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La salud intestinal podría ser la clave para (casi) todos los males

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Hola, ¿cómo estás? Como siempre deseo que te sientas bien de cuerpo y mente. ¿Sabías que el 70% de nuestro sistema inmunitario se encuentra en el intestino? Esto significa que la salud intestinal podría ser la clave para prevenir todo, desde el resfriado común hasta enfermedades crónicas e, incluso, la salud mental. Un mundo microscópico del que aún queda mucho por descubrir. En esta edición de Efecto Placebo te cuento sobre su potencial.

  • Y para seguir profundizando en la misma línea, en todo el mundo la investigación sobre la microbiota y los productos derivados de ella y para ella crecen desde Chile hasta Japón. Veamos qué proponen los investigadores chilenos y qué se teje en los negocios al respecto.
  • En la sección Mito o Verdad, descubriremos si efectivamente cantarles a las guaguas sirve para calmarlas. Y en el Chat con los lectores, respondo una inquietud de Marisol Alonso, que “reclamó” por más temas sobre mujeres. Para ella y todas-todos revisaremos el síndrome CKM: una mezcla de enfermedades cardíacas, renales y metabólicas que, en las mujeres, funcionan interconectadas, impulsando el riesgo de enfermedades cardiovasculares y que, además, se presentan con síntomas distintos a los de los hombres.
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La clave de la salud humana está en las tripas

Imagen: Genómica BGI.

Tu intestino alberga billones de microbios que dan forma a todo. Realmente a todo, desde la inmunidad hasta la salud mental, y los científicos apenas están comenzando a comprender su poder.

En los recovecos de nuestro sistema digestivo habita un mundo sorprendente y complejo, cuya importancia en nuestra salud se ha convertido en un enigma fascinante para la ciencia moderna: la microbiota intestinal, antes conocida como flora. Esta comunidad diversa de microorganismos –que incluye bacterias, virus y hongos– ha pasado de ser considerada una simple participante en la digestión a convertirse en una influyente reguladora de múltiples aspectos de la salud humana.

  • A medida que los científicos profundizan en la investigación de la microbiota intestinal, se descubre un rol vital que va mucho más allá de la mera digestión de alimentos. Esta comunidad microbiana, única para cada individuo, desempeña un papel crucial en la regulación del sistema inmunológico, la síntesis de vitaminas y la absorción de nutrientes esenciales.
  • Además, investigaciones recientes han revelado conexiones entre la composición de la microbiota y la función cerebral, lo que sugiere un puente entre el intestino y el cerebro que podría influir en el bienestar mental y emocional.
  • Expertos del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile revelan cómo la composición de la microbiota puede mejorar el bienestar físico, mental y emocional de las personas. La profesora Paola Navarrete, académica del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la U. de Chile, dice que lo que comemos es determinante en la salud de este universo de bacterias que viven por y para nosotros.

“Nuestra dieta es uno de los factores importantes que determina la composición de la microbiota. La dieta es un factor principal y lo que recomiendan las guías alimentarias chilenas son un excelente ejemplo de una buena alimentación para nuestra microbiota y para nuestra salud, como las fibras y todos los nutrientes que no son digeridos ni absorbidos en el intestino delgado y llegan intactos al colon”, dice.

  • Esta fibra se adquiere a través de las plantas. Así que se aconseja el consumo de frutas, verduras y legumbres, con atención a la diversidad de colores y de sabores.

Por otra parte, los estilos de vida también influyen en estos microorganismos.

“Las personas que tienen vidas más urbanas, con menos consumo de alimentos ricos en fibra, más expuestos a antibióticos y a partos por cesárea, entre otros asuntos relacionados con la vida moderna, están asociados a una menor diversidad de la microbiota. En cambio, quienes viven en lugares rurales, que cultivan su propio alimento o que están en contacto con más animales, es decir, con mayor tipo de microbiota, tienen una microbiota más diversa y resiliente”, afirma la doctora Navarrete.

