los Estados Unidos de Norteamérica, el más fiel aliado y protector del Estado sionista.

El Presidente de la República, que es el conductor de las relaciones exteriores de Chile, algo que está consagrado en la Constitución, acusó a Israel de ser un Estado genocida y de estar aplicando una limpieza étnica en Gaza. Eso es lo más cercano a una declaración de guerra. Sí, lo ha dicho antes, pero las circunstancias en las cuales lo dice son distintas y va a tener repercusiones graves tanto con los israelíes como con los estadounidenses.

Si bien es cierto matiza sus declaraciones al tratar de separar el pueblo de Israel de su Gobierno, indicando que el culpable es el Gobierno que dirige Netanyahu, no debemos olvidar que él fue elegido primer ministro por ese mismo pueblo y que, si ese pueblo estuviera en desacuerdo con su primer ministro, lo pueden sacar muy rápido por la vía de un voto de no confianza por ser un Gobierno de tipo parlamentario.

Boric también condena a Hamas y exige la devolución de los rehenes que aún están en sus manos, pero no va más allá de eso cuando se trata de ellos.

Una salida abrupta de los contratos y servicios que actualmente tenemos con Israel tendría impactos importantes en las tres instituciones de la Defensa. Obviamente todo es reemplazable, pero no sin tener mayores costos e impactos operacionales inmediatos. El indicar que le ha pedido al Ministerio de Defensa Nacional estudiar el tema tiene más de bajada comunicacional que de efectos reales. En Defensa lo tienen claro y saben que no va a pasar de eso: una frase para el bronce y algo que suena bien en la Cuenta Pública.

Tenía la esperanza de que, después del anuncio del retiro de los agregados militares, algo que este medio y otros señalaron antes de la Cuenta Pública y, por ende, quitándole la novedad, el Presidente se alejara del tema Israel y lo dejara así como estaba, pero lamentablemente volvió a mencionarlo, mención que vino de la mano de graves acusaciones, las que no serán gratis para Chile.

Ya durante la semana se mencionaban posibles acciones de Estados Unidos como una reacción a la postura que estaba tomando Chile. Después de ayer lo veo más cerca. Acusar a Israel de ser un Estado genocida y de estar realizando una limpieza étnica es una acusación fuerte.

Todo lo que Chile ha hecho y anunciado respecto del conflicto en Gaza no va a tener ningún efecto sobre el resultado o de lo que ahí pase y, al revés, tendrá efectos negativos para el interés nacional chileno, riesgo que no viene tanto por Israel, que de seguro seguirá respondiendo a los contratos comerciales y servicios que tenemos contratados con ellos, pero sí implicará acciones por parte del país del norte.

Espero estar equivocado, pero este domingo aumentamos la probabilidad de que nos revoquen el programa Visa Waiver, de que nos aumenten los aranceles y, en lo más estratégico, que nos corten o restrinjan la entrega de armamento y sistemas que utilizan nuestras instituciones, particularmente la Armada y la FACH, como también que afecte el entrenamiento conjunto que realizamos y los estudios que siguen chilenos en ese país.

La Marina opera principalmente material británico y norteamericano, por lo que eventuales restricciones afectarían nuestras capacidades estratégicas, pero en el caso de la FACH sería catastrófico, ya que nuestra capacidad disuasiva y de protección de los cielos de Chile está principalmente en los F-16, material fabricado en Estados Unidos, y equipado con sistemas y armamento del mismo origen. El Ejército de Chile también se vería afectado, lo mismo que el Estado Mayor Conjunto, pero es en menor medida que la Armada y la FACH.

Quedé con la sensación de que se le dio una vuelta más al torniquete, particularmente por lo de la acusación. Si nos hubiéramos quedado hasta la revisión de fuentes alternativas de abastecimiento, más lo que ya se había anunciado previamente, quizás podríamos haber zafado.

Si bien es cierto que los políticos se deben a sus electores, no debemos olvidar que las únicas dos políticas públicas que siempre deben ser consideradas como políticas de Estado son las de Relaciones Exteriores y la Defensa. Esto no es solo un decir, es una realidad avalada por los hechos, por la historia y el sentido común. Ambas políticas de Estado convergen sobre un bien fundamental y muy delicado, que es la seguridad nacional. La conducción política de ambas políticas se construye sobre la historia, las confianzas, y el cómo se manejan las crisis y las tensiones entre países.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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