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«Maestros Artesanos Chilenos»: La poética de la madera llega al GAM CULTURA Crédito: Chile Crafts

«Maestros Artesanos Chilenos»: La poética de la madera llega al GAM

En el mundo de los artesanos, dos grandes valores que brillan con luz propia en escenarios mundiales: Alfonso Moya y Egon Muñoz, cuyas obras premiadas por la UNESCO hablan del talento forjado en el agreste paisaje de volcanes nevados y bosque de araucarias y copihues, cuyos maderos, procesados por la propia naturaleza, reciben el toque genial de una mano maestra que las convierte en maravillosas obras de arte. La exposición: “El Origen del Viento” de Alfonso Moya, en la Sala B del Centro Cultural GAM, es realizada por el gestor cultural George Lever. Este singular evento -que finaliza el domingo- es un hito histórico para la artesanía, ya que nunca antes un artesano había tenido la posibilidad de hacer una exposición individual con sus creaciones hechas a mano, en el piso 1 de este importante centro cultural. Los asistentes tendrán el privilegio de conocer personalmente a Alfonso este viernes entre 11:00 y 18:00 horas, y sábado y domingo entre 11:00 y 16:00 horas. Este artículo marca el inicio de una colaboración entre El Mostrador y Chile Crafts, para informar sobre la vida, obra, vivencias y el alma de los artesanos y artesanas más importantes de nuestro país.


Crédito: Chile Crafts

Alfonso Moya

A veces, el arte viene impregnado en la piel, viene como atributo del alma y, desde muy temprano, aún en la infancia, el artista oye ese llamado íntimo y obedece. Entonces, las cosas, -sean en madera u otro material-, van siendo transformadas, modificadas hasta convertirse en expresiones humanizadas, creadas a partir de una conversación amical entre la mano, el ojo del artista, la herramienta y el material.

En ese proceso se generan las obras que son, una tras otra, un lenguaje críptico encontrado; una pasión, una poética que acaricia el alma del observador sensible y le transfiere sutiles sensaciones de empatía, que le hacen expresar un “no sabemos qué”, que le brinda gozo, felicidad, ganas de gritar “Eureka”: es el goce estético.

En lo recóndito del espíritu, artista y observador concilian sus raíces y entablan una empática relación de biunívoca correspondencia.

«Cantarito del Llaima», Premio Sello de Excelencia 2019 del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Tiene la silueta de una gota, pero a la vez en su parte superior se representa el volcán homonimo como contenedor de agua y vida. Creada por Alfonso en Cunco, IX Región. Crédito: Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

Eso se siente al encontrarse con los maderos tallados de Afonso Moya, un cultor iluminado de la escultura, un artesano subyugado por la creación de la belleza plástica, un verdadero creador autodidacta, que se ha hecho maestro a sí mismo, por la fuerza del trabajo constante, sostenido y disciplinado.

Qué poética la de descubrir las formas trazadas por la mente y ocultas en los maderos, en el desafío de la forma y la terca resistencia de la materia, para lograr la perfección de la obra de arte y siempre quedar insatisfecho; porque, para el artista, su mejor obra de arte está siempre en el futuro, a ella se acerca cada vez, asintóticamente; pero ésta, pese al esfuerzo supremo, le es esquiva e inalcanzable.

«Ngen del Lago», Premio Sello de Excelencia 2018 del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, y Reconocimiento de Excelencia de la UNESCO 2017-2018. Inspirado en la cosmovisión mapuche, referente al Ngen de la naturaleza, el autor utiliza técnicas tradicionales de tallado y da forma sinuosa a partir de la observación de la silueta de las aves. Creada por Alfonso en Cunco, IX Región. Crédito: Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio

La Araucanía, con su magia ancestral, con su élan de pueblo originario y raíz del continente, alimentó su genio de artista, modeló su fuego interior caldeado con leños mapuches, lafquenches y pehuenches y sus ritos metafísicos milenarios.

