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Ocupación Militar en Gaza: ¿Hasta Cuándo? Opinión Misil Spike (www.rafael.co.il)

Ocupación Militar en Gaza: ¿Hasta Cuándo?

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Francisco Castañeda
Por : Francisco Castañeda Economista de la Universidad Central de Chile
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No se trata de ideologizar la política exterior, sino de asumir que la seguridad también se construye con coherencia moral y principios. El poder militar sin legitimidad al final es pura fragilidad. 


El gobierno de Chile ha retirado recientemente sus agregados militares en Israel en respuesta a los continuos y lamentables hechos que ocurren en Gaza. En forma clara y publica el gobierno de Boric ha criticado los actos terroristas de Hamas en el que murieron 1.200 israelíes y aún quedan 20 rehenes israelíes cobardemente secuestrados. Por otra parte, EE.UU. ha presionado aparentemente esta semana al gobierno chileno para que no se una al grupo de países que piden el fin del avance militar de Israel que está provocando una crisis humanitaria de proporciones, con riesgo de plagas, hambruna masiva y destrucción total de la sociedad gazatí. Sobre 50 mil muertos (con niños y ancianos a la deriva), con destrucción de la red hospitalaria, de universidades y de barrios completos barridos por el avance militar. Esto ha reabierto un debate necesario en Chile: ¿se pone en riesgo la seguridad nacional al cortar lazos con un proveedor clave de tecnología militar? Israel ha sido un socio relevante en la provisión de equipamiento militar en las diferentes ramas de la defensa. Pero Chile no depende exclusivamente de su tecnología. Francia, Alemania y España son proveedores históricos. Estados Unidos también lo es, pero podría ejercer presión no vendiendo armamento a Chile en caso de que el gobierno chileno siga alzando la voz para detener la masacre en Palestina. Además, países como Corea del Sur, Turquía e India emergen como alternativas viables para transferencia militar de capacidades. Sin embargo, romper relaciones diplomáticas con Israel es poco probable y tendría enormes costos logísticos y estratégicos porque algunos sistemas israelíes operando en Chile quedarían sin soporte técnico. Habría que adaptar doctrina y entrenamientos y esto requiere tiempo. Ciertamente el interés nacional (visa waiver, aranceles) debe ser sopesado. Pero en cualquier caso, la guerra arancelaria esta aumentando la probabilidad de que la economía norteamericana entre en recesión (ya Trump tiene muchos críticos internamente) y la mantención de la visa waiver ha estado en peligro desde hace tiempo por deficientes controles migratorios (y con senadores norteamericanos dispuestos a revocarla).

Pero en todo caso no es un salto al vacío: Chile mantiene una defensa sólida y sin amenazas bélicas inminentes. La posición del gobierno de Chile se trata de una señal ética y política. Países como España, Irlanda y Noruega han tomado caminos similares, reconociendo a Palestina o retirando embajadores. Chile, con una diáspora palestina significativa (la más grande del mundo fuera del mundo árabe) y una tradición diplomática autónoma, puede sostener una posición de principios sin comprometer su defensa militar. No se trata de ideologizar la política exterior, sino de asumir que la seguridad también se construye con coherencia moral y principios. El poder militar sin legitimidad al final es pura fragilidad. 

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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