
Nepal confirma 30 muertos y más de 1.000 heridos tras la oleada de protestas
El Gobierno nepalí confirmó 30 fallecidos y 1.033 heridos tras dos días de protestas lideradas por la “Generación Z”. Katmandú vive bajo toque de queda indefinido y presencia militar, mientras los jóvenes llaman a un diálogo con el Ejército y el Gobierno depuesto para evitar más violencia.
Al menos 30 personas murieron y más de un millar resultaron heridas durante las protestas lideradas por la autodenominada “Generación Z” en Nepal, confirmó este miércoles el ministerio nepalí de Salud, según recoge el diario local ‘The Kathmandu Post’.
El balance oficial recoge que 1.033 personas sufrieron lesiones durante las protestas del lunes y el martes, de las cuales 713 ya fueron dadas de alta, otras 253 permanecen hospitalizadas y 55 fueron trasladadas a otros centros.
El Hospital de Servicio Civil está tratando al mayor número de pacientes, con 436 bajo atención, seguido por el Centro Nacional de Trauma, con 161, y el Hospital Everest, con 109, indicó el ministerio de Salud nepalí.
En total, 28 hospitales en todo el país están tratando a los afectados.
Las autoridades sanitarias han pedido a los centros médicos permanecer en alerta “máxima” ante el elevado número de pacientes.
Las protestas, que comenzaron de forma pacífica el lunes con una marcha hacia el Parlamento, terminaron con graves enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad, que usaron cañones de agua y gases lacrimógenos horas después.

FOTODELDÍA Katmandú (Nepal), 09/09/2025.- El fuego y el humo se elevan del palacio Singha Durbar, que alberga los edificios gubernamentales y parlamentarios, después de que los manifestantes irrumpieran en las instalaciones durante las violentas manifestaciones en Katmandú, Nepal, este martes. Al menos 19 personas murieron y decenas resultaron heridas el 8 de septiembre durante las manifestaciones contra la corrupción y la prohibición gubernamental de las redes sociales. EFE/ Narendra Shrestha
Este miércoles, el Ejército desplegó tropas por toda Katmandú, impuso un toque de queda indefinido y advirtió de que cualquier acto de vandalismo, saqueo o incendio deliberado sería procesado como delito, como respuesta a dos jornadas de grave escalada de violencia.
Los colectivos de jóvenes que lideran las protestas se han desmarcado de los episodios violentos y han hecho un llamamiento a abrir negociaciones con los militares y con el Gobierno depuesto para buscar una salida pacífica a la crisis, además de lanzar una propuesta en línea para elegir a un líder del movimiento.