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Cincuenta años de “rivalidad” digital: el camino de los torneos gamers Digital

Cincuenta años de “rivalidad” digital: el camino de los torneos gamers

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Ana Guajardo
Por : Ana Guajardo Presidenta Asociación Mujeres en la Industria de los Videojuegos - Mujeres en VG www.mujeresenvg.cl
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La historia de los videojuegos tiene muchas aristas, pero una de las más fascinantes es su vínculo con la competencia. Mucho antes de Mario, y cuando Nintendo aún no soñaba con los bits, el físico William Higinbotham creó Tennis for Two en 1958. Usando un osciloscopio, una pelota representada por un píxel y dos mandos manuales, aquel experimento realizado en el Laboratorio Nacional de Brookhaven inauguró no sólo el videojuego moderno, sino también la primera “rivalidad” digital.

Catorce años después, en 1972, la Universidad de Stanford albergó el primer torneo oficial de videojuegos: las Olimpiadas Intergalácticas de Spacewar!. El premio fue una suscripción anual a la revista Rolling Stone, y el ganador, el estudiante Bruce Baumgart, se convirtió sin saberlo en el primer campeón de los deportes electrónicos.

Durante las siguientes décadas, los torneos locales y encuentros comunitarios fueron cimentando una cultura competitiva. Ese proceso se profesionalizó con la creación de la Cyberathlete Professional League (CPL) en 1997, que marcó el inicio de una industria hoy multimillonaria, con estructuras totalmente comparables a las del deporte tradicional: entrenadores, analistas, psicólogos y jugadores con contratos internacionales.

La era de la visibilidad

Con la llegada del siglo XXI, los esports alcanzaron, al menos en papel, su madurez. Plataformas como Twitch y YouTube transformaron las competencias en espectáculos globales. En 2022, la final del League of Legends World Championship congregó a más de 70 millones de espectadores en línea. Los videojuegos dejaron de ser un pasatiempo doméstico para convertirse en una forma legítima de espectáculo, negocio y cultura digital, con, por ejemplo, artistas internacionales haciendo canciones para los torneos, haciendo un cruce de industrias que muchas veces era ignorado.

El jugador chileno Pochoclo23 durante las rondas clasificatorias en Evo Francia 2025. Créditos de imagen, Massy Vilches, Proton.

En apenas dos décadas, los torneos pasaron de los sótanos universitarios a llenar estadios enteros. Y en ese proceso, el lenguaje también cambió: hoy se habla de rendimiento, latencia, diseño térmico y precisión con la misma naturalidad con que se discuten tácticas futbolísticas.

Chile y una generación sin fronteras

Nuestro país no es ajeno a este fenómeno, Torneos internacionales han tenido como sede Santiago, Talcahuano y Puerto Varas. Los jugadores por su parte han consolidado una presencia no menor en la escena global de los torneos, ya sea de esports, efootball o fighting games.

Entre los nombres más reconocidos en el mundo fighting figura Gonzalo “ZeRo” Barrios, considerado uno de los mejores jugadores de Super Smash Bros. En Mortal Kombat, los hermanos Matías “Scorpionprocs” Martínez y Nicolás “FgcNicolas” Martínez hicieron historia en el EVO 2022, obteniendo el primer y tercer lugar mundial, respectivamente, cuando apenas tenían 17 años. Matias incluso volvió a subirse al primer lugar de un podio este año en la Final Kombat cuyo premio al ganador fue de 70.000 dólares.

Otro referente es Nicolás “Kane BlueRiver” González, campeón del EVO 2015 en Ultimate Marvel vs. Capcom 3, figura clave en la escena latinoamericana. También destaca Keznit, jugador chileno profesional de Valorant, quien ha integrado equipos como KRÜ Esports y Leviatán.

“Estamos muy contentos de ver cómo los jugadores chilenos siguen dejando huella en la escena competitiva internacional. Desde Proton creemos que el talento nacional merece visibilidad y herramientas que les permitan competir de manera segura y conectarse al mundo sin barreras”, comentó Gustavo Toselli, Influencer Marketing Team Lead de Proton.

El talento femenino también ha estado  presente. En los pasados Juegos Panamericanos Santiago 2023: la selección chilena femenina de Dota 2 obtuvo medalla de bronce, marcando la primera participación de los esports en este evento, aunque al ser deporte invitado no fue contabilizado en el medallero oficial, el equipo igualmente fue mencionado y recibido por el gobierno. 

