
Caos en Copa Sudamericana: barras enfrentadas, heridos graves y linchamientos en tribunas
El enfrentamiento entre hinchas de Independiente y la Universidad de Chile derivó en violencia extrema dentro y fuera del estadio Libertadores de América. Proyectiles, butacas, bombas de estruendo y linchamientos marcaron la jornada, dejando al menos 10 heridos y más de 300 detenidos.
Lo que debía ser un partido de octavos de final de la Copa Sudamericana se convirtió en un episodio de violencia extrema en el estadio Libertadores de América, en la ciudad de Avellaneda.
La prensa argentina reportó que los hinchas de Universidad de Chile, ubicados en la Tribuna Pavoni Alta, iniciaron un enfrentamiento que derivó en heridos, detenidos y la suspensión definitiva del duelo frente a Independiente.
Según fuentes del club argentino, el conflicto comenzó cuando los visitantes robaron una bandera de Independiente ubicada cerca de su sector.
Durante el primer tiempo, los hinchas locales soportaron ataques constantes: piedras, bolsas con excremento y objetos lanzados desde la tribuna visitante. A pesar de la magnitud de los incidentes, la policía —junto a 150 efectivos privados— no intervino directamente, siguiendo instrucciones de Conmebol de mantenerse al margen del sector afectado.

Desde ese momento, los hinchas de la U prendieron fuego y lanzaron butacas, botellas y bombas de estruendo contra los seguidores locales, ubicados en la parte baja de la tribuna.
El enfrentamiento escaló rápidamente. La barra de Independiente respondió, y uno de los momentos más escalofriantes se produjo cuando un hincha chileno cayó desde la segunda bandeja de la Tribuna Pavoni, tras ser acorralado por los locales. Hasta el momento, se registran al menos 10 heridos y 90 detenidos dentro del estadio, mientras que muchos de los agredidos fueron trasladados al hospital Fiorito de Avellaneda.


El partido se suspendió en dos ocasiones en el inicio del segundo tiempo, mientras los jugadores abandonaban el campo y la Conmebol evaluaba si continuar el encuentro. Fue en ese momento cuando se produjeron las escenas más violentas: algunos hinchas de la barra brava de Independiente ingresaron al sector visitante, golpeando y apuñalando a los chilenos que aún permanecían allí. La situación obligó a la evacuación completa del estadio y al desalojo de los visitantes por parte de la policía.
En el exterior del recinto, hinchas de Independiente persiguieron a seguidores chilenos, mientras otros ingresaron al césped.
La Policía de la Ciudad encapsuló los buses con hinchas de Universidad de Chile, procedió a identificar a todos los ocupantes y requisó los vehículos en busca de elementos prohibidos. En total, más de 300 simpatizantes de la U fueron detenidos tras los incidentes.
El partido, que había comenzado con la ilusión de un duelo internacional, terminó cancelado y marcado por imágenes de brutalidad pocas veces vistas en los últimos años en un estadio de fútbol argentino.