Turismo
Créditos: El Mostrador.
De Laponia a París: los destinos del mundo que se convierten en postales navideñas
Ciudades de Europa, Norteamérica y Sudamérica se consolidan como polos turísticos durante diciembre, combinando tradiciones, espectáculos y paisajes invernales que atraen a millones de viajeros en busca de vivir la Navidad en escenarios icónicos.
Cada año, la llegada de diciembre impulsa a millones de personas en todo el mundo a planificar viajes asociados a la Navidad, una de las temporadas turísticas más relevantes del calendario global. Las celebraciones, tradiciones locales y paisajes invernales convierten a esta fecha en un atractivo transversal, tanto para quienes buscan experiencias familiares como para viajeros interesados en cultura, espectáculos y consumo. Según proyecciones del sector turístico, el período navideño concentra uno de los mayores flujos de desplazamientos internacionales, especialmente hacia ciudades icónicas que han construido una identidad festiva reconocible a nivel mundial.
En ese contexto, distintos destinos han sabido capitalizar el imaginario colectivo asociado a la Navidad, combinando tradiciones centenarias, eventos masivos y una cuidada puesta en escena urbana. Desde pueblos del norte de Europa cubiertos de nieve hasta grandes capitales que se transforman con luces, vitrinas y mercados temáticos, estas ciudades se posicionan como referentes del turismo estacional. Su éxito responde no solo a la oferta de actividades, sino también a la capacidad de ofrecer experiencias simbólicas que refuerzan el espíritu navideño y atraen a visitantes de distintas generaciones y culturas.
Entre los destinos que encarnan el imaginario navideño clásico destaca Laponia, en Finlandia, considerada uno de los lugares más mágicos para celebrar estas fechas. En Rovaniemi, el Santa Claus Village, reconocido oficialmente como el hogar de Papá Noel, recibe a miles de visitantes cada año que cruzan el Círculo Polar Ártico, envían postales con matasellos especial y participan en actividades como paseos en trineos tirados por huskies o renos, en una experiencia marcada por la nieve y la tradición.
Otra de las grandes postales navideñas del mundo es Nueva York. Durante diciembre, la ciudad se transforma con el árbol del Rockefeller Center, pistas de hielo en pleno Midtown y vitrinas decoradas que convierten a la Gran Manzana en un espectáculo urbano de luces y celebraciones. Estados Unidos proyecta un aumento significativo de los viajes en esta época, con ciudades como Nueva York y Miami concentrando buena parte del tráfico aéreo navideño.
Europa, en tanto, mantiene su atractivo gracias a la fuerza de sus tradiciones. Los mercados navideños son uno de sus principales sellos, especialmente el Striezelmarkt de Dresde, en Alemania, considerado uno de los más antiguos del mundo y que reúne cerca de 240 puestos y millones de visitantes cada año. A este circuito se suman ciudades como Praga, Viena, Budapest y Londres, reconocidas por su ambientación festiva, gastronomía típica y celebraciones históricas.
En Sudamérica, Gramado, en el sur de Brasil, se posiciona como uno de los destinos navideños más relevantes del continente. Su festival Natal Luz, que se extiende entre noviembre y enero, convoca a cerca de 1,5 millones de personas con desfiles, espectáculos, iluminación monumental y actividades familiares, consolidándose como una alternativa cercana y masiva para quienes buscan vivir la Navidad con un sello propio.
París completa la lista de destinos imperdibles. Durante diciembre, la capital francesa despliega decoraciones, vitrinas y mercados de temporada que transforman espacios como los Campos Elíseos y la Plaza del Hôtel de Ville en verdaderas postales navideñas. Más allá de su carácter romántico, la ciudad combina historia, cultura y celebraciones que refuerzan el encanto de pasar la Navidad en una de las capitales más visitadas del mundo.