Blaz a segundos de enfrentarse al jugador francés Mister Crimson, en Evo Francia 2025. Créditos de imagen, Massy Vilches, Proton.

El desarrollo del ecosistema gamer chileno no depende solo del talento individual, sino también de las estructuras que lo respaldan. En ese sentido, la Academia VGM —apoyada por la Ley de Donaciones Culturales— se ha consolidado como un espacio clave para la formación temprana de jugadores, promoviendo la técnica competitiva junto al trabajo en equipo y el crecimiento personal.

Recientemente, la academia tuvo una destacada participación en EVO Francia, evento que por primera vez se realizó en Europa y que reunió a competidores de más de 90 nacionalidades. En esta cita brilló Blaz, joven prodigio chileno de apenas 16 años, reconocido como uno de los mejores jugadores de Ryu en Street Fighter. Su estilo agresivo, precisión en los combos, dominio de los Perfect Parrys y fuerte presión en las esquinas le han permitido alcanzar resultados notables: segundo lugar en la Capcom Cup XI 2025, podio en la Esports World Cup 2025 y recientemente segundo lugar en EVO Francia.

Hardware y precisión: el músculo invisible

El crecimiento de los esports trajo consigo una revolución tecnológica. La habilidad ya no basta: el hardware se convirtió en una extensión del rendimiento. En EVO Francia, PlayStation realizó una exhibición dedicada a la evolución de sus controles competitivos, destacando cómo la ergonomía y la innovación han definido el pulso de la escena digital.

Matías “Scorpionprocs” Martínez y Nicolás “FgcNicolas” Martínez en una demostración para prensa en 2023

Para Francisco Silva, Country Manager Chile-Perú de Kingston Technology, esta transformación fue clave: “Hoy los jugadores profesionales exigen equipos de máximo desempeño: memorias DDR5 para overclocking, almacenamiento SSD PCIe M.2 de quinta generación y diseño térmico avanzado. Cada componente cuenta; cualquier cuello de botella puede definir una partida.”

Martín Grillo, Gaming Category Manager Cono Sur de HyperX, añade: “Los periféricos son hoy tan decisivos como la estrategia. Las exigencias de los jugadores evolucionaron hacia mayor precisión, velocidad y personalización.” Mouse ultraligeros, teclados de respuesta inmediata y audífonos con cancelación activa son parte del nuevo estándar competitivo. Cada clic y cada milisegundo cuentan.

El frente móvil: una nueva arena

El gaming móvil representa la próxima frontera competitiva. Aunque no todas las marcas apuestan directamente por este segmento, quienes lo hacen priorizan el rendimiento sobre la estética. “Estos dispositivos garantizan procesadores de alto desempeño, pantallas de gran velocidad y sistemas térmicos capaces de sostener competencias profesionales. En torneos como Call of Duty: Mobile, Free Fire o PUBG, la estabilidad técnica es la clave”, explica Gabriel Bahamondes, Coordinador de Marketing Técnico de ASUS Latinoamérica.

El ROG Phone de Asus es un equipo que se enfoca 100% en los gamers. Está disponible en ciertos mercados y Chile no es uno de ellos. Creditos de imagen: Asus.com

Ariel Herrera, PR Manager de POCO Chile, concuerda: “El POCO F7 Ultra busca conectar con el nuevo perfil de jugador: alguien que compite, pero también crea contenido. Ofrece una pantalla 2K de 120 Hz, carga HyperCharge de 120W y resistencia IP68 para acompañar cualquier ritmo.”

En otros segmentos del mercado móvil, el diseño delgado o la batería extendida pueden ser prioridad. Pero en el universo gamer, la historia es otra: la velocidad de respuesta, la tasa de refresco y la potencia gráfica son las que mandan. Quienes juegan no buscan liviandad, sino rendimiento: máquinas capaces de reaccionar al instante, donde cada milisegundo entre el botón y la acción cuenta.

Equipo gamer Nubia 5G de ZTE. Créditos Ana Guajardo.

Hoy, los esports conforman un ecosistema global donde tecnología, talento y comunidad se entrelazan. Detrás de cada partida hay una red de marcas, plataformas y desarrolladores que alimentan una industria culturalmente influyente. Chile avanza no tan silenciosamente en ese tablero: entrenando, compitiendo y soñando. En un mundo donde lo digital y lo físico se funden, los videojuegos ya no son solo ocio: son identidad, conexión y una nueva forma de imaginar el futuro.

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