  • En esta línea, el profesor Martin Gotteland, académico del INTA, aconseja preferir alimentos frescos y muchos vegetales.

“Lo ideal es consumir menos alimentos procesados, ir más a la feria y menos al supermercado, cocinar más en casa, consumir una mayor cantidad de fruta y vegetales, cereales integrales, leguminosas. Estos alimentos aportan substratos beneficiosos para la microbiota”, indica.

La actividad física también es relevante en la salud de estas bacterias, pues el sedentarismo altera este equilibrio.

  • “Desgraciadamente, hay múltiples factores que afectan esta simbiosis: el sedentarismo altera el tiempo de tránsito intestinal; el consumo de antibióticos; y algunas patologías que alteran la microbiota, aunque en muchas de ellas no se sabe bien aún si son causa o consecuencia, como las enfermedades digestivas, inflamatorias crónicas, autoinmunes, metabólicas, del sistema nervioso central y del comportamiento, entre otras”, plantea el profesor Gotteland.

Salud mental: ansiedad, estrés y depresión

  • Las señales que genera la microbiota ingresan a través de las células intestinales hasta la sangre y desde allí a los distintos órganos. Estas señales, que son metabolitos o componentes bacterianos, estimulan las terminaciones nerviosas y las células productoras de hormonas que viven en el intestino, permitiendo la transmisión de la información al cerebro a través del nervio vago, explica el profesor del INTA de la Universidad de Chile.

Estos estudios han acuñado el concepto de “eje microbiota-intestino-cerebro”, detalla.

  • “Este efecto se debe a una modulación del cerebro a través de la estimulación del nervio vago. Se ha mostrado que la microbiota intestinal tiene un efecto sobre la ansiedad, el estrés y la depresión. En algunos estudios, se ha reportado que cepas probióticas de lactobacilos mejoran los síntomas depresivos en ratones”, añade el académico de la U. de Chile.
  • A medida que la ciencia desentraña los misterios de la microbiota intestinal, se presenta un nuevo paradigma en la salud humana. La comprensión de esta comunidad microbiana lleva a reevaluar nuestras prácticas alimentarias, hábitos de vida y enfoques terapéuticos, en busca de un equilibrio óptimo entre nuestro cuerpo y estos pequeños compañeros invisibles.

En última instancia, la microbiota intestinal se erige como un recordatorio poderoso de que nuestro cuerpo es un sistema interconectado, donde la salud holística depende tanto de las decisiones que tomamos como de los microscópicos organismos que habitan en nuestro interior, dicen los especialistas.

  • El envejecimiento trae consigo diferentes tensiones y limitaciones a nuestro microbioma, por lo que es más importante que nunca cuidarlo.

Aquí hay algunas cosas que puedes hacer por tu microbiota y por ti, según el manual de Clínica Mayo:

  • Toma antibióticos solo cuando sea médicamente necesario y te los recete un profesional de la salud. El uso excesivo de antibióticos puede provocar una disminución de la diversidad y un desequilibrio microbiano, a menos que tu médico tenga intención de manipular terapéuticamente tu microbiota intestinal.
  • En la variedad está el gusto. A medida que envejecemos, tendemos a comer menos variado e incluso monótono, debido a la soledad, la falta de motivación o incluso la depresión. Consume abundantes frutas, verduras, cereales integrales y legumbres. Estos alimentos contienen fibra; asegúrate de aumentar su consumo gradualmente durante algunas semanas, ya que un exceso demasiado rápido puede causar gases, hinchazón abdominal y calambres.
  • Añade más probióticos a tu dieta. Elige yogur y otros alimentos fermentados que indiquen en la etiqueta o el envase que contienen “cultivos vivos y activos”. La comida es lo mejor, pero un suplemento también puede ser útil.
  • No faltes a tu cita dental. Los problemas dentales suelen hacer que prefiramos alimentos blandos y evitemos aquellos como verduras crudas, frutas y frutos secos que benefician el intestino, pero requieren masticación.
  • Mantente en movimiento. A medida que envejecemos, tendemos a limitar nuestra actividad física, debido a problemas de movilidad, miedo a caernos o falta de motivación. Sin embargo, el ejercicio tiene muchos beneficios, como ayudar a que los alimentos circulen por el colon de forma más eficiente y mejorar la composición de nuestra microbiota intestinal. Prueba caminar a paso ligero, practicar yoga, taichí, andar en bicicleta, hacer abdominales y activadores del suelo pélvico como los ejercicios de Kegel.
  • Controla el estrés. El estrés impacta directamente el eje microbiota-intestino-cerebro, los sistemas corporales que permiten la comunicación bidireccional entre el cerebro y las bacterias que habitan naturalmente en el intestino.
  • Duerme lo suficiente y con calidad. La interrupción del sueño altera la composición del microbioma intestinal, lo que provoca un desequilibrio microbiano.

