
El día que gritamos… ¡Por fin!
Hace 10 años se cumplió el sueño de muchos. Chile ganó la Copa América. Un partido lleno de sensaciones, que Argentina tenía todo para arruinar la mesa. Tenía que ser en ese momento. Ahora solo hay que dejar fluir todos esos sentimientos que tuvimos ese día.
El 4 de julio es una fecha inolvidable y, primero que todo, porque es el cumpleaños de mi amada Josefa.
Y porque desde que me inicié en el periodismo deportivo, por ya casi 30 años, pude ver a una selección chilena gritar ¡Campeones!
Para la final de 1979 tenía recién 6 años y no tengo recuerdos, más allá de ver los archivos de los partidos. Luego, la de 1987 me hizo sufrir por televisión, como todo Chile, sentado esperando ver a la Roja de Astengo, Vera, Pizarro, Rojas, Letelier y Basay poder levantar el máximo cetro de Sudamérica. No se pudo.
Y hubo que esperar muchos años más para poder volver a estar en esa instancia. El 4 de julio 2015 tenía que ser. Un día de contrastes, porque la fiesta estaba programada y tan solo horas antes de ello, supimos de la terrible noticia de la muerte de Carlos de Gavardo. El ambiente estaba extraño. Había en al aire esa tensa calma, esa atmósfera de que era posible ganar la ansiada Copa América.
Un partido lleno de sensaciones, que Argentina tenía todo para arruinar la mesa. Y claro, en esa jugada de Higuaín cuando ya se iba el match, donde todos los chilenos pedimos que no fuera gol.
Luego los penales, ritual de la angustia, pero a medida que los nuestros iban anotando, llegaba la seguridad de que se iba a dar. Tenía que ser ahora. No habría otra mejor opción.
No hay más que escribir, solo dejar fluir todos esos sentimientos que tuvimos ese día.
Nos merecíamos una alegría así y gritar a todo pulmón… por fin.
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