«Vivimos crispación y la Iglesia, nosotros, hemos contribuido con nuestros problemas y delitos», dijo el cuestionado cardenal durante la Jornada de Planificación de la Iglesia Católica capitalina, en un mensaje a semanas del Te Deum que este año no liderará dado el complicado escenario judicial que enfrenta.
Siguiendo con su estrategia del arrepentimiento, el arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, intentó hacer un nuevo mea culpa respecto a los casos de abusos sexuales y de poder que han protagonizado miembros del clero.
En un mensaje durante la Jornada de Planificación de la Iglesia Católica capitalina, Ezzati abordó la contingencia del país y de la institución eclesial, apuntando a la cuota de responsabilidad que la iglesia tiene en el clima de “crispación” que –a su juicio- atraviesa el país. Según Ezzati, «los términos que describen este contexto son muy conocidos: dolor, vergüenza, rabia, indignación, crispación».
El mensaje del cardenal se produce a semanas del Te Deum, que este año no liderará debido a su cuestionada posición incluso judicial, dado que deberá declarar por encubrimiento en una investigación del Ministerio Público.
La declaración de Ezzati ante el fiscal Emiliano Arias estaba programada para realizarse el martes 21 de agosto, pero fue suspendida a petición del abogado defensor quien pidió más tiempo para conocer los antecedentes que constan en la carpeta de investigación.
La semana pasada también se conoció la filtración de una carta de Ezzati en la que pide que una denuncia contra el ex canciller del Arzobispado de Santiago, Óscar Muñoz Toledo, sea investigada por la justicia penal, una filtración que los laicos críticos de su gestión ponen en duda y la consideran “muy conveniente” tomando en cuenta el contexto judicial que enfrenta el prelado.
De acuerdo a lo que publica El Mercurio, en el mensaje durante la Jornada de Planificación de la Iglesia Católica capitalina. el cardenal señala que “la palabra crispación quizás sea la palabra más exacta que caracteriza este tiempo. Vivimos crispación en lo político, en lo social, en lo legislativo (…) Vivimos crispación en el ámbito nacional y la Iglesia, nosotros, la Iglesia, hemos contribuido a esta crispación con nuestros problemas y nuestros delitos”, y recuerda que la institución «está viviendo varias investigaciones canónicas y judiciales».
Ezzati reconoció además que «es la nuestra una Iglesia que está viviendo un especial momento de su historia; vivimos en la situación de una Iglesia cuyo obispo (él mismo) ha presentado hace ya un año y ocho meses su renuncia al Santo Padre por haber cumplido los 75 años; que ha sido privada en estos últimos meses del servicio de cuatro de sus obispos auxiliares, nombrados para ser administradores apostólicos de diócesis vacantes de obispos».
En un contexto nacional, Ezzati apuntó a “cuáles son las leyes que en este momento se están discutiendo en las cámaras. Vivimos un clima universitario también complicado. Por lo menos hasta el término del semestre vamos a ver cómo se presenta el futuro inmediato; vivimos reivindicaciones que tienen mucho de justicia y también mucho de ideología”.
