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Propuesta de Nueva Constitución
Constituyente Bastián Labbé: “No necesitamos una Constitución declarativa, necesitamos una Constitución que se pueda aplicar» NUEVA CONSTITUCIÓN

Constituyente Bastián Labbé: “No necesitamos una Constitución declarativa, necesitamos una Constitución que se pueda aplicar»

Nicole Martinez
Por : Nicole Martinez Periodista El Mostrador
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El coordinador de la comisión de Participación Popular dijo que uno de los desafíos del gobierno entrante será colaborar en ese proceso, ayudando a convertir en políticas públicas y mejoras concretas para las personas, las demandas sociales que se instalaron en el proceso constituyente, y que la Convención deberá debatir y votar. Subrayó que están buscando la fórmula para que se incluyan como insumo directo a los constituyentes los resultados de cabildos y encuentros autoconvocados. Ahondó sobre las iniciativas populares de norma, que sumaron 78, con cerca de un millón de personas patrocinantes, demás de las iniciativas de pueblos originarios. «Nosotros estamos muy contentos con el éxito del proceso, pero es un mecanismo perfectible que tenemos que ir haciéndole mejoras, tenemos que ir aprendiendo del proceso, pero en general creemos que tuvo un funcionamiento adecuado y que sobrepasó absolutamente nuestras expectativas», afirmó.


El proceso partió algo tímido, pero las últimas semanas y en particular los últimos días, las iniciativas populares de norma fueron tomando ritmo, llegando a una participación de patrocinantes cercana al millón de personas, que entregaron las 15 mil firmas necesarias a 77 propuestas, más una – con menos firmas – del pueblo tribal afrodescendiente, que no fue reconocido formalmente como pueblo originario en el proceso constituyente.

Estas iniciativas que lograron los patrocinios pasarán a las distintas comisiones temáticas para ser discutidas y votadas en su mérito, incluso si significan una contradicción a lo ya aprobado por algunas de las comisiones. Uno de los coordinadores de la comisión de Participación Popular, Bastián Labbé, abordó en El Mostrador el detalle de las cifras, los desafíos en lo que queda de proceso, en relación a la participación ciudadana, y los desafíos también del gobierno entrante. A su juicio, uno de los aspectos importantes que deberá enfrentar la administración de Gabriel Boric es colaborar para que las demandas sociales que se discutan en la Convención se conviertan «en políticas públicas y mejoras concretas para la gente».

– Partamos con los números. ¿Cuántas iniciativas populares de norma lograron los patrocinios y cuántas personas participaron de este proceso?

– Tenemos como recuento, cerca de un millón de personas que respaldaron iniciativas. Aproximadamente 980 mil personas que se hicieron parte del patrocinio de este proceso de iniciativas populares de norma. Tenemos casi 3 millones de registros en la plataforma, y en torno a los ingresos, tenemos 78 iniciativas que entraron, 77 tienen más de 15 mil firmas, y una que corresponde al pueblo tribal afrodescendiente, y que fue parte también de una de las discusiones hace unas semanas, sobre la cantidad de patrocinios que necesitaban, y ese ingresó por 1.500 patrocinios.

Tenemos un total de 78 iniciativas y con números importantes. Nosotros cuando comenzamos este proceso participativo, no sabíamos cuál iba a ser la participación, y particularmente las últimas semanas, en especial el último mes y los últimos días, vimos esa cifra incrementada, así que eso nos tiene muy contentos respecto a este mecanismo de participación.

– ¿Ustedes hacen una evaluación positiva del impacto comunicacional que ha tenido el proceso de cambio de la estrategia comunicacional de la Convención?

– A medida que fue avanzando este proceso de las iniciativas populares, del proceso participativo que todavía está en camino, ha permitido que exista una mayor socialización, una comunicación más asertiva también. Yo creo que el cambio de la mesa directiva también dio un impulso importante al tema de la participación. María Elisa y Gaspar están super comprometidos con el proceso de participación, y especialmente cómo comunicar mejor a la población, a las comunidades, a las personas, la sociedad civil, que están vinculados a este proceso. Eso creo que es un elemento importante a considerar.

También el fortalecimiento del equipo de comunicaciones de la Convención. Cuando comenzó este proceso no contábamos con la capacidad técnica-humana para generar un despliegue de comunicaciones adecuado, como el que se ha visto mejorado, con algunas personas que están trabajando directamente con el proceso de participación, y directamente en términos comunicacionales. Y eso a favorecido en términos de la Convención. Pero también hay una parte que me creo que es importante señalar, que es la movilización que se dio en torno a las iniciativas populares de norma. Creemos que a través de este mecanismo a la gente se le permitió acercarse al proceso constituyente. Las organizaciones, las personas, tuvieron la oportunidad de presentar sus iniciativas, de hacerse presentes en este proceso, y creemos que eso es sumamente importante. Tanto el despliegue que hicieron en redes sociales y las firmatones que nos encontramos. Todo eso de alguna forma sirvió para una mejor difusión y que este proceso pudiera llegar a más gente.

