Ciencia y filosofía: un diálogo permanente
¡Buenas tardes, estimados lectores y lectoras de este Universo Paralelo!
Este año, en que la mecánica cuántica cumplió un siglo, volvimos a comprobar algo que nunca deja de sorprenderme: sus preguntas filosóficas siguen tan vivas como sus predicciones experimentales. Lo que comenzó como un intento por describir el mundo microscópico, terminó obligándonos a revisar intuiciones profundas sobre azar, realidad y conocimiento. No es extraño: antes de que existiera la física moderna, la filosofía ya llevaba siglos preguntándose por esos mismos temas.
- Aprovecho este contexto para compartir algo que me tiene contento: la publicación del libro que escribí junto a José Edelstein, La tiranía del azar. En él exploramos con más detalle esta teoría extraordinaria, que no solo transformó la física del siglo XX, sino también nuestra forma de pensar sobre lo que es posible saber.
Pero la historia entre ciencia y filosofía no comienza con la cuántica ni termina en ella. Desde los griegos hasta hoy, ambas disciplinas se han prestado preguntas, métodos y sospechas. Este número quiere asomarse a esa relación desde ángulos distintos, algunos más conceptuales, otros más narrativos, todos atravesados por esa frontera difusa donde se encuentran las ideas y los experimentos.
Para profundizar en este tema, nos acompañan el antropólogo social Francisco Crespo, el geólogo Camilo Sánchez, el doctor en Ciencias Ignacio Retamal y la periodista Francisca Munita.
Gracias por acompañarnos en esta edición de Universo Paralelo, dedicada a explorar cómo la ciencia y la filosofía se cruzan, se tensionan y, a veces, se iluminan mutuamente. Este número reúne miradas distintas sobre preguntas que han acompañado siglos de pensamiento: qué podemos conocer, cómo interpretamos aquello que observamos y qué lugar ocupa el azar en nuestra comprensión del mundo.
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ONTOLOGÍA CUÁNTICA

Crédito: Imagen generada por IA.
El azar es uno de los grandes misterios que nos heredó la mecánica cuántica, teoría que, pese a cumplir un siglo, sigue desconcertándonos. Hasta su llegada, el azar era solo un síntoma de ignorancia.
- Si introducimos la mano, sin mirar, en una bolsa que contiene una bolita blanca y una negra y escondemos una dentro del puño, sabemos que tenemos un 50% de probabilidades de que sea una u otra al abrir la mano.
Pero nadie piensa que la bolita no tiene color antes de exhibirla. Su color existe, solo está allí, oculto bajo piel y huesos. Su realidad es, como diría un filósofo, ontológica: independiente de nosotros, anterior a cualquier observación. Aquí el azar es epistemológico: expresa nuestra falta de conocimiento.
Imaginemos ahora que dos científicos, Alice y Bob, toman cada uno una bolita sin mirarla y la esconden. Bob se sube a una nave y viaja a la galaxia de Andrómeda, a millones de años luz. Allí, completamente desconectado de Alice, abre su puño y ve una bolita negra. Instantáneamente concluirá que la de Alice es blanca.
- Nada misterioso aquí. Alice no necesitaba enviar nueva información. Esta viajó con Bob dentro de su puño. Solo que lo hizo oculta hasta que él miró.
Todo esto que parece tan obvio toma ribetes demenciales en el mundo subatómico. Podemos conseguir un par de electrones con una propiedad análoga al color de las bolitas: el espín. Una cantidad que solo puede tomar dos valores y que en jerga cuántica se llaman “arriba” o “abajo”. Podemos, además, prepararlos de tal modo que, si uno resulta arriba, el otro necesariamente será abajo. Hasta aquí, suena igual a las bolitas.
- Pero en la mecánica cuántica el azar es fundamental: antes de observarlos, los electrones no tienen un espín definido. No es que lo tengan y no lo sepamos. No lo tienen. Los objetos materiales viven en una superposición de posibilidades. El azar deja de ser un problema de ignorancia, de epistemología. Se vuelve un problema del ser: una cuestión ontológica.
