
Niñez en riesgo: alertan aumento de violencia y consumo de alcohol en Fiestas Patrias
Durante las Fiestas Patrias, el incremento del consumo de alcohol, las reuniones prolongadas y la exposición a entornos inseguros elevan los riesgos de violencia, abuso y descuido hacia niñas, niños y adolescentes, según informes de UNICEF, Fundación Colunga y encuestas nacionales.
Las Fiestas Patrias, más allá de ser un momento de tradición y celebración familiar, también representan riesgos para niñas, niños y adolescentes. El incremento del consumo de alcohol, las reuniones prolongadas y la exposición a entornos inseguros aumentan la probabilidad de que se enfrenten a situaciones de violencia, abuso o descuido durante estas fechas.
Según el informe SITAN 2025 de Unicef y la Encuesta Nacional de Polivictimización de Niños, Niñas y Adolescentes, la violencia intrafamiliar contra la infancia en Chile sigue siendo preocupante: seis de cada diez niños entre 5 y 12 años sufren violencia física o psicológica por parte de sus cuidadores. En el grupo adolescente (12–17 años), un 39% reportó haber sido maltratado durante el último año, un aumento del 35% en comparación con 2017.
Frente a esta situación, Juan Pablo Venegas, gerente de Incidencia y Asuntos Públicos de World Vision Chile, subraya que “las celebraciones no deberían transformarse en un escenario de vulneración, sino en un espacio seguro para crecer en confianza y afecto. Como sociedad tenemos la responsabilidad de asegurar que cada niño y niña pueda vivir estas fechas en un entorno de cuidado”.
Los riesgos que amenazan a la niñez en Fiestas Patrias
El informe sobre violencia contra la niñez, realizado por Fundación Colunga y la Universidad Católica, muestra un panorama preocupante: en la última década, niños, niñas y adolescentes han sido víctimas de vulneraciones dentro del hogar, así como de delitos violentos y sexuales. Una de las cifras más alarmantes indica que el 61% de los menores que sufrió abusos en ese período no los denunció ante ninguna persona ni institución.
Venegas agregó que “llevamos más de 40 años trabajando por la infancia y resulta preocupante constatar que estas cifras persisten y aumentan. Es urgente contar con mecanismos efectivos de prevención y con canales de denuncia rápidos que realmente permitan proteger a nuestros niños y niñas”.
Durante las Fiestas Patrias, el consumo de alcohol en los hogares chilenos aumenta entre un 15% y un 35%, según cifras de la Subsecretaría de Prevención del Delito y la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset). Este alza no solo intensifica las tensiones familiares, sino que también eleva el riesgo de episodios de violencia intrafamiliar.
En la misma línea, un estudio de Aprocor y Cadem advierte sobre la preocupante normalización del consumo de alcohol en menores: tres de cada diez padres admiten que permitirían a sus hijos beber en “ocasiones especiales”, y persiste la práctica de ofrecer versiones reducidas de tragos tradicionales, como el llamado “terremoto de niño”. Expertos alertan que estas conductas fomentan la validación temprana del consumo y aumentan los riesgos de negligencia y desprotección hacia niñas, niños y adolescentes.
Prevención y cuidado infantil
World Vision llamó a las familias a extremar cuidados durante las Fiestas Patrias: mantener siempre un adulto a cargo de niñas, niños y adolescentes, evitar su exposición al alcohol y las drogas, generar espacios libres de discusiones y violencia, y fomentar la comunicación abierta. La organización enfatizó que la prevención puede salvar vidas y recordó que, en casos de riesgo, se debe acudir de inmediato a Carabineros (133) o la PDI (134).
Frente a un relato de abuso, instaron a no enfrentar al agresor ni prometer confidencialidad, sino escuchar con calma, validar lo expresado, resguardar a la víctima y buscar ayuda inmediata para garantizar su protección.
De acuerdo con World Vision, el gran desafío es que este compromiso se refleje en acciones concretas durante las Fiestas Patrias, de manera que la celebración no solo fortalezca la identidad y la unión familiar, sino que también asegure espacios libres de violencia para niñas, niños y adolescentes. “Proteger la infancia no es un acto opcional ni un gesto solidario: es una responsabilidad ética, legal y humana que nos involucra a todos”, concluye Venegas.