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Olas de calor y mascotas: cómo prevenir deshidratación y golpes de calor en verano Mascotas Crédito: Cedida.

Olas de calor y mascotas: cómo prevenir deshidratación y golpes de calor en verano

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Con temperaturas que superan los 30°C, especialistas entregan recomendaciones esenciales para cuidar a perros y gatos durante los meses más calurosos del año.


Con temperaturas que en algunas zonas del país superan los 30 e incluso los 40 grados, el verano se convierte en un periodo de alto riesgo para las mascotas. Especialistas llaman a extremar los cuidados para prevenir la deshidratación y el golpe de calor, una condición que puede ser grave e incluso fatal si no se trata a tiempo.

A diferencia de las personas, perros y gatos no cuentan con los mismos mecanismos de regulación térmica, lo que los vuelve más sensibles a las altas temperaturas. Leslie Poblete Valdés, directora clínica del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Andrés Bello, advierte que las mascotas son más vulnerables al calor excesivo y pueden sufrir rápidamente las consecuencias si no se toman medidas preventivas.

Uno de los pilares del cuidado estival es la hidratación. “Los animales deben disponer de acceso permanente a agua fresca y limpia, idealmente renovada varias veces al día para mantener una temperatura adecuada y evitar que se caliente. Esto no solo previene la deshidratación, sino que también contribuye a regular su temperatura corporal” señala Poblete.

Paseos, sol y actividad física

La exposición directa al sol, especialmente entre las 12:00 y las 17:00 horas, debe evitarse. En ese horario, las temperaturas alcanzan sus máximos y aumentan los riesgos de golpes de calor. También se recomienda suspender los paseos o realizarlos muy temprano en la mañana o al atardecer.

Otro punto crítico es el contacto con superficies calientes. El asfalto o pavimento pueden provocar quemaduras en las almohadillas. “Una buena referencia es tocar la superficie con la mano: si está demasiado caliente para ti, también lo estará para ellos. En caso de que el paseo sea inevitable, se recomienda el uso de protectores especiales para las patas”, explica la especialista.

Crédito: El Mostrador.

 

Protección de la piel y espacios frescos

Las quemaduras solares no son exclusivas de los humanos. Animales con pelaje corto o claro y zonas como el hocico y las orejas, requieren protección especial. El uso de protector solar formulado para mascotas es una medida recomendada, reaplicándolo cada dos horas o tras el contacto con agua.

En el hogar, es fundamental contar con espacios frescos y ventilados. Ventiladores, aire acondicionado o corrientes de aire natural pueden marcar una gran diferencia, al igual que el uso de mantas refrescantes diseñadas para animales.

Golpe de calor: señales de alerta

Dejar a una mascota dentro de un vehículo, aunque sea por pocos minutos, es una de las prácticas más peligrosas. La temperatura interior puede subir rápidamente y provocar un golpe de calor.

Los síntomas incluyen jadeo excesivo, dificultad respiratoria, debilidad, salivación abundante, vómitos, temblores o colapso.

“Frente a cualquiera de estas manifestaciones, se debe buscar atención veterinaria de manera inmediata. Si esto ocurre, es imprescindible actuar con rapidez, ya que los primeros auxilios son determinantes para lograr un buen pronóstico. Se recomienda trasladar a la mascota a un lugar fresco y ventilado, humedecer su cuerpo con agua tibia (nunca fría) y, por supuesto, contactar de inmediato al veterinario de cabecera o acudir a un centro veterinario de urgencia”, detalla Poblete.

La prevención y la atención oportuna son claves para asegurar el bienestar de las mascotas frente a las altas temperaturas.

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