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Acusan a MEO de ser un “agente cubano” y este califica acusación de “grave y falsa” SIN EDITAR Archivo

Acusan a MEO de ser un “agente cubano” y este califica acusación de “grave y falsa”

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Libro sobre Alberto Fernández, publicado en 2022 en Argentina, asevera que el excandidato presidencial chileno en realidad trabajaba para los cubanos y que fue el gestor de los contactos con Nicolás Maduro y con Evo Morales. MEO dice que nunca ha “actuado por encargo de ningún gobierno extranjero”.


El excandidato presidencial Marco Enríquez-Ominami salió esta mañana a desmentir, por medio de su cuenta de X, la acusación que se vertió en su contra en un libro publicado hace tres años en Argentina, en el cual se le acusa de ser “un agente cubano”.

Se trata del libro “El presidente que no quiso ser”, de la periodista Silvia Mercado, reeditado este año por editorial Planeta, dos páginas del cual, una de ellas destacada en amarillo, fueron subidas a X por parte de Gonzalo Downey, quien se define en su perfil en esa red social como “Latinoamericanófilo, animalista, filatélico y operático”.

El texto en cuestión señala que entre quienes están convencidos de la injerencia cubana en la elección de Alberto Fernández como presidente de Argentina “hay quienes piensan que el chileno Marco Enríquez Ominami, hijo del fundados del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Miguel Enríquez, fue parte de la maniobra”.

Ante ello, agrega Mercado, “una fuente con información de inteligencia” le dijo que MEO “es un agente cubano con amplia agenda internacional y gestor de los primeros viajes internacionales que realizó Fernández durante la campaña”, aseverando que también fue quien gestionó los contactos, entre otros, con Nicolás Maduro “e incluso la protección que ejerció sobre el boliviano Evo Morales”.

El texto incluso dice que MEO fue una suerte de canciller en las sombras para Fernández.

En sus descargos, Enríquez aseveró que “la acusación de que soy agente cubano es falsa y grave. Nunca he trabajado para ningún servicio de inteligencia ni he actuado por encargo de ningún gobierno extranjero. Mi trayectoria es pública y verificable. Difundir imputaciones sin pruebas no es periodismo”.

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