CULTURA
Crédito: Cedida
UNESCO desarrolla y lanza Atlas Latinoamericano del Patrimonio
El nuevo atlas, lanzado en Paris, incorpora un capítulo clave sobre colonialidad y decolonialidad, elaborado por la investigadora chilena María Esperanza Rock.
UNESCO -a través de su Oficina Nacional en Brasil- ha lanzado un documento de gran trascendencia: el “Atlas Latinoamericano del Patrimonio”, según informó la entidad de Naciones Unidas.
Este atlas, recientemente presentado en París durante el encuentro internacional sobre los aspectos operativos de la Convención de La Haya de 1954, constituye un esfuerzo colectivo de la intelectuales y académicos latinoamericanos por reconocer, mapear y valorizar los diversos patrimonios culturales.
El ALP representa un esfuerzo colectivo a nivel latinoamericano para definir, sistematizar, visibilizar y reivindicar la multiplicidad de patrimonios culturales, históricos, industriales, materiales e inmateriales que conforman la riqueza cultural de América Latina. Bajo una óptica regional, crítica, plural e integradora, el atlas trasciende los marcos tradicionales del patrimonio para incorporar memorias históricas diversas y muchas veces invisibilizadas.
El Atlas Latinoamericano del Patrimonio no es sólo un inventario de bienes culturales: es, como plantean sus editores, “una declaración poética y política” desde el Sur — un tejido colectivo de memorias, territorios y futuros posibles — que afirma el patrimonio como derecho, dignidad y horizonte de justicia, multiplicando saberes y sembrando memoria frente al olvido señalan Yoselin Rodríguez y Rodrigo Christofoletti, sus editores.
Aporte de Chile
Uno de los aportes más relevantes al atlas es el capítulo de María Esperanza Rock -representante de Chile-, investigadora del Institut für Soziale Bewegungen de la Rurh Universität de Bochum, Alemania; Directora del Núcleo de Investigación del Sur NUDISUR y Vicepresidenta de TICCIH Internacional, en el que aborda los conceptos de colonialidad y decolonialidad. Estas perspectivas son abordadas como clave interpretativa y se instalan como parte esencial del acervo epistemológico latinoamericano, incorporando memorias subalternas y saberes críticos que cuestionan estructuras eurocéntricas tradicionales.
Esta reflexión propone una reconsideración profunda de lo que entendemos por “patrimonio”: no como objetos neutros, sino como espacios de memoria, conflicto, identidad, transformación social y poder. Su contribución ofrece un marco teórico y metodológico de gran valor para repensar criterios de patrimonialización desde perspectivas más justas, inclusivas y sensibles a la historia colonial, las desigualdades y las identidades subalternas.
La publicación del ALP representa un esfuerzo para interconectar miradas y visiones sobre el patrimonio y acercarse a un corpus latinoamericano Por ello el atlas no se limita al patrimonio monumental clásico, sino que amplía su mirada para incluir Patrimonio industrial, Patrimonio paleontológico y colonialismo Patrimonio arqueológico Lugares y sitios Patrimonio biocultural subacuático Paisajes urbanos patrimoniales Memoria urbana y resistencia Patrimonio Industrial entre otras miradas. Al hacerlo, reconoce formas de historia y memoria que durante mucho tiempo han sido descartadas o invisibilizadas.
El valor del ALP no se detiene ahí: en un contexto latinoamericano caracterizado por retos como la urbanización acelerada, la desigualdad, la pérdida de memoria histórica y la fragilidad de las tradiciones culturales, el atlas se convierte en una herramienta estratégica. Ofrece un marco analítico compartido que puede orientar políticas públicas, planes de conservación, proyectos comunitarios y estrategias de desarrollo cultural inclusivo.
Al ser desarrollado por UNESCO, el atlas puede servir como referente para futuras nominaciones patrimoniales, ampliando la diversidad geográfica, histórica y cultural de la lista oficial. Esto abre la puerta a reivindicar lugares y expresiones que tradicionalmente quedaron excluidos de los patrimonios reconocidos.
Finalmente, al proponer una mirada decolonial, el ALP impulsa una ética patrimonial crítica y democrática. Cuestiona las jerarquías tradicionales de valor y promueve una gestión del patrimonio fundada en el reconocimiento de la pluralidad de voces, memorias e identidades.
Con su publicación, el ALP marca un paso decisivo hacia una redefinición del patrimonio en América Latina: ya no como meros restos del pasado, sino como memoria viva, compleja, diversa y transformadora. Por eso se invita a investigadores, gestores culturales, autoridades, organizaciones comunitarias, y a toda la sociedad civil a consultarlo e incorporarlo en sus planes de conservación, memoria, educación y desarrollo cultural.
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