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EE.UU. acelera su carrera por la IA: el nuevo plan de acción que redefine el papel del gobierno Opinión Archivo

EE.UU. acelera su carrera por la IA: el nuevo plan de acción que redefine el papel del gobierno

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Marcos López Oneto
Por : Marcos López Oneto Abogado, Doctor en Derecho, team resercher Center for AI and Digital Policy
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Trump ya había dado pasos en esa dirección al derogar la Orden Ejecutiva 14110 del expresidente Biden, que establecía un marco regulatorio considerado “oneroso”. Ahora, el nuevo enfoque es claro: el sector privado debe operar libre de trabas burocráticas.


“Build, Baby, Build!”. Con esta frase enérgica y sin rodeos comienza Winning the AI Race: America’s AI Action Plan, publicado el 23 de julio por la Oficina Ejecutiva del presidente de los Estados Unidos. Se trata de una hoja de ruta ambiciosa con la que la administración Trump busca consolidar el liderazgo global de EE.UU. en inteligencia artificial (IA), priorizando la innovación, la infraestructura y la seguridad internacional.

Fiel a su ideario, el plan denuncia los riesgos de una regulación excesiva que, según sus autores, sofocaría el desarrollo de la IA en su etapa más crítica. Trump ya había dado pasos en esa dirección al derogar la Orden Ejecutiva 14110 del expresidente Biden, que establecía un marco regulatorio considerado “oneroso”. Ahora, el nuevo enfoque es claro: el sector privado debe operar libre de trabas burocráticas.

Tres pilares para liderar el futuro

El plan, respaldado por la Orden Ejecutiva 14179 firmada en enero de 2025, se articula en tres pilares estratégicos:

En primer lugar, se eliminarán regulaciones federales consideradas obstáculos. Además, se impulsarán modelos de IA de código abierto y “open-weight”, y se encomienda a la OSTP (Office of Science and Technology Policy) la tarea de identificar barreras regulatorias que deban eliminarse. Los fondos federales no se destinarán a estados que impongan normativas excesivamente restrictivas.

En segundo término, se agilizarán los permisos para nuevos centros de datos, fábricas de semiconductores y ampliación de la red eléctrica. El plan contempla una inversión de 15 mil millones de dólares en infraestructura energética, junto con el fortalecimiento de la ciberseguridad y la formación de una fuerza laboral especializada en IA.

Como tercer punto, EE.UU. promoverá la exportación de soluciones completas de IA (hardware, software y modelos) a países aliados, endurecerá los controles sobre semiconductores y tecnología avanzada, y reforzará su posición en organismos internacionales frente a la influencia china. Se dará prioridad a la bioseguridad y a la mitigación de riesgos de modelos avanzados.

Ideología fuera del algoritmo

Una de las propuestas más controvertidas del plan es la exigencia de “neutralidad ideológica” en los modelos de IA contratados por el Gobierno, prohibiendo lo que califica como sesgos woke o inclinaciones socialmente orientadas.

Este plan marca una inflexión en la estrategia estadounidense hacia la IA. Se trata de una propuesta decididamente pro-innovación, pro-infraestructura y pro-exportación, que redefine el rol del Estado: menos como regulador y más como catalizador del progreso tecnológico frente a una carrera geopolítica cada vez más intensa.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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