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Trasplante de microbiota chileno

Foto de Anna Shvets.

La microbiota intestinal sufre cambios importantes a medida que envejecemos. Estos cambios pueden estar asociados con la aparición de enfermedades crónicas y un deterioro de la calidad de vida. Sin embargo, la microbiota intestinal es altamente adaptable y puede ser modulada a través del estilo de vida y la dieta, lo que la convierte en una herramienta viable para promover un envejecimiento saludable.

  • Identificar diversas estrategias que ayuden a potenciar la resiliencia en adultos mayores, como factor clave para mantener una buena calidad de vida y una mejor autonomía en la última etapa de la vida, es el objetivo de la investigación que encabezan los académicos del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la U. de Chile, Gonzalo Jorquera y Pamela Urrutia. Ambos, en colaboración con el profesor Francisco Javier Cubero de la Universidad Complutense de Madrid.

Los académicos publicaron un paper en la revista Aging & Disease con la investigación que ya lleva un tiempo en marcha.

“Hay varias investigaciones científicas que evidencian que, bajo ciertas condiciones, la composición y la diversidad de la microbiota intestinal influyen positivamente en funciones clave como la respuesta inmune, el metabolismo y la salud cerebral, factores estrechamente relacionados con un envejecimiento saludable. Sin embargo, esto no implica que una persona rejuvenezca o que el tiempo se revierta, sino que el proceso de envejecimiento puede desarrollarse de manera más equilibrada y con una mejor calidad de vida”, explicó la profesora Urrutia.

  • “Para ello, estamos trabajando en un modelo preclínico en donde tomamos microbiota intestinal de un donante joven que es físicamente activo, lo que significa tener una microbiota altamente saludable”, señaló el profesor Jorquera.
  • “Tomamos la microbiota intestinal de ratones jóvenes y físicamente activos y, a través de un trasplante, administramos este consorcio de bacterias al ratón envejecido y vemos sus resultados”, agregó Jorquera.
  • Por su parte, la doctora Urrutia explicó: “La composición de estas bacterias es muy importante, ya que se ha comprobado que ciertas especies son beneficiosas para la salud. Estas bacterias pueden regular procesos antiinflamatorios, secretar metabolitos con funciones clave, contribuir al equilibrio del metabolismo general del organismo en el que habitan y reducir la presencia de bacterias potencialmente dañinas”.

“Identificamos que cuando el donante es físicamente activo y joven, y le damos su microbiota a un individuo (ratón) envejecido y luego evaluamos diversos parámetros de la cognición, esta mejora. Hay menos neuroinflamación, hay más plasticidad sináptica, mejor aprendizaje, mejor memoria, la función del intestino también mejora”, detalló el doctor Jorquera.

  • En otras palabras, comprobaron que dicho procedimiento sí podría afectar la salud cognitiva en ratones envejecidos. “Hemos visto que aparentemente esta estrategia de rejuvenecer la microbiota intestinal en un contexto de un animal envejecido tiene efectos positivos; al menos –eso hemos identificado– sobre la cognición de los animales envejecidos, que puede tener efectos muy importantes para pensar en tratamientos contra la demencia o el declive cognitivo, situaciones muy presentes en personas mayores”, explicó Jorquera.

