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Replantear la metodología: aprender matemáticas con formadores del ayer Opinión

Replantear la metodología: aprender matemáticas con formadores del ayer

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Juan Pablo Catalán
Por : Juan Pablo Catalán Académico de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales UNAB.
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Formar sin transformar no suma. Y en educación, como en matemáticas, no basta con que la operación esté correcta: el resultado debe tener sentido.


Estamos educando a estudiantes del siglo XXI con profesores formados en el siglo XX. Esa es la metáfora —y también el llamado de atención— que deja entrever el reciente estudio del CIAE de la Universidad de Chile, en colaboración con las universidades de Concepción y Católica de Temuco.

La investigación, centrada en la formación de docentes de matemáticas, encuestó a más de 250 estudiantes de pedagogía de 18 universidades del país. Aunque el 73 % manifestó una disposición hacia modelos pedagógicos abiertos, basados en la participación activa y el rol guía del profesor, también se evidenció una tendencia a reproducir prácticas tradicionales experimentadas en su trayectoria escolar. El aula que se vivió, muchas veces se replica.

Este hallazgo nos conduce a una reflexión mayor: si queremos transformar el aprendizaje, debemos revisar con seriedad la manera en que estamos formando a quienes tendrán esa responsabilidad. No basta con promover discursos de innovación; es necesario asegurar experiencias formativas que permitan modelar esas prácticas desde el inicio.

La OCDE (2024) ha advertido que la enseñanza de las matemáticas exige mucho más que contenidos: demanda pensamiento crítico, colaboración y resolución creativa de problemas. La UNESCO (2023), por su parte, insiste en la urgencia de reimaginar la educación con un nuevo contrato social, donde el docente no solo instruya, sino acompañe, cuestione y cree junto a sus estudiantes.

En este contexto, la formación de los formadores se vuelve clave. Replantear las metodologías, actualizar los enfoques pedagógicos y fortalecer las prácticas tempranas no puede seguir siendo un desafío postergado. La estrategia del MINEDUC lo señala con claridad: se requiere una formación inicial centrada en la práctica reflexiva, en la vinculación con el aula real y en el uso pertinente de herramientas didácticas actuales.

Formar sin transformar no suma. Y en educación, como en matemáticas, no basta con que la operación esté correcta: el resultado debe tener sentido.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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