– En cuanto a los temas, varios estaban duplicados, había más de una iniciativa en algunos asuntos en particular. Pasó con los fondos de pensiones y con el caso de animales no humanos. ¿Cuáles son los temas que generaron más interés en las iniciativas y cómo se van a trabajar los temas donde hay más de una propuesta, con sus respetivos matices?

– En términos generales, las iniciativas que lograron concitar mayor apoyo por parte de la población, son los que están relacionados a Derechos Fundamentales, y eso se va a discutir en la comisión número 4. En términos de seguridad social, de pensiones, tenemos unas 3 ó 4 iniciativas que van en esa línea. En término de derechos de los animales, un número similar. Educación entraron bastantes, diría que la temática que más fue significativa en términos de movilizar a personas fue educación, y también se relaciona con los procesos de movilización en Chile. Recordemos que las grandes movilizaciones o los grandes ciclos de movilizaciones de los últimos 10 ó 15 años lo propone el movimiento de estudiantes, el movimiento por la educación. El Presidente electo viene del mundo de la educación. Entonces, creo que esos elementos son reflejo de la participación, pero también del devenir histórico de las movilizaciones y la participación en Chile. En ese sentido, creemos que estas iniciativas relacionadas con los Derechos Fundamentales son las que tuvieron mayor apoyo.

El tratamiento que uno le va a dar a esas iniciativas, va a depender de cada convencional constituyente. Nosotros tenemos claro que dentro del reglamento, las iniciativas que lograran 15 mil firmas iban a entrar a ser debatidas. Ahora hay que entrar a ver el mérito del articulado, acá no vale si una iniciativa tuvo 70 mil apoyos y otra 18 mil patrocinios. Evidentemente hay un apoyo diferente, pero eso puede estar relacionado a muchos elementos, a muchas condiciones. Por ejemplo, nosotros no teníamos normado la regulación sobre el financiamiento o la posibilidad de promocionar iniciativas. Una iniciativa de 70 mil patrocinios, perfectamente pudo haber sido una iniciativa que recibió un mayor apoyo económico frente a una de 20 mil patrocinios, que quizás no tuvo ningún tipo de inversión y está relacionado por movilizarse o espacios de difusión fuera del mercado.

Esos elementos, en este mecanismo que es nuevo, pueden tener algunos ajustes para el futuro. Todas ingresan al debate y ahora hay que ver la importancia o el mérito que tiene el articulado, y cómo puede conversar también con otra iniciativa de convencionales constituyentes. Y eventualmente si hay una iniciativa que tiene un respaldo importante de convencionales, que tenga los dos tercios, puede ser parte también de la nueva Constitución.

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– ¿Qué lectura hace de lo que pasó con algunas iniciativas, que estaban respaldadas y promovidas, por ejemplo, por la CPC, versus una visibilizada por ONG pequeñas o personas naturales?

– Hay una cifra importante a considerar, que es que de las 77 iniciativas – a excepción de la 78, que es del pueblo tribal afrodescendiente, que viene de una organización – , 60 fueron levantadas por organizaciones y 17 pertenecen a personas naturales. Creo que esa cifra es importante considerar, que gran parte de los apoyos vienen de parte de organización de personas. Esos ajustes los tenemos que hacer para el futuro, esperamos que las iniciativas populares de norma queden para el futuro para el ejercicio democrático. Podemos homologar esto a nivel parlamentario, de tener iniciativas populares de ley y para eso tenemos que aprender de este proceso, en especial en cómo podemos restringir el mercado en la promoción de dichas iniciativas. Sabemos que una cantidad de recursos puede movilizar también mucha gente a través de propaganda.

Este ejercicio es un ejercicio importante. Nosotros estamos muy contentos con el éxito del proceso, pero es un mecanismo perfectible que tenemos que ir haciéndole mejoras, tenemos que ir aprendiendo del proceso, pero en general creemos que tuvo un funcionamiento adecuado y que sobrepasó absolutamente nuestras expectativas.

– ¿Qué pasa ahora con las iniciativas que chocan con algunas que ya se han aprobado en comisiones? Por ejemplo, el caso de un Congreso unicameral, que fue aprobado en general, versus una propuesta de iniciativa popular que plantea un Congreso bicameral. ¿Podría pasar que algunas iniciativas contradictorias entre sí avancen al pleno?

– Sí, podría pasar, porque es una votación primero en general. Pasamos a una votación en general de las comisiones, falta una votación en particular de las comisiones y después falta votar en el pleno, entonces son varios procesos que todavía le falta a este flujo de aprobación de las normas. Este proceso participativo que estamos generando, que tienen que dialogar con las iniciativas de norma que están levantadas por convencionales constituyentes, tienen que todavía votarse en particular, hacerle indicaciones, y queda mucho, nos queda por lo menos unos 3 meses más de dar esa discusión. ¿Qué pasa cuando hay colisiones? Eso tiene que ser dirimido por los convencionales constituyentes.