Es en este contexto cuando el experimento de Bob y Alice se pone interesante. Ahora el electrón de Bob no estará ni arriba ni abajo hasta que él lo observe allá en Andrómeda. Si, por ejemplo, obtiene “arriba”, el electrón de Alice, aquí en la Tierra, queda fijado en “abajo”.
- Esto es lo que Albert Einstein no podía aceptar. Parece, ahora sí, como si la información hubiese viajado instantáneamente, mucho más rápido que la luz, para informar al electrón de Alice cuál debía ser el resultado cuando fuera observado.
¿O nos estábamos engañando y lo que realmente ocurre es que las variables ocultas están allí, tal como en el caso de las bolitas, solo que no las conocemos? La mecánica cuántica, en palabras de Einstein, podría estar incompleta.
A comienzos de los años 60, el físico John Bell diseñó un brillante experimento que permitía determinar si estas variables ocultas existían: el primer caso de metafísica experimental. A partir de los años 80, estos experimentos se pudieron realizar, valiéndoles el Premio Nobel, en 2022, a Alain Aspect, John F. Clauser y Anton Zeilinger.
Fue definitivo: las variables ocultas no existen. Los electrones están “entrelazados” de un modo intrínsecamente cuántico y muestran, en sus propiedades, correlaciones que no podemos explicar usando la lógica de la física –o de la ontología– clásica.
Puede parecer extraño y, sin embargo, la mecánica cuántica, con su delirante ontología, explica con precisión abismal átomos, moléculas y partículas subatómicas, además de sustentar tecnologías hoy comunes.
Parece razonable, entonces, tomar sus consecuencias ontológicas con la misma alegría y seriedad.
LAS IMPOSTURAS INTELECTUALES

Crédito: Imagen generada por IA.
| Por Francisco Crespo Antropólogo social |
La filosofía y la ciencia han tenido una relación problemática desde la introducción del método científico moderno.
Entre la década de los 60 y 80 este conflicto se agudizó, particularmente en Europa y más específicamente en Francia, en donde los intelectuales públicos ocupaban un lugar central en discusiones de interés social. Durante décadas los filósofos llamados “posestructuralistas” (un nombre que odiaban) se habían dedicado a cuestionar el estado de los hechos científicos, dando un vuelco hacia el “discurso” en la filosofía. En 1979, este conflicto llegaría al culmen con la publicación de La vida en el laboratorio de Bruno Latour y Steve Woolgar, en donde se planteaba que los “hechos científicos” eran “construidos”.
- Como toda radicalización del pensamiento racionalista, la filosofía posmoderna es enrevesada y difícil de explicar y no los voy a aburrir con los detalles de la posterior Teoría del actor-red de Latour, pero sí puedo decir que los científicos no estaban contentos.
En 1996 este descontento se plasmó en el conocido “Escándalo Sokal”, protagonizado por el físico Alan Sokal. El autor se propuso probar la falta de rigor científico de los teóricos de lo que en ese entonces se denominaba “estudios sociales de la ciencia”. Para ello, envió un artículo pseudocientífico a la revista Social Text, titulado: “Transgressing the Boundaries: Towards a Transformative Hermeneutics of Quantum Gravity”. En este artículo se explicaba que la gravedad era un constructo social.
- Siendo aceptado y publicado, Sokal reveló el engaño en otra revista: Lingua Franca. Esto generó una serie de controversias a las cuales Alan Sokal respondió en la misma revista y me permito citar textualmente :
- “Mi objetivo no es defender la ciencia de las hordas bárbaras de la crítica literaria (sobreviviremos perfectamente, gracias), sino defender a la izquierda de un segmento de moda dentro de ella misma. Al igual que muchos otros de diversos orígenes y disciplinas, hago un llamado a la izquierda para que recupere sus raíces ilustradas. Nos preocupan sobre todo las ciencias sociales y las humanidades, no las ciencias naturales. (…) Hay cientos de cuestiones políticas y económicas importantes que rodean a la ciencia y la tecnología. La sociología de la ciencia, en su mejor expresión, ha contribuido en gran medida a aclarar estas cuestiones. Pero la sociología descuidada, al igual que la ciencia descuidada, es inútil o incluso contraproducente”.
