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Hubs científico-tecnológicos: el motor que articula la innovación chilena Digital

Hubs científico-tecnológicos: el motor que articula la innovación chilena

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El reciente informe de INAPI sobre patentes destaca el papel estratégico de conectar ciencia, industria y emprendimiento para transformar conocimiento en impacto.


La innovación en Chile atraviesa un proceso de transformación institucional. En los últimos años, el país ha buscado pasar desde un modelo basado en investigación académica y emprendimientos aislados hacia uno que articula de manera sistemática ciencia, empresas y financiamiento público. En ese tránsito, un actor relativamente nuevo ha cobrado protagonismo: los hubs científico-tecnológicos, instituciones creadas en 2017 bajo una política pública de Corfo —y actualmente dependientes de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID)— para impulsar la transferencia tecnológica y acelerar la llegada de nuevas soluciones al mercado.

Su función principal consiste en ocupar un espacio históricamente desatendido en Chile: la fase intermedia entre la generación de conocimiento y su aplicación comercial. Es decir, el momento crítico donde muchas innovaciones prometedoras solían quedar “estancadas” por falta de financiamiento inicial, desarrollo industrial, protección intelectual o modelos de negocio atractivos para la inversión privada.

El documento del Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) “Patentes que impulsan la innovación” reúne once tecnologías nacionales que han logrado avanzar desde prototipos de laboratorio hacia procesos de licenciamiento, validación industrial o comercialización. Todas contaron, en mayor o menor medida, con el acompañamiento de hubs como Know Hub Chile, HubTec o Hub APTA.

De acuerdo con el informe, sin estos articuladores muchas de las iniciativas habrían enfrentado barreras difíciles de superar: ausencia de protección de propiedad intelectual, falta de vínculos con empresas, escasa visibilidad internacional o debilidad en modelos de transferencia tecnológica.

Transferencia tecnológica

Los casos destacados —que incluyen biotecnología, nanotecnología, inteligencia artificial, sostenibilidad industrial, agricultura, minería y salud— evidencian que la investigación científica, por sí sola, no garantiza impacto. Para que una innovación se transforme en un producto o solución escalable se requiere acompañamiento especializado: maduración técnica, estudios de factibilidad industrial, protección mediante patentes y una estrategia comercial que permita llegar a mercados reales.

“Los hubs estamos cumpliendo un rol articulador esencial para conectar a los equipos científicos con empresas, inversionistas y mercados globales”, explica Jovanka Trebotich, manager de Portafolio de Know Hub Chile. “Este informe demuestra que la propiedad intelectual no solo defiende una idea, sino que habilita que nuestras tecnologías lleguen a la industria y solucionen problemas reales”, añade.

El trabajo de los hubs se sostiene en un esquema metódico: identificar capacidades tecnológicas con potencial, fortalecer su viabilidad científica y comercial, diseñar estrategias de propiedad intelectual, buscar acuerdos de licenciamiento o apoyar la creación de spin-offs basados en ciencia.

Esta tarea incluye algo que en Chile ha sido históricamente un desafío: reducir la distancia entre universidades y empresas. Los hubs no solo buscan inversionistas o compañías interesadas, sino que también traducen el lenguaje académico en soluciones comprensibles para la industria, impulsan modelos de negocio y generan conexiones que aumentan la posibilidad de competir globalmente.

Un rol estratégico para la economía del conocimiento

El informe de INAPI destaca tecnologías chilenas como:

  • Bioproc, que utiliza biotecnología para convertir gases industriales en recursos reutilizables;
  • Photio, nanotecnología aplicada a superficies que ayudan a descontaminar ciudades;
  • Soquimat, aditivo biobasado que transforma residuos de madera en pinturas más sostenibles.

Todas forman parte del portafolio de Know Hub Chile. Su avance hacia licencias, protección intelectual o primeras etapas de internacionalización se apoyó directamente en la asesoría de la corporación.

En un contexto en que Chile busca diversificar su economía y reducir la dependencia de materias primas, la capacidad de convertir ciencia en innovación productiva es vista como prioridad país. En ese sentido, los hubs se están consolidando como infraestructura crítica del sistema de innovación, capaces de unir capacidades públicas, empresariales y científicas.

El mensaje del informe es claro: cada vez que la investigación se articula con la industria mediante mecanismos especializados, la probabilidad de crear tecnologías competitivas aumenta significativamente.

Los hubs —una figura desconocida hace apenas una década— hoy se posicionan como catalizadores esenciales para que la ciencia chilena cruce la frontera del laboratorio y se convierta en motor de desarrollo económico y social.

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