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Cristián Monckeberg: “Chile Vamos está en su etapa final porque tiene que mutar a algo distinto” PAÍS Créditos de imagen: Agencia Uno

Cristián Monckeberg: “Chile Vamos está en su etapa final porque tiene que mutar a algo distinto”

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Cristián Monckeberg cree que Chile Vamos debe sumarse a un eventual gobierno de Kast, ya que la coalición está en su etapa final: “Repensar a partir de esta tremenda oportunidad que es eventualmente lograr un gobierno. Repensar la manera de cómo nos vamos a organizar en el sector”.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
Cristián Monckeberg afirma que Chile Vamos está en su etapa final tras la derrota presidencial y la baja representación parlamentaria. Señala errores de forma y fondo, como el apresuramiento en proclamar a Evelyn Matthei y la falta de primarias. Sostiene que la ciudadanía optó por posturas más extremas y que José Antonio Kast leyó mejor el momento. Propone que la coalición se sume a un eventual gobierno de Kast para construir una derecha unida, robusta y con proyección, evitando la existencia de dos coaliciones dentro del mismo gobierno.
Desarrollado por El Mostrador

Cristián Monckeberg es abogado, fue tres veces ministro en el segundo gobierno de Sebastián Piñera, exdiputado, convencional y militante de Renovación Nacional desde 1989, partido que presidió entre 2014 y 2018. En los últimos días, tras la derrota de la candidata presidencial de Chile Vamos y la baja representación parlamentaria, ha realizado una serie de declaraciones sobre el rumbo que debería tomar la coalición. Desde su posición interna, dice comprender la actual configuración de esta fuerza política, que —según afirma— está en su “etapa final”.

Monckeberg reflexiona que Chile Vamos ha fracasado con sus dos últimas candidaturas presidenciales y que, por lo mismo, la coalición debería sumarse al eventual gobierno de José Antonio Kast, si resulta electo. A su juicio, ha habido errores de fondo y de forma; entre ellos, el apresuramiento de creer que la elección estaba ganada. También considera que el nombramiento de Evelyn Matthei fue precipitado, decisión que —sumada a la falta de una primaria y a la irrupción del candidato republicano— terminó debilitando aún más a la coalición.

-¿Por qué llegaron a esta situación en la que Evelyn Matthei quedó quinta y además tienen poca representación en el parlamento?
-Los dos últimos intentos de Chile Vamos desde el punto de vista presidencial no han sido exitosos. Uno terminó cuarto y el otro terminó quinto en las últimas elecciones. Desde el punto de vista del desempeño parlamentario, yo no diría que fue un desastre total, pero sí una merma importante en cuanto a la presencia de los dos partidos en el parlamento. Desde el punto de vista político, nuestra oferta, nuestros planteamientos, nuestro discurso programático no caló en la ciudadanía y cuando eso ocurre, hay que repensar las cosas, hay que estudiarlas nuevamente, hay que hacer un proceso de reflexión interno para ver qué ocurrió.

-¿Por qué cree que no caló?
-Hubo errores de forma y de fondo. Desde el punto de vista de los errores de forma, hubo un apresuramiento de creer que la candidatura presidencial o la carrera presidencial estaba ganada. Decisiones como la no realización de primarias, el apresuramiento en proclamar a la candidata hace un año ya, en enero, el desgaste natural que eso iba a producir, la mala incorporación de los partidos, la irrupción de José Antonio Kast. En fin, hubo una serie de situaciones que se fueron acumulando y que uno las puede ir recogiendo, recordando, que llevaron a que una candidatura que indicaba que podía ser muy exitosa, terminó en puesto secundario.

-Sobre la relación de la gente con Chile Vamos, ¿por qué cree que las personas no le dieron su respaldo a Evelyn Matthei? ¿Hay una desconexión de las propuestas que plantea el conglomerado con lo que la ciudadanía quiere?
-Hoy día la ciudadanía prefirió posturas más extremas, más pulsantes, más contestatarias a los tiempos que estamos viviendo y eso es lo que se reflejó. O sea, yo no catálogo de malas o buenas las propuestas de uno o de otro candidato porque todas son atendibles, unas pueden ser más o menos realizables. Yo creo que todos hicieron un esfuerzo programático de levantar un planteamiento a la ciudadanía, pero claramente la gente está en otra hoy día y lo que quiere es que los problemas urgentes se resuelvan bien. Obviamente, todos van a intentar resolver esos problemas, pero a la ciudadanía le hace más sentido hoy día un José Antonio Kast conduciendo al país que otros candidatos y eso lo están reflejando las encuestas porque lo ven con más habilidades, con más condiciones que otros candidatos. Yo creo que por ahí va algún grado de explicación de lo que está ocurriendo y me parece muy bien y por eso mismo yo voy a apoyar fuertemente la candidatura de José Antonio Kast.