El giro lingüístico en filosofía y la posterior crítica al estructuralismo (de allí el nombre “post” estructuralistas) marcaron fuertemente a las ciencias sociales, sentando una brecha definitiva en lo que Snow llamó “las dos culturas” en la academia.
Para muchos esta división es natural: ¿quién querría relacionarse con charlatanes? Para otros, entre los cuales me cuento, una pequeña tragedia invisible para el conocimiento humano.
NOTICIAS: LA SEMANA EN CIENCIA

Crédito: NASA / ESA / A. Simon (GSFC) / M.H. Wong (UC Berkeley)
Júpiter fotografiado por el Telescopio Espacial Hubble, protagonista de un estudio reciente que revela cómo su crecimiento temprano reordenó el sistema solar.
| Por Francisca Munita Periodista |
Después de una semana electoral saturada de análisis y sobresaltos, el mundo científico siguió su propio ritmo. Aquí reunimos las noticias más llamativas de estos días, un recorrido que va desde fenómenos celestes hasta avances médicos y nuevas pistas sobre la dinámica profunda de nuestro planeta.
- Nueva molécula frena el daño tisular asociado a la diabetes
Un equipo internacional identificó una molécula llamada RAGE406R, capaz de bloquear una vía inflamatoria clave que causa lesiones en tejidos de personas con diabetes tipo 1 y 2. El compuesto impide la interacción entre dos proteínas que aceleran el daño celular, planteando una estrategia terapéutica completamente distinta a los tratamientos basados solo en controlar la glucosa. El hallazgo abre la posibilidad de medicamentos que prevengan complicaciones graves, como úlceras crónicas o daño renal.
Dato curioso: la proteína RAGE fue descubierta en los años 90, pero nadie había logrado bloquearla de forma selectiva sin afectar funciones celulares normales.
Publicado el 15 de noviembre de 2025. Conoce MÁS.
- Una “supertierra” cercana se convierte en la mejor candidata para buscar vida extraterrestre
Astrónomos anunciaron que GJ 251 c, un planeta rocoso a unos 20 años luz, reúne las condiciones más prometedoras hasta ahora para detectar señales de vida fuera del sistema solar. Tiene una masa unas cuatro veces mayor que la Tierra y orbita en la zona habitable de su estrella, donde podría existir agua líquida. Su relativa cercanía permitirá a futuros telescopios estudiar su atmósfera con un nivel de detalle sin precedentes.
Dato curioso: GJ 251, la estrella que orbita GJ 251 c, es una enana roja tan tenue que, a simple vista, sería imposible verla incluso si estuviera diez veces más cerca.
Publicado el 13 de noviembre de 2025. Conoce MÁS.
- Nuevo modelo muestra cómo el crecimiento temprano de Júpiter reconfiguró todo el sistema solar
Un estudio de simulación reveló que Júpiter se formó tan rápido que abrió brechas y “anillos” en el disco de polvo que rodeaba al joven Sol hace más de 4.500 millones de años. Esta arquitectura turbulenta explica por qué ciertos meteoritos se formaron mucho más tarde de lo estimado y cómo se distribuyó la materia que dio origen a los planetas. El trabajo ayuda a reconstruir la cronología real de la evolución del sistema solar.
Dato curioso: Júpiter creció tan rápido que, en términos cósmicos, pasó de “embrionario” a gigante en menos de 1 millón de años.
Publicado el 13 de noviembre de 2025. Conoce MÁS.
