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Alimentos light, diet y sin azúcar: diferencias, riesgos y recomendaciones de un nutricionista Alimentos Crédito: Cedida

Alimentos light, diet y sin azúcar: diferencias, riesgos y recomendaciones de un nutricionista

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Aunque muchas veces se consideran sinónimos de “más saludable”, los productos “light”, “diet” y “sin azúcar” responden a regulaciones distintas y no siempre garantizan una mejor calidad nutricional. Un especialista explica cómo diferenciarlos y elegir con criterio.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
Los alimentos “light”, “diet” y “sin azúcar” suelen asociarse a opciones más saludables, pero no siempre lo son. Según Javier Maruri, académico de Nutrición y Dietética de la UNAB Concepción, un producto “light” solo garantiza un 25% menos de calorías o nutrientes en comparación con su versión original, mientras que “diet” responde a necesidades específicas (como diabetes o hipertensión) y “sin azúcar” significa ausencia de azúcares añadidos, pero no de endulzantes ni carbohidratos naturales. La clave está en leer etiquetas, comparar y priorizar alimentos frescos y naturales.
Desarrollado por El Mostrador

En góndolas y supermercados abundan las etiquetas “light”, “diet” y “sin azúcar”. Para gran parte de los consumidores, estas palabras son sinónimo de opciones más sanas. Sin embargo, no siempre es así, estas categorías responden a normativas específicas, pero no implican necesariamente que el producto sea mejor para la salud. La clave está en conocer sus diferencias y aprender a leer los etiquetados.

Es por eso que desde la perspectiva nutricional es importante aclarar mitos y entregar información basada en evidencia.

Javier Maruri, académico de la carrera de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello, sede Concepción, explicó que no necesariamente un alimento “light” siempre es más saludable.

“Según la normativa chilena, ‘light’ significa que el producto tiene al menos un 25% menos de calorías o de un nutriente específico (grasas, azúcares, sodio) respecto a su versión tradicional. Esto no implica automáticamente que sea saludable”, explicó.

El nutricionista apuntó que un snack “light” puede seguir siendo alto en sodio o bajo en fibra, lo que lo convierte en una opción poco recomendable para el consumo frecuente”.

Agregó que, contrario a lo que se cree, hay diferencias entre “light”, “diet” y “sin azúcar”, ya que cuando un producto es “light”, quiere decir que tiene al menos un 25% menos de calorías o de algún nutriente como el azúcar, la grasa o el sodio en comparación con su versión normal.

En cambio, “diet” se refiere a productos diseñados para necesidades específicas, por ejemplo, para personas con diabetes o hipertensión.

“Eso no significa que sean bajos en calorías: un alimento “diet” puede no tener azúcar, pero sí mucho sodio o grasa. Y cuando dice “sin azúcar”, lo que quiere decir es que no se han añadido azúcares como sacarosa, glucosa, fructosa, lactosa o maltosa, de acuerdo con la normativa chilena. Sin embargo, sí puede contener endulzantes no calóricos (como sucralosa o stevia) o carbohidratos presentes de forma natural en el alimento, que también aportan energía”, precisó el especialista.

“El problema es que muchas veces confundimos estos términos y terminamos creyendo que un producto “diet” siempre es bajo en calorías, cuando en realidad solo responde a una modificación puntual”, explicó Maruri.

Consumo no libre de riesgos

Si bien los alimentos “light” pueden ser útiles en contextos clínicos o como apoyo a una alimentación equilibrada, su consumo excesivo no está libre de riesgos, explicó el nutricionista.

“Algunos productos reemplazan azúcares por endulzantes no calóricos, lo que puede alterar la percepción del dulzor y estimular la preferencia por sabores intensamente dulces. Además, basar la dieta en ultraprocesados “light” desplaza el consumo de alimentos frescos y nutritivos como frutas, verduras y cereales integrales, afectando la calidad global de la dieta”, dijo.

Por esto, insistió en que los alimentos “light” pueden ser una herramienta dentro de un plan nutricional, pero no deben confundirse con sinónimo de salud.

Más que etiquetas: educación alimentaria

Si bien los alimentos “light”, “diet” o “sin azúcar” pueden tener un rol en ciertos contextos, su consumo indiscriminado no reemplaza la importancia de una dieta basada en productos frescos, naturales y variados. Más allá de elegir entre estas categorías, la verdadera clave está en fomentar la educación nutricional y en tomar decisiones informadas para mejorar la calidad de la alimentación.

“La clave está en leer el etiquetado, comparar versiones y priorizar siempre una alimentación basada en alimentos naturales y mínimamente procesados. En nutrición, no existen atajos: más que productos “light”, lo que necesitamos es educación alimentaria y decisiones informadas”, finalizó.

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