Los investigadores están actualmente revisando si estas modulaciones de la microbiota intestinal también pueden potenciar la salud muscular y metabólica en personas mayores.

Las apuestas

Ante tales posibilidades, muchos ya están invirtiendo en fórmulas lucrativas.

  • Japón está apostando fuerte por los “alimentos funcionales” diseñados para mejorar la salud intestinal, un mercado que se espera que explote en los próximos años.
  • Los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. lanzaron recientemente un proyecto de 250 millones de dólares para mapear cómo nuestro microbioma afecta la prevención de enfermedades, una medida que podría redefinir la salud pública.
  • Los alimentos fermentados de Dinamarca, desde el kéfir hasta el chucrut, están siendo aclamados como posibles superalimentos para un intestino más saludable y un mundo más saludable.
  • En Chile, hace una semana se lanzó The Eternal Company, una startup biotech local, liderada científicamente por Daniel Almonacid e Ismael Palacios García. La empresa creó Eternal Gut, un kit que genera un informe de microbiota intestinal a partir de muestras de heces. El informe presenta la concentración relativa de los principales grupos bacterianos y evalúa sus funciones mediante categorías como “elevado”, “normal” o “disminuido”, facilitando la interpretación para diseñar intervenciones de nutrición y estilo de vida enfocadas en salud cardiometabólica y gastrointestinal.

Esto recién comienza.

  • Un dato sorprendente: ya se realizan en Chile los trasplantes de microbiota fecal, que se utilizan para tratar infecciones por Clostridium difficile (ICD), una bacteria que causa diarrea y colitis severas, especialmente en personas que han tomado antibióticos.

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Mito o Verdad: las guaguas se calman con el canto

Foto de Kenan Zhang.

Si tienes hijos o te ha tocado cuidar a tus sobrinos, es muy posible que les hayas cantado tal vez no necesariamente una canción de cuna, pero sí un éxito de tu cantante favorito. ¿Pero sabías que, en todo el mundo y en todas las culturas, cantar a los bebés parece ser algo instintivo en los cuidadores?

  • Sin embargo, nuevos hallazgos señalan que cantar es una manera fácil, segura y gratuita de ayudar a mejorar el bienestar mental de los pequeños. Esto se explica por el hecho de que el buen ánimo en la infancia se asocia con una mayor calidad de vida, tanto para los padres como para los niños. Esto a su vez tiene beneficios para la salud de toda la familia, dicen los investigadores. El estudio también ayuda a explicar por qué los comportamientos musicales pueden haber evolucionado en los padres.

“Cantar es algo que cualquiera puede hacer y la mayoría de las familias ya lo hacen”, dijo Eun Cho, investigador postdoctoral del Yale Child Study Center y coautor del estudio.

  • “Demostramos que esta simple práctica puede conducir a beneficios reales para la salud de los bebés. No siempre necesitamos centrarnos en intervenciones costosas y complicadas cuando hay otras que son igual de efectivas y fáciles de adoptar”, agregó la coautora Lidya Yurdum, estudiante de doctorado en Psicología en la Universidad de Ámsterdam, afiliada al Child Study Center.

Mejor estado de ánimo

El nuevo estudio incluyó a 110 padres y sus bebés, la mayoría de los cuales tenían menos de cuatro meses. Los investigadores asignaron aleatoriamente a los padres a dos grupos, alentando a uno de estos a cantarles a sus hijos con más frecuencia, enseñándoles nuevas canciones, proporcionando videos instructivos al estilo karaoke y cancioneros para bebés, además de enviarles boletines semanales con ideas para incorporar música en las rutinas diarias.

