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Créditos: El Mostrador.
Chile se consolida como referente en transporte público inclusivo con enfoque de género
Desde 2022, Santiago ha aumentado la participación femenina en el transporte público, alcanzando más del 12% de conductoras. Programas como Mujeres Conductoras, con apoyo estatal y privado, impulsan la inclusión en un sector históricamente masculinizado, promoviendo movilidad más segura e inclusiva.
En América Latina, el transporte ha sido por décadas uno de los sectores más masculinizados. Terminales, talleres mecánicos, oficinas operativas y buses han estado tradicionalmente ocupados por hombres, configurando una imagen que parecía difícil de cambiar. Sin embargo, esa realidad comenzó a transformarse.
Desde Chile, el Directorio de Transporte Público Metropolitano (DTPM) se ha consolidado como un referente regional en la incorporación de la perspectiva de género en la movilidad. Su compromiso quedó nuevamente de manifiesto durante el III Encuentro del Observatorio Latinoamericano de Género y Movilidad (OBGEM), realizado en Bogotá, Colombia, donde se presentaron avances y experiencias que buscan construir un transporte más inclusivo y equitativo en la región.
El reciente tercer encuentro, que llevó por lema “Donde empieza el movimiento: género, cuidado y territorio”, reunió a cientos de representantes de las agencias de transporte de 8 ciudades latinoamericanas; La Paz, Lima, Buenos Aires, Ciudad de México, San José de Costa Rica, Quito, Bogotá y Santiago, además de organismos multilaterales como el Banco Mundial, BID, CAF, GIZ-Euroclima, y la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD), empresas públicas y privadas, junto con organizaciones de la sociedad civil y la academia.
“Incorporar el enfoque de género en la movilidad no es solo una cuestión de justicia, sino de eficiencia y sostenibilidad. Cuando planificamos pensando en quienes cuidan, en quienes viajan acompañadas, en quienes necesitan sentirse seguras en su trayecto, construimos un transporte público más humano y representativo de nuestra sociedad”, afirma Paola Tapia Salas, directora del DTPM.
En el encuentro, el OBGEM reafirmó su rol como un espacio colaborativo destinado a impulsar políticas públicas que incorporen la equidad de género en el diseño y la operación de los sistemas de transporte.
Tapia destacó que se “requiere transformar las estructuras internas del sector, para que más mujeres puedan reinsertarse al empleo formal. Desmasculinizar el transporte no es solo sumar mujeres al volante, es cambiar la cultura de un sistema que debe reflejar la diversidad de quienes lo usan”.
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Chile lidera la inclusión de mujeres en el transporte público
El caso chileno destacó con fuerza durante el encuentro. Desde la implementación de la Política de Equidad de Género en Transportes en 2018, una de las primeras a nivel mundial, el Directorio de Transporte Público Metropolitano ha desarrollado una agenda sólida basada en cuatro pilares: movilidad del cuidado, seguridad, transversalización de género y desmasculinización del sector.
Gracias a estas políticas, la participación femenina en el transporte público ha crecido de forma sostenida. En 2014, apenas el 1% de las personas conductoras de buses de Red Movilidad eran mujeres. Hoy, esa cifra alcanza las 2.156 conductoras, equivalentes al 12,13% del total, lo que representa un incremento del 125% desde 2022. Con estos avances, Santiago se consolida como la ciudad con mayor número de mujeres conductoras de buses en América Latina.
Este cambio no ha sido producto del azar. Programas como Mujeres Conductoras, que otorga becas para obtener la licencia profesional A3, han sido clave para abrir camino a la incorporación femenina en el transporte público, con el respaldo conjunto del Estado y el sector privado. Gracias a esta iniciativa, cientos de mujeres han podido integrarse al sistema. Recientemente, 24 mujeres de Puente Alto se graduaron como nuevas conductoras de Red Movilidad, asegurando su contratación por parte de la empresa Conecta Mobility.
Créditos: Cedida.
Movilidad con perspectiva de género: Chile como referente regional
En un continente donde las mujeres realizan más del 60% de los viajes asociados al cuidado y el 78% declara sentirse insegura al usar el transporte público, la necesidad de políticas con perspectiva de género se vuelve ineludible. Desde Chile, Red Movilidad con su modelo que combina electromovilidad y participación femenina al volante se ha posicionado como un referente regional de transformación. Sin embargo, el desafío persiste: aumentar la presencia de mujeres que conduzcan y lideren el transporte que mueve nuestras ciudades.
El tercer encuentro del Observatorio de Movilidad y Género destacó la importancia del trabajo articulado entre gobiernos locales, organismos multilaterales, el mundo académico y la sociedad civil. Para Tapia, ese intercambio es fundamental. “Participar en instancias como el OBGEM nos permite no solo compartir avances, sino también aprender de las experiencias de nuestras pares latinoamericanas para fortalecer una movilidad más justa, inclusiva y segura para todas y todos”, concluye.