- Nuevo proceso geológico oculto: las raíces de los continentes se desprenden y alimentan volcanes oceánicos
Geocientíficos descubrieron que las masas continentales no solo se fragmentan en la superficie: también pierden parte de su “raíz” profunda, que se hunde en el manto y migra hacia zonas oceánicas, donde alimenta volcanismo. Esta dinámica cambia la comprensión clásica de la tectónica y del origen de muchas islas volcánicas. El mecanismo podría explicar anomalías químicas en rocas marinas y la redistribución de calor en el interior terrestre.
Dato curioso: partes del continente hundidas pueden viajar cientos de kilómetros bajo el océano antes de volver a emerger como lava.
Publicado el 12 de noviembre. Conoce MÁS.
ÓRBITAS PARALELAS
NASA libera datos del cometa interestelar 3I/ATLAS: ¿tecnología alienígena o solo un visitante cósmico?
El 18 de noviembre, la NASA publicó imágenes y espectros detallados del cometa 3I/ATLAS, el tercer objeto interestelar confirmado en nuestro sistema solar. Detectado en julio desde Chile, muestra anomalías como una trayectoria improbable alineada con el plano de la Tierra, ausencia de cola típica pese a su paso cercano al Sol, y una composición rica en níquel y dióxido de carbono con baja evidencia de hielo de agua. El astrofísico Avi Loeb sugiere que podría ser una sonda extraterrestre diseñada, pero la agencia insiste: es un cometa natural con jets de gas explicables, aunque su origen fuera del sistema solar lo hace único para estudiar mundos lejanos.
Más información.
Tormenta solar histórica ilumina el hemisferio sur
El Sol desató una tormenta geomagnética severa entre el 12 y 15 de noviembre, la más intensa del ciclo 25 (el periodo solar actual, iniciado en 2019 y hoy en su fase de máxima actividad). Hubo interrupciones menores en GPS y radio HF, además de auroras australes visibles mucho más al norte en el hemisferio sur. Australia y Nueva Zelanda registraron cielos verdes y púrpura, y aún se esperan nuevos eventos en los próximos días.
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LA IMAGEN DE LA SEMANA

Crédito: Wikimedia Commons. Imagen considerada la primera fotografía en la que aparece un ser humano (1838).
| Por Camilo Sánchez Geólogo |
LA PRIMERA FOTOGRAFÍA
En la novela Cien años de soledad, José Arcadio Buendía se quedó mudo de estupor al verse junto a su familia en un daguerrotipo, “plasmados en una edad eterna sobre una lámina de metal tornasol”. Este asombro lo llevó a una obsesión: realizar daguerrotipos de todo Macondo, buscando incluso fotografiar la existencia de Dios.
- Así como para José Arcadio, la fotografía ha sido empleada, formalmente desde 1839,como una herramienta documental, testimonial, de reportaje o de exploración. Algo que la fotógrafa Martine Franck describió como “un fragmento de tiempo que no volverá”. Pero la evolución de la técnica fotográfica no fue rápida, ni mucho menos estuvo alejada de polémicas.
La palabra fotografía alude a dibujar con la luz. En la evolución de la técnica, se consideraron inicialmente dispositivos visuales como la cámara oscura o los dioramas, que intentaban retratar la realidad. En esta evolución, el químico e inventor francés Joseph Nicéphore Niépce desarrolló la heliografía, con la cual hizo la primera fotografía de la historia en 1827. Utilizó para ello “una suerte de ojo artificial, simplemente una pequeña caja cuadrada, de seis pulgadas de lado (~15 cm), donde se coloca un tubo que puede ser alargado y que lleva un vidrio lenticular”.
- Esta técnica fue perfeccionada posteriormente por Louis Daguerre, un artista gráfico francés que se asoció con Niépce para masificar la captura de imágenes. Así, en 1835 y de forma accidental, Daguerre descubrió que una placa metálica expuesta en su armario de recipientes químicos retrataba una imagen debido a los vapores de mercurio que actuaban como revelador. Posteriormente, mejoró el procedimiento, sumergiendo la placa en soluciones salinas de tiosulfato de sodio, mejorando la nitidez de su invención, a la que denominó: daguerrotipo.