-¿Cree que un gobierno de José Antonio Kast es mejor que un gobierno de Evelyn Matthei?
-Es que eso ya no fue y, por lo tanto, lo que yo tengo que trabajar es para que el gobierno de José Antonio Kast sea lo mejor posible. No es ideal lo que está ocurriendo en Chile desde hace un tiempo, donde gobierna la izquierda, gobierna la derecha, gobierna la izquierda, gobierna la derecha. Eso da cuenta de que los que están gobernando no lo están haciendo bien y se producen cambios cada cuatro años y eso evidentemente no es lo ideal. El ideal es que haya gobiernos que se proyecten y, para que eso ocurra, hay que mirar qué es lo que hizo bien el país en épocas anteriores. La Concentración es un ejemplo de buenos gobiernos, con luces y sombras como todo, pero donde la continuidad llevó a bienestar, a mejor calidad de vida, a desarrollo del país, yo creo que eso es lo que hay que apostar. Yo creo que el desafío es cómo logramos que José Antonio Kast forme un gobierno robusto, con músculo, que culturalmente plantee sus propuestas y logre una buena conducción y ojalá una continuidad con alguno de los suyos. Yo creo que ese es el proceso que hay que vivir y para eso, a mi juicio, hay que repensar la manera de asociarse, de aliarse, de juntarse. Yo creo que no es bueno tener dos coaliciones en un mismo gobierno. Por eso he señalado que Chile Vamos se agotó, y por lo tanto lo que tenemos que hacer es iniciar un nuevo ciclo apoyando a José Antonio Kast si es presidente, no solamente en la campaña, sino que sumándose a su gobierno y a partir de eso construir una derecha robusta que le dé sustento a ese gobierno.

Chile Vamos está en su etapa final porque tiene que mutar a algo distinto. A mi juicio, el mutar algo distinto significa sumarse al gobierno, apoyarlo desde los partidos y de ahí construir algo distinto, a lo mejor una coalición que se proyecte en los próximos 10 años. Repensar, a partir de esta tremenda oportunidad que es eventualmente lograr un gobierno, repensar la manera de cómo nos vamos a organizar en el sector, ver cómo va a evolucionar también republicanos siendo gobierno y a partir de ese repensar, de reflexionar, proyectar las cosas hacia delante y que resulten bien. El mejor ejemplo de cómo no hacerlo bien es lo que vivió este gobierno actual, donde, elegido que fue Boric, tuvo su gobierno y el socialismo democrático se fue incorporando de a poco, nunca de manera convencida, y terminó habiendo o existiendo dos coaliciones en los mismos gobiernos con empujones y tironeos que, a mi juicio, no dieron buen resultado.

-¿Por qué cree que hoy triunfa un candidato de extrema derecha?
-Él leyó y entendió mejor lo que la ciudadanía espera hoy día y por algo la gente lo está votando. Dos, quienes están gobernando lo hicieron mal y, cuando uno lo hace mal, uno busca alternativas nuevas. Pero el punto no es solamente leer mejor lo que la ciudadanía está esperando, que tengamos un país más seguro, que tengamos un país próspero, que tenga empleo, que los proyectos y la agenda social siga en pie. En fin, el punto no es eso, solamente detectarlo y diagnosticarlo, sino cómo hago para que eso resulte, porque la ciudadanía tiene poca paciencia. Hay poco tiempo para que las cosas empiecen a caminar de manera distinta. Lo fatal, a mi juicio, sería tener dos coaliciones en el mismo gobierno, eso sí que sería fatal, apoyando al mismo gobierno, la coalición republicana y la coalición Chile Vamos. Eso yo creo que es el peor de los mundos porque van a empezar los tironeos y los dimes y diretes.

