Señor Director:
La palabra comunicación proviene del latín «communicatiōnis» que significa común, y por ello al comunicarnos buscamos poner algo en común con otro.
Después de un plebiscito histórico como el de este 25 de octubre, cabe preguntarnos qué tan efectiva ha sido la comunicación de nuestra clase política estos últimos años, incapaz de movilizar ciudadanos a las urnas de forma masiva para construir un diálogo participativo en torno a un proyecto común.
Porque estos años de abstención han logrado materializar un axioma de la teoría de la comunicación humana: la imposibilidad de no comunicar, transmitiendo desde la apatía un mensaje claro: la ausencia de un proyecto país que podamos abrazar todos juntos y la incapacidad de las élites para diseñar políticas públicas que reconozcan nuestras legítimas diferencias, como el día que ellos lograron reconocer las suyas y abrir este espacio de consulta ciudadana que ha vuelto a poner en común la idea de construir un país mejor.
Jaime Ramírez Cotal, académico Escuela de Diseño UDP