Es por esto que en la imagen de la semana de Universo Paralelo conmemoramos el natalicio de Louis Daguerre, por medio de la que es considerada la primera fotografía de la historia en la que aparecen personas.
En ella se retrata una situación cotidiana en el Boulevard du Temple en el París de 1838. Debido al prolongado tiempo de exposición que requería la técnica, no se distinguen personas en movimiento; solo personas inmóviles como la silueta de un lustrabotas y su cliente. A pesar de que la espontaneidad de la imagen ha sido cuestionada posteriormente, Daguerre logró algo trascendental: convenció al secretario de la Academia de Ciencias de la Francia de la época, François Arago, para comprar la patente de la invención.
- Arago consideró que el daguerrotipo era una tecnología con grandes utilidades que “debía estar en manos de todo el mundo para contribuir a la igualdad social”. Esto fomentó la masificación de la técnica fotográfica, marcando el inicio de la socialización de la imagen. A partir de allí se sucedieron hitos clave: el desarrollo de la fotografía amateurpromovida por el libro The Pencil of Nature de 1844, la primera fotografía a color en 1861 o el desarrollo de registros científicos, como la fotografía médica por el doctor Duchenne de Boulogne en 1844.
La fotografía sigue siendo una temática que cautiva. Incluso hoy persisten preguntas abiertas sobre sus efectos en el comportamiento humano, como indica la investigadora de la Universidad de Nueva York, la Dra. Alixandra Barasch. Al punto que estimaciones recientes como las del portal Photutorial estiman que se realizarán 2.1 billones de fotografías durante 2025 a nivel global.
François Arago tuvo razón al comprar la patente de los daguerrotipos: la fotografía se popularizó y transformó a todas las personas en fotógrafas, cumpliendo la máxima de Cartier-Bresson: “Una fotografía podía fijar la eternidad en un instante”, ya sea en nuestro día a día o, incluso, en Macondo.
BREVES PARALELAS

Crédito: Imagen generada por IA.
| Por Francisca Munita Periodista |
HUSSERL Y LA ILUSIÓN DE UNA CIENCIA SIN SUJETO
Edmund Husserl escribió en 1936 un diagnóstico que, a primera vista, parecía extraño: la ciencia moderna había perdido contacto con aquello que pretendía comprender. En La crisis de las ciencias europeas, sostuvo que la física, desde Galileo, había construido un retrato del mundo basado en idealizaciones matemáticas –trayectorias perfectas, superficies lisas, magnitudes medibles– que no se encuentran así en la experiencia cotidiana. Esas abstracciones, necesarias para formular leyes universales, fueron tomadas con el tiempo como si fuesen la realidad misma.
- Para Husserl, ahí nace el mito de la “objetividad pura”: la idea de que la física describe la realidad tal como es, independientemente de cualquier mirada humana. Pero él insistía en un punto central y verificable: toda ciencia parte del “mundo de la vida”, el ámbito inmediato donde percibimos, medimos, interpretamos y damos sentido. Sin esa base, las teorías corren el riesgo de volverse tan eficientes como desconectadas de su origen.
Husserl no criticaba los logros de la física –a la que consideraba ejemplar–, sino la tendencia a olvidar que sus modelos son construcciones. Representan ciertos aspectos del “mundo”, no el “mundo” entero. Eso no resta valor a la ciencia, pero obliga a una conciencia más fina de sus límites y alcances.
Hoy, esta reflexión vuelve a aparecer en debates reales: la dificultad de interpretar la física cuántica, la dependencia de modelos en climatología o economía, o la creciente mediación tecnológica del conocimiento. En cada caso se repite el mismo recordatorio husserliano: ninguna ciencia está completamente desligada del sujeto que la produce.
