
Gabriela Mistral en Japón: diplomacia cultural desde el patrimonio
Entre el 4 y el 10 de agosto, el Pabellón de Chile en la Expo en Osaka será el espacio donde converjan poesía, memoria, vínculos culturales, mediación lectora, pensamiento educativo y creación contemporánea.
Este año conmemoramos una fecha que nos interpela desde lo más profundo de nuestra historia cultural: 80 años desde que Gabriela Mistral recibió el Premio Nobel de Literatura, convirtiéndose en la primera mujer latinoamericana en alcanzar ese reconocimiento. Y lo hacemos con un gesto concreto, visible y proyectado hacia el mundo: la presencia de Chile en la Expo Universal de Osaka 2025, con una semana temática dedicada íntegramente a su figura y su legado.
Entre el 4 y el 10 de agosto, el Pabellón de Chile en la Expo será el espacio donde converjan poesía, memoria, vínculos culturales, mediación lectora, pensamiento educativo y creación contemporánea.
Esta programación ha sido diseñada desde una perspectiva patrimonial e interinstitucional, coordinada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio en conjunto con el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (SERPAT) y ProChile, con el apoyo de DIRAC, la Biblioteca Nacional, el Museo Gabriela Mistral de Vicuña y otras instituciones colaboradoras. No se trata solo de una celebración; es una acción de Estado que proyecta a Chile hacia el mundo desde su identidad más profunda.
Porque Gabriela Mistral no es solo nuestra gran poeta, es también una educadora, diplomática, feminista, defensora de los pueblos originarios, constructora de políticas sociales y culturales, y una voz latinoamericana que fue capaz de mirar el mundo con amor, severidad y esperanza. Su legado es múltiple, y su pensamiento aún nos guía.
En ese marco, la Expo Osaka será solo una de muchas acciones conmemorativas que hemos preparado para este 2025. En el pasado Día de los Patrimonios —celebrado a lo largo de todo Chile— ya comenzamos a instalar el sello mistraliano como un eje de reflexión e identidad. Y el próximo 24 de agosto, con ocasión del Día de los Patrimonios de las Niñas, Niños y Adolescentes, volveremos a rendirle homenaje con actividades especiales en distintas regiones del país, y particularmente en el Museo Gabriela Mistral de Vicuña, en su tierra natal.
Porque Gabriela nace en un pequeño pueblo escondido entre los cerros del Valle del Elqui, allí donde la cordillera de los Andes resguarda historias antiguas y profundas. Desde ese rincón del mundo, escribió para el universo. Y no deja de ser conmovedor que hoy, en esa misma región, grandes telescopios busquen los secretos del cosmos, tal como Gabriela buscaba —con su palabra— los misterios del alma humana.
La programación en Japón contempla una instalación audiovisual inmersiva inspirada en su imaginario poético, talleres de origami, lecturas de kamishibai basadas en su infancia, una exposición de haikus bilingües, materiales editoriales entregados al público japonés, y una serie de actividades paralelas en Tokio, como el encuentro “Literatura latinoamericana: un viaje desde el fin del mundo”, además de reuniones bilaterales con editoriales, universidades y centros culturales.
Quisiera destacar especialmente que la delegación cultural estará compuesta exclusivamente por mujeres, lo cual no es casual, sino profundamente simbólico: María José Ferrada, Vivian Lavín, María José Barros, María Cristina Pérez de Arce y Megumi Kato llevan consigo no solo sus trayectorias personales en la literatura, el periodismo, la mediación y el arte, sino también el mandato de proyectar a Gabriela Mistral como un legado vivo, que dialoga con otras culturas y con las nuevas generaciones.
Desde el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural entendemos esta conmemoración como parte de una política cultural con sentido profundo: poner en valor la memoria colectiva, visibilizar a nuestras creadoras, y desplegar el patrimonio como un puente de diálogo con el mundo. Este año mistraliano es una oportunidad para recordar que nuestras figuras culturales no están solo en los libros de historia, sino que siguen iluminando el presente.
A 80 años del Nobel, el legado de Gabriela Mistral cruza fronteras y lenguajes. Y como ella misma escribió alguna vez, “mi alma se ha ido lejos… pero se ha quedado aquí”. Esta conmemoración busca justamente eso: hacer presente su alma en cada niña, cada lector, cada visitante, cada ciudadana o ciudadano que hoy necesite una palabra, una imagen, una historia para imaginar un mundo más justo, más sensible, más humano.
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