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Las últimas horas de Osvaldo Campos, el veterinario ludópata que asesinó a dos trabajadores del casino Monticello

Las últimas horas de Osvaldo Campos, el veterinario ludópata que asesinó a dos trabajadores del casino Monticello

Se suicidó en los baños del recinto tras administrarse una sustancia letal. Fue el final de una adicción al juego que lo llevó a perder en pocos días alrededor de 18 millones de pesos. Llama la atención la falta de seguridad en estos lugares, considerando que es el segundo ataque con arma de fuego que se registra en este casino en menos de un mes.


El médico veterinario Osvaldo Campos Azócar se quitó la vida en horas de la tarde de este domingo en los baños del casino Monticello de la comuna de San Francisco de Mostazal, en la Región de O’Higgins. Antes había dado muerte a dos trabajadores del recinto con el arma de fuego con la que estaba premunido y que no dudó en usar contra sus víctimas una vez que ya lo había perdido todo.  Las versiones que circulaban después de ocurrido este trágico suceso señalaban que, por lo menos, había apostado unos 18 millones de pesos durante la última semana, ya que llevaba varios días alojando en el hotel del mismo casino.

En el lugar no era un desconocido. Por el contrario, se había ganado la fama de cliente «conflictivo» tras protagonizar otros episodios de violencia y maltrato hacia el personal. En las redes sociales exhibía algunos detalles de su vida personal, como un diploma de egreso del Instituto Nacional, algunas imágenes con animales por su rol de veterinario -por lo que tuvo algunas apariciones en programas de televisión- y su gusto por los automóviles de lujo.

En Maipú, donde había instalado una clínica, los vecinos declararon a un canal de televisión que Campos había sufrido hace no muchos años la pérdida de sus padres y que desde entonces estaba sumido en la soledad. Una mujer también advirtió que no se veía bien y que tenía una actitud errática, mientras que una ex clienta, disconforme con la atención que recibió su mascota, escribió el año pasado en el Facebook de su consulta una inquietante descripción de su personalidad: «No es claro, no es amable, no te mira a los ojos».

Este domingo estalló. Fuentes policiales aseguran que las cámaras de seguridad captaron lo ocurrido. Su último episodio de mala suerte en el juego lo resolvió levantándose de una mesa en la que apostaba en solitario, dando dos pasos hacia atrás, para luego y sin previo aviso percutir su arma contra el crupier Óscar Elías Reyes Valenzuela, quien cayó abatido en el lugar.Los balazos los dirigió también contra la joven Carolina de los Ángeles Carreño Ávila, quien resultó herida, pero dejó de existir cuando recibía atención de urgencia en el hospital de Graneros.

Cundió entonces el pánico y sobrevino la incertidumbre. Se informó que había al menos otros cuatro heridos a bala y el Gope de Carabineros desplegó un operativo en todo el perímetro, incluido el uso de helicópteros. Campos permanecía parapetado mientras en el exterior primero se hablaba de un asalto y después de una toma de rehenes.

Campos en una selfie tomada en julio de 2014 y que publicó en la página de Facebook de su clínica veterinaria.

Luego de su acción desquiciada, Campos se dirigió al sector de los baños, mientras los guardias de seguridad advertían de sus movimientos por radio. Uno de los vigilantes se encontraba allí y para salvar su vida habría permanecido en silencio sobre un inodoro con la puerta cerrada para no ser visto. Pasaron alrededor de cinco largas horas hasta que Carabineros decidió ingresar, y se encontró con el cuerpo sin vida del veterinario.

La policía uniformada constató que el cadáver no presentaba signos de haber recibido un disparo. Y aunque ahora deben realizarse los exámenes tanatológicos de rigor, todo indicaba que había ingerido o se había inyectado una sustancia para consumar el suicidio. Para ello habría utilizado los conocimientos de su profesión.

Esta es la segunda vez en menos de un mes que el casino Monticello es el escenario de ataques con arma de fuego. El 6 de junio pasado un hombre de nacionalidad siria, que llevaba varios días pernoctando en el lugar, hirió de un disparo a un guardia de seguridad en un ataque de furia tras perder varios millones. Y no deja de llamar la atención que, al menos hasta ahora, cualquiera podía ingresar armado a un casino de juego sin que nadie lo impidiera.

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