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¿Es mejor hervir o clorar el agua? Recomendaciones para un corte de suministro Salud Crédito: Cedida

¿Es mejor hervir o clorar el agua? Recomendaciones para un corte de suministro

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Ante el corte de agua potable en varias comunas de la Región Metropolitana, la académica Natalia Sánchez, especialista en inocuidad alimentaria de la UNAB, entrega consejos prácticos para almacenar, clorar o hervir el agua de manera segura y prevenir riesgos.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
El corte de agua en la Región Metropolitana plantea la necesidad de conocer medidas de prevención en el hogar. Natalia Sánchez, experta en inocuidad alimentaria de la UNAB, explica que el agua almacenada debe mantenerse en envases limpios y adecuados, evitando riesgos de contaminación. Para asegurar su consumo, recomienda hervirla como primera opción, ya que garantiza la eliminación de bacterias y patógenos. El cloro puede usarse como alternativa cuando no se dispone de calor, aunque con dosis precisas para no afectar la salud.
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La interrupción programada del suministro de agua potable por 36 horas en la Región Metropolitana, si bien existe un plan de contingencia desde los municipios, obliga a tomar algunas precauciones a tener en cuenta al momento de abastecerse. La académica Natalia Sánchez, especialista en inocuidad alimentaria de la Universidad Andrés Bello (UNAB), explica, que el agua puede conservarse en condiciones adecuadas entre tres y cinco días, pero que dependiendo de su origen y condiciones de almacenamiento requerirá medidas adicionales.

Agrega que el agua comercial en bidones sellados mantiene su potabilidad hasta la fecha de vencimiento indicada, por lo tanto, se puede consumir directamente sin problemas. Sin embargo, cuando reutilicen envases con agua de la llave, el procedimiento debe ser meticuloso. “Lo ideal es hacer varios enjuagues con la misma agua de la llave, después llenarlo y cerrarlo y dejarlo c en un lugar que no tenga luz del sol”, señala Sánchez. Este cuidado es fundamental para evitar la proliferación de algas en recipientes que no están correctamente sanitizados o sellados.

La calidad del agua almacenada, insiste, depende en gran medida de la limpieza previa del contenedor, y advierte sobre el riesgo de utilizar bidones que anteriormente hayan contenido detergentes o productos químicos, ya que los residuos son extremadamente difíciles de eliminar. “No se debe utilizar bidones de origen desconocido, que no sabemos qué contuvieron o recipientes de productos químicos”, resume.

Para aquellos casos en que el almacenamiento se prolongue más de 24 horas, o cuando el origen del agua sea un pozo, la académica recomienda medidas de purificación adicionales. El cloro se erige como una herramienta eficaz, aunque de aplicación precisa. “A un litro de agua le puedes poner un par de gotas de cloro, porque esta agua ya viene clorada. Si hay disponibilidad de agua de pozo, sí o sí tiene que clorarse”. La dosis indicada es de una a dos gotas por litro para agua de red, y una cucharadita de té por litro para agua de pozo, especialmente si presenta turbiedad.

Sin embargo, el método más seguro y preferible, según la especialista, sigue siendo hervirla. “Es por lejos es mucho mejor que aplicarle un químico porque uno en su casa muchas veces no tienes dosificador”. Al alcanzar los 100 grados Celsius durante varios minutos, elimina por completo los patógenos bacterianos.

El cloro, por lo tanto, se presenta como una solución de segunda línea, efectiva en situaciones donde no es posible acceder a una fuente de calor para hervir. “Si se llegara a cortar la luz y el agua, por ejemplo, lo que hay que hacer ahí es ponerle el cloro, pero el cloro es la segunda medida porque la primera es hervir el agua”, concluye Sánchez, enfatizando que en casos como el que vivirán varias comunas de la Región Metropolitana es mejor prioriza la seguridad sobre la conveniencia.

Seguridad ante todo

La especialista enfatiza que, aunque el cloro puede ser una alternativa válida en situaciones de emergencia o cuando no se dispone de energía para hervir el agua, este método debe ser considerado solo como una segunda opción. Hervir el agua continúa siendo la medida más segura y eficaz para eliminar microorganismos y garantizar su inocuidad, incluso en condiciones domésticas. En un escenario como el que enfrentarán varias comunas de la capital, la académica recalca la importancia de priorizar la salud sobre la conveniencia: asegurarse de que el agua que se consuma esté libre de riesgos sanitarios es esencial para prevenir enfermedades y proteger a toda la familia durante un corte prolongado de suministro.

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