Opinión
El desarrollo de la interculturalidad en las universidades
La interculturalidad se refiere también a los esfuerzos de comunicación, interacción y diálogo entre personas que pertenecen a culturas diversas, presupone el esfuerzo genuino por comprender a las diversas culturas en un marco de apertura y diálogo.
Los países se construyen a lo largo de su historia desde sus pueblos originarios y con el aporte fundamental de todos los integrantes de la población que los habita. Así, es la convivencia y cohesión de esta mixtura lo que le da el carácter a una nación. Chile es un país culturalmente diverso y esto sin duda es un valor y una riqueza. El último censo indica que cerca de un 20% de la población pertenece ya sea a los pueblos originarios (12%) o es miembro de un pueblo migrante (8%), con culturas diversas que forman parte de nuestra sociedad y actual matriz cultural. Estas cifras reflejan la importancia del tema, el que hay que abordar también desde las universidades. Tenemos la responsabilidad de aportar al desarrollo de un cambio cultural, donde la interculturalidad sea un tema central para el desarrollo integral del país.
En primer término, entendemos por interculturalidad el respeto y la promoción de la diversidad cultural bajo el supuesto de un reconocimiento común de los derechos humanos y de la dignidad que posee cada persona independiente de su pueblo de origen, género, edad, pertenencia territorial y religión. Así, la interculturalidad supone que las culturas y las personas que pertenecen a ellas se enriquecen a través del contacto que se establece en conjunto. Una relación que se entiende como el reconocimiento común de los derechos humanos y de la dignidad de cada persona independientemente de su pueblo de origen, género, edad, pertenencia territorial o religión.
Considerando lo anterior, promover la interculturalidad en nuestro sistema de educación superior es un objetivo ineludible. Somos testigos de la importancia que reviste conocer y aprender de las distintas culturas con las cuales interactuamos cotidianamente, con el propósito de enriquecer nuestro quehacer en la formación de personas, el desarrollo del nuevo conocimiento y la incidencia en la sociedad.
La interculturalidad se refiere también a los esfuerzos de comunicación, interacción y diálogo entre personas que pertenecen a culturas diversas, presupone el esfuerzo genuino por comprender a las diversas culturas en un marco de apertura y diálogo. Así, el respeto por la diversidad cultural es enteramente compatible con el esfuerzo por encontrar valores y experiencias comunes y con el logro de una adecuada armonía, ya sea de experiencias o de propósitos, entre grupos culturalmente diversos.
En su viaje a Chile del año 2018, el Papa Francisco al reunirse con nuestros pueblos originarios, nos señaló “La unidad que nuestros pueblos clama que nos escuchemos, pero principalmente que nos reconozcamos, que no significa tan sólo recibir información sobre los demás, sino recoger lo que el Espíritu ha sembrado en ellos como un don también para nosotros. Esto nos introduce en el camino de la solidaridad como forma de tejer la unidad, como forma de construir la historia”. Un hermoso mensaje y un gran desafío.
Estos pasos son muy necesarios de realizar, las universidades pueden ser agentes de gran relevancia ya que se vincula con nuestra misión de formar personas y de promover nuevas generaciones de líderes para el país. Necesitamos generar comunidades diversas, dialogantes, en las que existan oportunidades de desarrollo para todos sus miembros. Se debe fomentar la construcción de una comunidad universitaria plural, abierta a la experiencia del encuentro cultural y el aprendizaje mutuo.
En nuestro país, existen varias universidades, -tanto en el norte como en la región de la Araucanía-, que ya tienen un importante camino recorrido en esta materia y de las cuales el sistema de Educación Superior tiene mucho que aprender. Esto debido a que se han desarrollado cercanamente con las comunidades a quienes sirven. Así también, desde hace años nuestra universidad diseñó y está implementando diversas iniciativas que buscan promover un cambio cultural profundo, que contribuya a reconocer y valorar la interculturalidad como un aspecto central de nuestro quehacer universitario. Este trabajo incluye iniciativas en diferentes áreas estratégicas, entre las que se incluyen la admisión, el acompañamiento y tutorías de los estudiantes, la formación de un semillero académico, la construcción y acceso a los programas de doctorado con inserción académica en las diferentes facultades, entre otros.
En todas estas iniciativas desempeña un rol clave la comunidad universitaria en su totalidad, con un gran protagonismo de quienes pertenecen a los pueblos originarios y a comunidades migrantes. En suma, es crucial impulsar un cambio cultural relevante y profundo en nuestro entorno universitario y por esta vía contribuir a reconocer y valorar la interculturalidad como un aspecto distintivo de nuestra sociedad. Esta es una tarea pendiente en la cual queremos aportar para tener un país más cohesionado y con un futuro con mayores oportunidades para toda la población. Es un gran desafío por asumir de manera integral al interior del sistema de educación superior del país.
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