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De la tolerancia a la aceptación

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Por: Pablo Fuenzalida


Señor Director: 

Tolerar no es lo mismo que aceptar. En lenguaje ontológico decimos que tolerar es rechazo postergado, lo que significa que, cuando tolero a alguien, estoy lleno de juicios negativos del otro y estos desencadenan emociones restrictivas, como rabia y frustración, y me controlo. Por el contrario, cuando acepto, ontológicamente, estoy dando cuenta que algo es, nada más. La diferencia es que las emociones que me genera la aceptación son expansivas y más relacionadas con la calma y la paz. Este tipo de emociones son claves para escucharnos, dialogar, acordar, empatizar, etc., acciones necesarias y claves para el desafío de construir la constitución que nuestro país necesita.

La realidad es que tenemos un Comité de Expertos y un Consejo Constitucional democráticamente elegido. Salgamos de las conversaciones inoficiosas para centrarnos en el propósito de lograr una carta magna que convoque a una contundente mayoría. Dejémonos de tanto opinar, pasemos de la tolerancia a la aceptación y pongámonos a trabajar.

Pablo Fuenzalida

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