Aunque históricamente se asocia al frío, el mate también encuentra un espacio en los meses de calor. Preparado en frío y combinado con frutas, soda o hierbas, este bebestible tradicional se adapta al verano y gana terreno como base para cócteles refrescantes y de bajo contenido alcohólico —o derechamente sin alcohol—.
El consumo de mate suele aumentar en otoño e invierno, pero durante el verano aparecen nuevas formas de disfrutarlo. Una de ellas es su preparación en frío, que permite mantener su sabor característico y aprovecharlo como ingrediente para bebidas más livianas y refrescantes.
En este escenario, las yerbas saborizadas han sido clave para ampliar las posibilidades. Sabores como menta, limón, frutos tropicales o berries facilitan combinaciones sin necesidad de sumar muchos ingredientes adicionales, lo que ha impulsado su uso especialmente entre públicos jóvenes.
Carolina Valeria, jefa de Marketing & Comunicaciones de la marca argentina CBSé, señala que “hoy tenemos una amplia variedad de sabores incluidos desde el origen, ideales para elaborar recetas de cóctel sin la necesidad de tener que agregar tantos extras”.
Cómo preparar una base de mate frío
Antes de crear cualquier bebida, es necesario preparar una base concentrada de yerba mate saborizada, que luego puede incorporarse a distintas recetas. El proceso consiste en hervir agua, retirar del fuego y agregar la yerba en partes iguales, dejar reposar y luego añadir la misma proporción de azúcar y agua.
Una vez frío, el preparado se cuela y se guarda en un envase, listo para usar.

Crédito: El Mostrador.
Tres recetas para tardes de verano
Entre las combinaciones posibles, destacan opciones simples y refrescantes:
Menta Spritz: mate frío de hierbas serranas, gin, hielo, soda y rodajas de lima o limón.
Cítrico Tropical: mate frío sabor limón o frutos tropicales, trozos de naranja, hielo y un toque de agua gasificada.
Cóctel de berries y mate: mate frío de frutos del bosque, canela, granadina, berries frescas y una hoja de menta. Una alternativa sin alcohol pensada como mocktail.
Con más de cuatro décadas de historia, el mate demuestra que puede reinventarse sin perder su identidad. En versión fría y con nuevas combinaciones, se posiciona como una opción distinta para hidratarse y compartir durante el verano, manteniendo viva una tradición sudamericana que sigue evolucionando.