Ariel Richards sobre Gordon Matta-Clark: “Ningún un arquitecto había decidido deconstruir”
Richards construye una historia en la que se encarna en Ella, una investigadora chilena que viaja a Montreal para investigar a Gondon Matta-Clark, hijo del pintor Roberto Matta y uno de los artistas más enigmáticos de los años 60 y 70.
¿Qué queda de un artista cuando su obra desaparece físicamente? ¿Cómo se estudia lo efímero, lo demolido, lo cortado? En “Gordon Matta-Clark: contra viejas superficies”, Ariel Florencia Richards nos invita a explorar las huellas de un artista que desafiaba la arquitectura. La autora estuvo en Puerto de Ideas Valparaíso participando en distintas conversaciones sobre su más reciente publicación.
En este libro, Richards construye una historia en la que se encarna en Ella, una investigadora chilena que viaja a Montreal para enfrentarse al archivo de Matta-Clark.
En conversación con El Mostrador la autora comentó la importancia de la obra de Matta-Clark y la conflictiva relación que tenía con su padre, el pintor surrealista Roberto Matta.
“A él le gustaba romper edificios y tajearlos y abrirlos. Esos edificios que él intervenía, más bien, eran edificios que iban a ser demolidos. No es que él rompiera edificios nuevos, sino que edificios que tenían una vida final. Entonces, ninguno de los edificios donde él hizo algunos de sus trabajos está en pie, salvo el Museo Nacional de Bellas Artes en Santiago. Mi investigación tenía que ver con relevar la parte chilena de este sujeto, cómo era su relación con su papá, qué vino a hacer a Chile, cómo era el contexto político también del Chile del 71. Su visita coincide con la visita de Fidel Castro, una visita icónica del gobierno de Salvador Allende. Cómo era Santiago en esa época”, explica la investigadora.
Revisa la entrevista completa a continuación:
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