  • Durante cuatro semanas, estos padres recibieron encuestas en sus teléfonos inteligentes en momentos aleatorios a lo largo del día. Los padres respondieron preguntas relacionadas con el estado de ánimo del bebé, el tiempo que se pasa relajando, el estado de ánimo del cuidador y la frecuencia del comportamiento musical.
  • Por ejemplo, se pidió a los padres que calificaran qué tan positivo o negativo era el estado de ánimo de su hijo o hija en las últimas dos o tres horas antes de recibir la encuesta. Los 56 padres del grupo de control también recibieron una intervención idéntica en las cuatro semanas posteriores al experimento inicial.
  • Los investigadores descubrieron que los padres pudieron aumentar con éxito la cantidad de tiempo que pasaban cantando para sus hijos. “Cuando les pides a los padres que canten más y les proporcionas herramientas muy básicas para ayudarlos en ese viaje, es algo que les resulta muy natural”, dijo Yurdum.
  • Los padres no solo cantaban con más frecuencia, sino que también eligieron usar la música, especialmente en un contexto en particular: calmar a sus hijos cuando eran irritables. “No les dijimos a los padres: ‘Creemos que deberías cantarle a tu bebé cuando está mañoso’, pero eso es lo que hicieron”, dijo Samuel Mehr, profesor asociado adjunto en el Centro de Estudios Infantiles y director de The Music Lab. Mehr también es el investigador principal del estudio.

“Los padres gravitan intuitivamente hacia la música como una herramienta para manejar las emociones de los bebés, porque aprenden rápidamente lo efectivo que es el canto para calmar a un bebé intranquilo”.

  • Lo más sorprendente es que las respuestas a la encuesta mostraron que el aumento del canto condujo a una mejora mensurable en el estado de ánimo de los bebés en general, en comparación con los del grupo de control. En otras palabras, los padres que cantaban más calificaron el estado de ánimo de sus bebés como significativamente más alto. Es importante destacar que se encontró un mejor estado de ánimo en general, no solo como una respuesta inmediata a la música.

Si bien cantar no tuvo un impacto significativo en el estado de ánimo de los cuidadores en este estudio, Mehr cree que podría haber efectos de seguimiento en la salud de las familias jóvenes.

  • “Todos los padres saben que el estado de ánimo de un bebé afecta a todos los que lo rodean. Si las mejoras en el estado de ánimo de los bebés persisten con el tiempo, bien pueden generalizarse a otros resultados de salud”, dijo Mehr.

Beneficios del canto

Aunque los investigadores no vieron una mejora en el estado de ánimo de los cuidadores en cuatro semanas, están intrigados por ver si cantar puede ayudar a aliviar el estrés o condiciones como la depresión posparto a largo plazo. También están interesados en explorar si cantar podría tener beneficios más allá del estado de ánimo en los bebés, como un mejor sueño.

  • Trabajos anteriores de The Music Lab han demostrado que la música dirigida a los bebés es universal en los humanos y que estos incluso pueden inferir el contexto de las canciones, por ejemplo, si es para bailar o una canción de cuna, en idiomas extranjeros y de otras culturas. Para Mehr, los nuevos hallazgos tienen sentido a la luz de estos resultados científicos básicos.

“Nuestra comprensión de las funciones evolutivas de la música apunta a un papel de la música en la comunicación. Los padres envían a los bebés una señal clara en sus canciones de cuna: estoy cerca, te escucho, te estoy cuidando, así que las cosas no pueden ser tan malas”, concluyó el profesor.

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Chat con los lectores: síndrome de CKM en las mujeres

Foto de Kampus Production.

Esta semana quise responder unas sugerencias de varias mujeres que han pedido temas “femeninos”. Resumo la demanda en la petición de Marisol Alonso, preocupada por enfermedades cardíacas y metabólicas, en especial en la menopausia. Ambas afecciones están conectadas y a ellas se suman los problemas renales. Veamos.

