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Motor de desarrollo territorial

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Por: Sebastián Vergara Tapia


Señor Director:

 

Durante el gobierno del Presidente Boric, el patrimonio fiscal- administrado por el Ministerio de Bienes Nacionales- ha dejado de ser entendido como una reserva inmóvil, como un banco de suelo inerte convirtiéndose en una herramienta activa de desarrollo territorial. Esta perspectiva, sustentada en una visión progresista, ha permitido abordar- simultáneamente- la desigualdad territorial, promover el dinamismo económico regional y responder a la urgente tarea de proteger los ecosistemas de Chile.

En este marco, garantizar que las familias puedan vivir y proyectar su futuro sobre un terreno seguro ha sido una prioridad. Por ello, la modernización del marco legal de la regularización de la pequeña propiedad raíz permitió ampliar la capacidad del Estado para entregar certeza de dominio allí donde existe arraigo histórico. Cerca de 29 mil títulos de dominio entregados en este período no sólo reconocen propietarios, sino que habilitan inversión familiar y acceso a derechos, cambiando historias de vida que encuentran en el “Ahora sí, esta tierra es nuestra” un punto de inicio para nuevos proyectos.

Asimismo, el territorio fiscal ha sido clave para enfrentar la crisis habitacional y fortalecer servicios esenciales. Más de 3 millones de metros cuadrados se han puesto a disposición para vivienda social, mientras que inmuebles en todo Chile han permitido ampliar infraestructura de seguridad, salud, justicia y control fronterizo. 

En definitiva, cuando el suelo público se orienta al bien común las brechas sociales comienzan a cerrarse y la vida cotidiana mejora donde más se necesita. Su gestión activa no sólo optimiza el uso de un bien que pertenece a todas y todos, sino que también fortalece la planificación pública, reduce brechas territoriales y promueve un desarrollo más equilibrado, inclusivo y con sentido de futuro.

Sebastián Vergara Tapia

Subsecretario de Bienes Nacionales

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