-Entonces, ¿lo que debería hacer Chile Vamos es sumarse a Kast?
-Pensamos en una coalición como una hoja de ruta, una coalición política que llegáramos a ser gobierno de nuevo, y fue exitoso porque logró el segundo gobierno del presidente Piñera (…) Pero lamentablemente su proyección no fue exitosa. Entonces, cuando eso ocurre, seguir haciendo más de lo mismo no es bueno. Lo que pienso y lo que yo sugiero es que, tal como lo han hecho los diferentes partidos, apoyemos fuertemente en esta campaña a José Antonio Kast y luego los partidos voluntariamente, si es que son invitados como corresponde, se sumen al gobierno y lo apoyen fuertemente, pero no en la lógica de dos coaliciones. Yo creo que nosotros tenemos que repensar nuestro ideario, nuestro desarrollo a mediano plazo desde el punto de vista político. Tenemos que darle mucho músculo y fortaleza al gobierno que se va a elegir y a partir de eso ir construyendo nuevas proyecciones hacia adelante. Eso es lo que yo veo y lo veo muy claro. Seguir insistiendo en dos coaliciones, una desgastada y otra exitosa en la conducción del gobierno, es como tener dos entrenadores de fútbol en el equipo (…) Tiene que haber partidos que apoyen, que se incorporen y a partir de eso ir conociéndose, limando asperezas, lavando heridas, perdonándose por las cosas que dije o no dije y construyendo un proyecto político para darle fortaleza al gobierno y continuidad a lo que se vaya haciendo.

-¿Algún partido quedará afuera de este movimiento?
-Ojalá todos los que se sienten opositores al actual gobierno y quieren algo distinto, se sumen y apoyen. Puede surgir de que algunos no se sientan cómodos y prefieran simplemente apoyar desde el Congreso, como lo hizo la Democracia Cristiana con el gobierno de Gabriel Boric en ciertos proyectos específicos. Yo creo que esos apoyos tibios no sirven de mucho, uno está o no está (…) En todo caso, no hay mucho, está el Partido Nacional Libertario, está el Partido Republicano, RN y la UDI, porque todos los demás están disueltos. Es decir, en vías de disolverse, se disolvió Evopoli, se disolvió Demócratas, se disolvió Amarillo y se disolvió Social Cristiano.

-¿Qué autocritica hacen en Renovación Nacional?
-El resultado que tuvimos en la elección presidencial no fue bueno. Entonces, mi punto es no quedarnos anclados en la autocrítica permanente porque eso no te permite salir adelante. Yo creo que estas autocríticas, estas reflexiones tienen que durar un par de días y luego a otra cosa mariposa. ¿Y eso qué significa? Apoyar la campaña en la segunda vuelta, eso de todas maneras. Se podría haber hecho de mejor.

-¿Chile Vamos al unirse a la extrema derecha, no tiene posibilidades de perder su identidad o de como hemos visto en otros países, incluso extinguirse?
-Chile Vamos ya cumplió su ciclo. Por lo tanto, no es Chile Vamos el que se asocia. Imagínate que Chile Vamos éramos siete partidos y quedan dos (…) Yo no me enredaría en esta etapa con cuestionamientos respecto de qué va a pasar con Chile Vamos o con las coaliciones. Finalmente, aquí quedaron cuatro partidos de pie que representan fuertemente a la derecha en Chile (…) ¿Cómo no perder identidad? sino que más bien cómo poner tu sello sobre la mesa para que un gobierno como el que se pretende sea un gobierno que se proyecte más allá de 4 años y no sea un gobierno que simplemente represente a un sector de la derecha y yo creo que la mejor manera de hacerlo es con cuatro partidos fuertes, con buena presencia en el parlamento y obviamente discutiendo las ideas, propuestas y planteamientos para poder gobernar de manera correcta, pero nadie que se lleve la pelota para la casa (…) Claro que hay riesgos, pero creo que hay más riesgos quedándose afuera que no peleándola desde dentro. Mira el ejemplo de Argentina, el PRO entró la mitad y la otra mitad no y se quedaron peleados todos con todos. Al final Milei logró su objetivo, les pasó por encima (…) Renovación Nacional y UDI son partidos de mucha historia, de mucha raigambre territorial. Nosotros somos en el mundo municipal el partido más votado, ahora no fue mal. Entonces, tú no volteas a un partido con tanta historia en uno o dos años.

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