  • Millones de mujeres pueden estar viviendo sin saberlo con factores de riesgo para enfermedades cardíacas, renales y metabólicas, condiciones interconectadas que, juntas, impulsan el riesgo de enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte entre las mujeres en Chile y el mundo.
  • La interacción de la salud cardíaca, renal y metabólica se llama salud cardiovascular-renal-metabólica (CKM, por sus siglas en inglés). Los factores de salud de CKM incluyen la presión arterial, el colesterol, el peso, la glucosa en sangre (azúcar) y la función renal. Estos factores están conectados, por lo que si algo sale mal en un área, afecta a las otras y puede conducir al síndrome de CKM, que está asociado con un alto riesgo de enfermedad cardiovascular.
  • La nueva iniciativa de salud CKM, de la Asociación Americana del Corazón, tiene como objetivo aumentar la conciencia sobre la interconectividad entre las enfermedades cardíacas, renales y metabólicas y mejorar, así, el tratamiento del síndrome de CKM. Para ello, lanzó cinco ítems que las mujeres deben saber sobre su salud cardíaca, renal y metabólica.
  1. Conoce tu mayor riesgo para la salud

Casi el 45% de las mujeres de 20 años o más vive con algún tipo de enfermedad cardiovascular, y 1 de cada 3 mujeres morirá a causa de ella.

  • Debes saber que las mujeres podemos desarrollar enfermedades cardíacas de manera diferente a los hombres y experimentar síntomas que en ellos son poco comunes. Por ejemplo, tenemos más probabilidades de tener bloqueo en los vasos sanguíneos más pequeños alrededor del corazón, y aunque el dolor en el pecho es el síntoma más común del ataque cardíaco, las mujeres también experimentamos dolor en los brazos, la mandíbula y el cuello.

“A pesar de que las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte para las mujeres, la mayoría no es consciente de su riesgo de enfermedad cardíaca”, dijo Sadiya S. Khan, M.D., M.Sc., FAHA, voluntaria de la Asociación Americana del Corazón.

  1. Actúa pronto

Cuando los factores de riesgo ocurren en múltiplos, el riesgo cardíaco se intensifica. Se prevé que las mujeres con diabetes tipo 2 o enfermedad renal crónica alcancen un riesgo elevado de enfermedad cardiovascular 8-9 años antes que aquellas sin ninguna de las dos condiciones.

  • Las mujeres con ambas condiciones pueden alcanzar un alto riesgo 26 años antes. Abordar la salud cardíaca, renal y metabólica en cada etapa de la vida puede mejorar la calidad de vida y la salud en general.
  1. Conoce tus factores de riesgo conectados

Muchas personas que tienen presión arterial alta o diabetes –lo que aumenta el riesgo de enfermedad renal– desconocen la salud de sus riñones, debido a la falta de detección. La salud renal se evalúa mediante una prueba de orina para detectar proteínas o un análisis de sangre para la velocidad de filtración de los riñones. Demasiada proteína en la orina o una baja tasa de filtración pueden indicar enfermedad renal.

  • Dado que la presión arterial alta y las etapas iniciales de la enfermedad renal y la diabetes a menudo no tienen síntomas, es necesario realizar exámenes regulares para ser consciente de su riesgo.
  • “Conocer sus números de salud es fundamental para optimizar su salud de CKM y priorizar la prevención de enfermedades cardíacas, renales y metabólicas”, dijo la profesora de epidemiología cardiovascular de Magerstadt, Sadiya S. Khan, quien es también académica asociada de cardiología y medicina preventiva en la Escuela de Medicina Northwestern en Chicago.

Los niveles apropiados de factores de salud de CKM para las mujeres son:

  • Presión arterial: por debajo de 120/80 mm Hg.
  • Niveles de colesterol que son importantes para la salud de CKM:
    • Triglicéridos: por debajo de 135 mg/dL.
    • HDL (lipoproteína de alta densidad, también conocida como colesterol “bueno”): por encima de 50 mg/dL.
  • Las evaluaciones de peso incluyen la circunferencia de la cintura y el índice de masa corporal (IMC):
    • Circunferencia de la cintura: menos de 88,9 cm (78.74 cm para las mujeres asiáticas).
    • IMC: menos de 25 kg/m2 (por debajo de 23 kg/m2 para las mujeres asiáticas).
  • El nivel de azúcar en sangre –una evaluación del riesgo de diabetes– se mide de dos maneras:
    • Glucosa en sangre en ayunas (azúcar en sangre a corto plazo): 70-99 mg/dL.
    • A1C (control a largo plazo del azúcar en sangre): por debajo del 5,7%.
  • Evaluaciones de salud renal:
  • UACR (prueba de orina para proteínas): menos de 30 mg/g.
  • eGFR (análisis de sangre para la velocidad de filtración): 90 ml/min/1,73 m2 o más.

