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Machismo en la música urbana: cantantes chilenas enfrentan doble estándar y críticas por su imagen BRAGA Créditos: Cedida.

Machismo en la música urbana: cantantes chilenas enfrentan doble estándar y críticas por su imagen

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Cantantes chilenas de reggaetón enfrentan machismo y dobles estándares: críticas a su cuerpo y vestimenta opacan su talento. El episodio vivió por Loyaltty en la Teletón visibiliza cómo la industria y el público aún condicionan la libertad creativa de las mujeres en la música urbana.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
Las mujeres en el reggaetón y la música urbana chilena enfrentan machismo estructural y estereotipos de género que las relegan a roles secundarios. Artistas como Loyaltty denuncian la constante evaluación de su apariencia por encima de su talento, críticas por su vestimenta y presión para ajustarse a estándares sexualizados, reflejando un doble estándar que limita su libertad creativa y profesional, mientras buscan visibilizar la desigualdad y promover empoderamiento femenino en la industria.
Desarrollado por El Mostrador

Las mujeres que se abren paso en el reggaetón y la música urbana en Latinoamérica, incluyendo a artistas chilenas, enfrentan un escenario marcado por el machismo estructural y los estereotipos de género que persisten en la industria musical. El reggaetón, uno de los ritmos más populares del género urbano, ha sido criticado por sus letras y videoclips que transmiten mensajes sexistas y misóginos, cosificando al cuerpo femenino y relegando a la mujer a roles secundarios o accesorios. Esta realidad refleja patrones culturales más amplios que perpetúan la desigualdad de género y la violencia simbólica contra las mujeres en la música popular.

En Chile, el debate sobre el machismo en la música urbana se cruza con la reflexión sobre cómo estos códigos culturales moldean la percepción social del género. Diversas expertas señalan que géneros como el reggaetón, muy consumidos por jóvenes, tienden a reforzar estereotipos que muestran a la mujer como objeto sexual y al hombre en un rol dominante. Esta realidad obliga a las artistas femeninas a desenvolverse en un ámbito musical históricamente masculino, donde la visibilidad y las oportunidades a menudo están condicionadas por normas que privilegian las expresiones masculinas y perpetúan la desigualdad de género.

Las artistas chilenas que se adentran en el reggaetón y la música urbana enfrentan un escenario marcado por la desigualdad de género. Deben competir en un ambiente predominantemente masculino, donde las redes de contacto, la cobertura mediática y los contratos suelen favorecer a los hombres. Además, muchas lidian con comentarios machistas, acoso en redes sociales y la presión constante de adaptar su imagen a los estándares de sexualización impuestos por la industria, lo que limita su libertad creativa y condiciona cómo se expresan sin ser juzgadas por su apariencia, vestimenta o postura ante temáticas de género.

Estudios y testimonios de las mismas artistas revelan que estas barreras tienen consecuencias tanto psicológicas como profesionales, desde estrés y ansiedad hasta menor visibilidad en medios y plataformas de streaming. Frente a esto, ha emergido un movimiento de artistas y colectivos que busca romper estos códigos culturales, promoviendo mensajes de empoderamiento femenino, igualdad de género y libertad de expresión dentro del reggaetón y la música urbana.

El machismo que aún perdura en la música urbana chilena

Lo anterior es algo que sigue ocurriendo hasta el día de hoy. No es tan ajeno se piensa. El último caso que ha llamado la atención se vivió hace un par de semanas en el contexto de una nueva edición de la Teletón. Si bien toda la jornada es todo un espectáculo, los días previos al evento se vivió un momento que llamó la atención de más de alguno en redes sociales.

Y es que Mario Kreutzberger, más conocido como Don Francisco, tuvo un particular comportamiento durante la Gira de la Teletón -que en ese momento se encontraba recorriendo el sur de nuestro país-. El episodio se produjo durante el trayecto rumbo a Curicó, cuando la cantante urbana Loyaltty se sumó al ya tradicional recorrido del Tren de la Teletón, iniciativa que traslada a artistas y rostros de la televisión por distintas ciudades del país para animar y preparar el ambiente de cara a la cruzada solidaria, que este año se realizó los días 28 y 29 de noviembre.

En el video se muestra cómo, mientras la artista saluda y se presenta ante los asistentes, el animador -ubicado detrás de la cantante- parece quedarse fijado en una parte de la anatomía de Loyaltty, a quien incluso le hace un ademán de saludo, gesto que desató las risas de quienes alcanzaron a advertir la escena.

Y tal como era de esperar, el registro se viralizó rápidamente en redes sociales generando una avalancha de comentarios de todo tipo. Muchos apuntaron a una actitud largamente conocida de Don Francisco frente a las mujeres, pero también surgieron críticas dirigidas a la propia cantante, a quien acusaron de usar “ropa provocadora” y de incentivar así el comportamiento calificado como pintoresco del animador.

“Ropa piola? Literalmente fue ropa provocadora para qué después salga una funa al viejo por algo que las MISMA mina provoca”, fue uno de los mensajes que Loyaltty decidió compartir en sus historias de Instagram. Seguido publicó una imagen del momento para preguntar si realmente su atuendo podía considerarse provocativo.

Más tarde, la cantante profundizó aún más en el tema, dedicando palabras extensas no solo a este episodio en particular, sino también a las experiencias que ha debido enfrentar a lo largo de su carrera debido a la forma en que viste -o decide no vestir- sobre el escenario.

Doble estándar: las cantantes de reggaetón enfrentan críticas por su imagen más que por su talento

A través de sus historias de Instagram, la cantante comentó que “y ojo que yo no dejaré de vestirme como YO quiero por x comentarios, llevo años luchando contra el machismo de la industria donde o muestro muy poco, o estoy muy gorda, o muestro mucho, y la verdad es que yo hago lo que quiero y merezco el mismo respeto en todas las situaciones! No dejaré que definan lo que soy no me que hagan sentir culpable! Me visto para mi, me arreglo para mi, para yo sentirme cómoda y los demás que se vayan a la mierda! No porque cante reggaeton soy fácil, no porque baile reggaeton quiero que me miren ni busco ser un espectáculo para hombres, al contrario, mi público son las mujeres y canto para ellas, yo no soy la que está mal, son Uds y sus pensamientos a la antigua y misóginos. Los invito a abrir su mente y dejar de pensar que todas queremos calentarles la sopa”.

Con estas palabras, Loyaltty visibilizó un problema estructural que afecta a muchas artistas femeninas en la música urbana: la constante evaluación de su apariencia por encima de su talento. Comentarios machistas, críticas a su vestimenta y la presión para ajustarse a estándares de sexualización reflejan cómo la industria y parte del público reproducen estereotipos de género que limitan la libertad creativa y profesional de las mujeres.

“Uds no me conocen! Solo ven mi personaje que es un producto comercial! Y no me disculpo por eso! Cada uno se busca la vida de distintas maneras! Besos!”, compartió finalmente en otra historia de Instagram.

Este episodio, que la convirtió en protagonista de la semana, aunque no por su música, expone cómo las cantantes de reggaetón en Chile deben enfrentar un doble estándar: mientras se espera que entretengan y cautiven al público, al mismo tiempo deben lidiar con críticas sobre su cuerpo, vestimenta y comportamiento, una carga que sus colegas masculinos rara vez enfrentan.

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