De allí el sutil embrujo de sus obras, celebradas con tantos premios, consagradas con la admiración rendida de los críticos y entendidos en profundas hermenéuticas del sagrado arte. Alfonso Moya es un prodigioso iluminado que “crea sin destruir”, adaptándose, reverente y humilde a nuestra madre naturaleza, que nutre de poesía exquisita a su obra plena.

Crédito: Chile Crafts

Egon Muñoz

Había que haber nacido cerca de un volcán en erupción y un lago de intenso azul cobalto; haber jugado con guijarros de lava, todavía tibios; con piñas de coníferas diversas; acariciado los maderos arrastrado por las torrenteras, soportado el fragor de las ventiscas y la perpetua lluvia del sur, -allí cerca de Temuco, que fuera la cuna de Neruda, un gigante de la poesía del mundo-, para que le brote del alma el telurismo
exuberante que transmite a sus piezas talladas en madera silvestre.

Su nombre es Egon Muñoz, quien cuenta haber nacido en un lugar donde sus abuelos se habían establecido, después de haber migrado del centro de Chile y persistieron en vivir al pie del volcán nevado Villarrica, pese a sus abruptas erupciones, a la destrucción feroz y la muerte que desataba, nunca los doblegó el miedo y siguieron con la terca voluntad de sobreponerse a la madre naturaleza, adaptándose a sus designios yconviviendo con ella en paz.

Egon, es el quinto de siete hermanos con quienes pasó su infancia explorando los abismos peligrosos y agrestes de los profundos zanjones que abrían la lava y las nieves derretidas del volcán en erupción, cambiando el habitad y el paisaje. Una tía suya estuvo a punto de perecer con toda su familia en una de esas fatídicas erupciones que arrasaron y borraron del mapa su vivienda.

Fuente de Coihue, Premio Sello de Excelencia 2016 del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, y Reconocimiento de Excelencia de la UNESCO 2015-2016. Creada por Egon en Pucón, IX Región. Crédito: Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

Egon, fue escolar de una escuela rural en Candelaria, vivía integrado a la naturaleza en sus juegos; recolectaba, en cada retorno al hogar, los frutos silvestres: murta, hongos comestibles y digüeñes, que su madre cocinaría, después, para la cena. Estudiante del Liceo Agrícola en La Providencia de Traiguén, donde estudió, internado, lejos de su familia.

Terminó titulado de técnico agrícola, hasta tentó ser un próspero horticultor; pero nunca dejó su afición al arte: tallaba las maderas colectadas con los formones, mazos y gubias, sierras y prensas, adquiridas con el decidido apoyo de su padre.

Tiempo después, se ubicó en Pucón, en el camino de los turistas que visitan el volcán Villarrica y estableció su taller en un local comercial. Pucón es un pueblo situado a orillas de un lago paradisíaco rodeado de volcanes perpetuamente nevados, planicies y bosques australes de grandes coníferas, donde reina la noble araucaria.

Allí descubrió el amor y conoció a Harna, quien sería su esposa. Se casaron en el 2001 y, como bendición, vinieron los hijos y con ellos, los premios y el reconocimiento a su labor original y única de tallas en madera de coihue azumagado o manchado por los hongos, que le dan ese inconfundible sello de madera vieja, milenaria.

El 2017 y 2019 fue seleccionado para participar en la Bienal de Artesanía Contemporánea Revelations, celebrada en el gran palacio de París, Francia; luego, ese mismo año, fue invitado a participar en el Festival Internacional de Artesanía de Cuenca, Ecuador.

Las piezas de Egon en el Salón de Artesanía y Creación Revelations 2017. Crédito: Blog Esprit Design

El artesano comenta que su objetivo es: “resaltar y respetar la madera en su forma original y buscar lucir al máximo la expresión de sus tonos y colores”.

Con esta sencilla y significativa filosofía que orienta su credo estético, produce sus magníficas obras, admiradas por propios y extraños y con ellas ha paseado este bello y original arte chileno por el mundo. Razones por las que hay que estar agradecidos y orgullosos de conocer a un maestro de tal calidad y trascendencia.

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