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El 13 de junio, el fiscal Emiliano Arias en conjunto con el OS-9 de Carabineros, incautaron una serie de documentos en el Arzobispado de Santiago, entre ellos una carta que escribió el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, solicitando a la Oficina Pastoral de Denuncias (Opade), que una delación contra Muñoz, ocurrida en marzo, sea investigada por la justicia penal.
En el marco de la investigación que el Ministerio Público lleva en contra del ex canciller de la arquidiócesis Óscar Muñoz Toledo, el pasado 13 de junio, el fiscal Emiliano Arias, en conjunto con el OS-9 de Carabineros, incautaron una serie de documentos en el Arzobispado de Santiago.
En ese procedimiento, Arias dio con una serie de documentos, entre los cuales se encontraba una carta del 1 de junio del arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, en la que solicitó a la Oficina Pastoral de Denuncias (Opade), que una delación contra Muñoz, ocurrida en marzo, sea investigada por la justicia penal.
En la carta, Ezzati comunicó al delegado de la Opade, el sacerdote Leonel de Ferrari Lira, que “con horror he tomado conocimiento de la denuncia presentada por (nombre del menor denunciante) contra el presbítero Óscar Muñoz Toledo. Con esta misma fecha envío dicha denuncia al vicario judicial de la Arquidiócesis de Santiago para que él investigue la adjunta, cuyos antecedentes obran en conocimiento de la Congregación para la Doctrina de la Fe”. En el documento al que accedió La Tercera, Ezzati agregó que “me parece muy oportuna la indicación hecha a la víctima, de presentar la denuncia ante los tribunales de justicia. Agradecido por el servicio que prestas”.
Ricardo Ezzati se encuentra en el ojo del huracán. Vale recordar que para el 21 de agosto pasado, estaba programada una audiencia en la que el arzobispo declararía en calidad de imputado por su eventual encubrimiento en casos de abuso sexual. Sin embargo, la audiencia fue suspendida y todavía no se ha informado una nueva fecha.
Por su parte, Muñoz se autodenunció por abusos y actualmente se encuentra formalizado y en prisión preventiva en la Cárcel de Rancagua. El 2 de enero fue relevado de su cargo, y cinco días después Ezzati redactó otra carta, remitida al vicecanciller de la Iglesia, Jorge Sáez.
Dicha carta también fue incautada por Arias. En ella, Ezzati decretó que el presbítero Jaime Ortiz de Lazcano realice «la correspondiente investigación previa en conformidad a la normativa canónica vigente». También solicitó que se aplicaran las medidas cautelares de «restricción absoluta para el ejercicio público del ministerio sacerdotal, cese de su oficio de párroco en la parroquia Jesús de Nazareth, al momento de notificación presente».