Cuando un factor de salud de CKM está en un nivel anormal, también puede llevar a otros a niveles poco saludables. Sin embargo, los esfuerzos para mejorar los niveles en un área, ya sea a través de cambios en el estilo de vida o la medicación adecuada, también pueden devolver el equilibrio a las otras.

  1. El embarazo y la menopausia afectan la salud de CKM de las mujeres

“Cada embarazo es una ventana a la salud posterior del corazón, los riñones y el metabolismo”, señaló Janani Rangaswami, M.D., FAHA, profesora de medicina en la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad George Washington.

  • Las complicaciones del embarazo, como la preeclampsia, la diabetes gestacional y la hipertensión gestacional son factores de riesgo para futuras enfermedades renales crónicas, diabetes y enfermedades cardiovasculares, dijo Rangaswami, quien también es copresidenta del grupo asesor científico para el asesoramiento presidencial de la Asociación Americana del Corazón, que definió el síndrome de CKM. “Cualquiera que quiera estar embarazada debe optimizar su corazón y su salud metabólica antes del embarazo”, agregó.
  • Los cambios durante la menopausia también influyen en la salud cardíaca y metabólica a largo plazo. Esto incluye la disminución de los niveles de estrógeno, el aumento de la grasa corporal alrededor de los órganos, el aumento de los niveles de colesterol y el refuerzo o debilitamiento de los vasos sanguíneos. Además, la menopausia temprana, antes de los 45 años, está relacionada con un mayor riesgo de enfermedad renal, diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular.
  1. Los factores sociales afectan a las mujeres de maneras únicas

La detección de factores sociales es una parte importante de la evaluación de la salud de CKM. Las influencias financieras, sociales y vecinales negativas se asocian con bajos niveles de actividad física y alimentación saludable y altos niveles de obesidad, enfermedades cardíacas y diabetes.

  • Algunos factores afectan a las mujeres de manera diferente a los hombres. El matrimonio está relacionado con una peor salud para las mujeres, y un mayor porcentaje de mujeres que de hombres retrasa la atención médica debido a los costos. Las mujeres también se enfrentan a barreras únicas para acceder a la atención.
  • “Las mujeres están históricamente subrepresentadas en los ensayos clínicos, pueden tener menos acceso a la atención médica, tienen menos probabilidades de recibir medicamentos basados en la evidencia y sus preocupaciones de salud a menudo pueden pasarse por alto o descartarse”, dijo Khan. “Debido a que los síntomas de ataque cardíaco de las mujeres también pueden incluir náuseas y dificultad para respirar, a algunas mujeres se les dice que están experimentando ansiedad”.

Los mensajes para las mujeres son conocer su riesgo y abogar por su salud.

“Es importante incluir el historial de embarazo en los formularios de salud y buscar el tratamiento adecuado para los síntomas de la menopausia”, dijo Rangaswami.

  • “A veces ser tu mejor defensor es tu mejor apuesta. Queremos alentar a todas las mujeres a sentirse empoderadas para defenderse a sí mismas y a su salud. Esto debe incluir solicitar exámenes exhaustivos en las visitas de atención médica y hablar con un profesional de la salud sobre sus factores de salud cardíaco, renal y metabólico”, agregó la profesora.

Aquí finaliza esta edición de Efecto Placebo, espero que algo de lo revisado sirva para mejorar tu vida y la de tus cercanos. Nos comunicamos la próxima semana. Si tienes algún comentario, duda o información que quieras compartir, puedes escribirme a efectoplacebo@elmostrador.cl.

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