KANT Y LAS FORMAS QUE HACEN POSIBLE LA EXPERIENCIA
Cuando Kant publica la Crítica de la razón pura en 1781, introduce una tesis que reorganiza la relación entre conocimiento y experiencia: espacio y tiempo no proceden de los objetos, sino del sujeto. No son entidades externas ni propiedades descubiertas en las cosas, sino formas a priori de la sensibilidad, marcos innatos mediante los cuales el ser humano ordena aquello que se le presenta. Solo gracias a estas formas es posible hablar de fenómenos, de relaciones entre ellos y de un orden estable que pueda ser estudiado por la física.
- Para Kant, la ciencia no describe la “cosa en sí”, aquello que no puede aparecer, sino lo que surge cuando la diversidad sensible es organizada por nuestras estructuras cognitivas. Esta tesis no limita el alcance de la física; por el contrario, explica por qué sus leyes tienen validez universal. Si todo sujeto humano percibe bajo las mismas condiciones formales, entonces las regularidades identificadas por la ciencia no dependen de particularidades individuales, sino de la estructura común de la experiencia posible.
La propuesta kantiana no pretende reducir el mundo a una construcción mental, ni afirma que los objetos dependen ontológicamente del sujeto. Su punto es otro: lo que conocemos no puede separarse de las condiciones que hacen posible ese conocer. En un contexto donde la física moderna ha cuestionado intuiciones clásicas sobre espacio y tiempo, la advertencia de Kant conserva vigencia: toda investigación empírica opera dentro de marcos que el sujeto no elige, pero que tampoco puede abandonar.
RECOMENDACIÓN: SALOMÉ, LA CUMBRE DE RICHARD STRAUSS

Crédito: Historia Arte (HA!) Salomè con la testa del Battista. Caravaggio, Italia 1607.
| Por Ignacio Retamal Dentista y doctor en Ciencias |
Esta recomendación es para experimentar una de las grandes obras de la ópera moderna: Salomé, de Richard Strauss, en el Teatro Municipal de Santiago, desde el 21 al 29 de noviembre. Esta ópera en un acto, basada en la influyente tragedia homónima de Oscar Wilde, es reconocida como una pieza fundamental de la historia de la música por su innovadora concepción dramática y orquestal.
- La obra aborda un pasaje bíblico de profundo significado y controversia. La trama se centra en las complejas relaciones en la corte del rey Herodes, su esposa Herodías y la joven Salomé. La confrontación con el profeta Juan, quien repudia el matrimonio de Herodes, desencadena una cadena de eventos impulsada por un juramento imprudente y un deseo implacable. Strauss toma este material de alto voltaje emocional para explorar temas universales como el peso del honor, el destino y la intensidad de las pasiones humanas.
Musicalmente, Salomé es una obra innovadora. En un momento crucial de la transición musical, Strauss empleó una riqueza orquestal y una complejidad armónica inéditas para dotar de una profundidad psicológica única a cada personaje. El resultado es un drama sonoro que captura la tensión y el fervor de la corte. Destaca especialmente el rol de la protagonista, que no solo exige una capacidad vocal excepcional, sino también la interpretación de la famosa y teatral “Danza de los Siete Velos”, un momento de gran sofisticación coreográfica y musical.
Asistir a Salomé es una experiencia donde la música, la literatura y el drama se unen en su máxima expresión. Te invitamos cordialmente a disfrutar de la inmensa belleza y el poder dramático de esta obra en el Teatro Municipal de Santiago.
Y esto es todo en esta edición de Universo Paralelo. Ya sabes, si tienes comentarios, recomendaciones, fotos, temas que aportar, puedes escribirme a universoparalelo@elmostrador.cl. Gracias por ser parte de este Universo Paralelo.
- Mis agradecimientos al equipo editorial que me apoya en este proyecto: Fabiola Arévalo, Francisco Crespo, Francisca Munita, Ignacio Retamal, Camilo Sánchez y Sofía Vargas, y a todo el equipo de El Mostrador.
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