Por eso, el ejercicio de las iniciativas populares de norma permite que una iniciativa ingrese, pero no existe obligatoriedad en aprobarla, porque quienes deciden son los convencionales constituyentes, como agentes dirimentes frente a este choque de normas que son contradictorias. Entonces, si hay una propuesta de Congreso unicameral que fue votada en general por la comisión 1, e ingresa otra de bicameralidad, se tiene que discutir y se tiene que votar. Eso es decisión de los convencionales, si aprueban una, si aprueban ambas. Eso debe ser parte de la discusión y de las indicaciones, y no sólo quedarse con el eslogan. Es importante ver el contenido y el articulado. Hay muchas iniciativas que tienen nombres de fantasía, pero que no necesariamente el articulado está directamente relacionado a lo que están proponiendo los autores.

– ¿Se da eso con la iniciativa que se titula «Cárcel para Piñera»? Al leerlo tiene una propuesta más amplia, no centrada en el Presidente Sebastián Piñera.

– Absolutamente. Pasa con esa iniciativa, con las de pensiones. «Con mi plata no», que es la iniciativa que tuvo la mayor cantidad de firmas, que si tú revisas el contenido, el articulado, lo que propone es prácticamente una continuidad del actual modelo del sistema previsional de AFP. También hay una diferencia, porque el sistema actual de AFP solamente a través del Congreso ha permitido que exista el retiro de los fondos previsionales. Y otras iniciativas donde el título te puede decir algo, pero el articulado puede decir otra cosa. En su momento nosotros hicimos ese llamado a la población, de que pudiera informarse de forma adecuada, leer los articulados, que es lo que va a quedar finalmente dentro de la Convención si es que se aprueba. Y los títulos eran títulos de fantasía.

– ¿Podría generar alguna discusión o tensión, como ya generó en algún momento, esta iniciativa de «cárcel para Piñera»?

– Yo creo que el nombre es lo más polémico que tiene, porque el articulado es bastante sencillo, que básicamente propone garantías de no repetición. Es polémico, pero no va contra el reglamento, no genera un insulto a nadie, no va en contra de lo que establecimos como protocolo de admisibilidad, entonces, claro, es un nombre polémico. Cuando salió en la prensa y cuando se empezó a difundir, eso le dio mucha más fuerza a la iniciativa y permitió que en pocos días lograra la cantidad de firmas necesarias. Lo que importa es el articulado, más allá del nombre. Nosotros estamos abocados a nuestra tarea de redactar una nueva Constitución, de preocuparnos de las normas, de preocuparnos de la coherencia que tenga el texto final. Ese es el objetivo que tenemos. Tenemos un cronograma bastante ajustado y aquellos títulos que son polémicos, que llaman la atención, pasan a un segundo o tercer plano, no es parte de nuestra tarea fundamental.

– ¿Cuál cree que va a ser el mayor desafío del gobierno que asume en marzo, considerando que hay compromisos de campaña que son temas que también está discutiendo o va a discutir la Convención?

– Uno de los desafíos más grandes que tiene el gobierno es superar la actual situación económica que nos deja el gobierno saliente de Sebastián Piñera. Se vienen tiempos sumamente complejos en ese sentido, y yo creo que eso es uno de los elementos más importantes. Lo otro, que tiene que ver con el proceso constituyente, de cómo se plasman las transformaciones que estamos generando, a través de esta nueva carta constitucional, en políticas públicas que permitan ir avanzando en la línea de las transformaciones sociales.

Nosotros sabemos que también hay que generar una especie de gobernabilidad necesaria, o al menos tener un sustento político en el Congreso, en el gobierno, que permita que estos cambios que estamos trabajando en el proceso constituyente tengan una materialización, porque no necesitamos una Constitución declarativa, necesitamos una Constitución que se pueda aplicar y que las transformaciones sociales que fueron demandadas por los pueblos de Chile el año 2019, se puedan convertir en políticas públicas y mejoras concretas a la gente.

Creo que ese es el mayor desafío de este gobierno (entrante). Gobernar con una crisis económica que, evidentemente, va en alza, y materializar al menos los cambios que estamos proponiendo desde el proceso constituyente.

– ¿Cuál es la proyección de la comisión de Participación Popular para instalar mecanismos que duren en el tiempo, en distintos niveles políticos?

– No solamente teníamos las iniciativas populares de norma como mecanismo de participación. Están los cabildos, están los encuentros autoconvocados, estamos conversando en torno a otros procesos que permitan no solamente que la participación de la población pueda llegar a la comisión de participación, sino que la participación – a través de estos encuentros – permitan llegar a las comisiones y sean un insumo para los convencionales constituyentes.

Uno de los desafíos que nosotros tenemos en esta Convención Constitucional, particularmente en el proceso de participación, es la incidencia dentro del debate del proceso. Y eso se ha visto reflejado, quizás por excelencia, a través de las iniciativas populares de norma, porque es un mecanismo de democracia directa que ingresa de manera mucho más rápida, saltándose el intermediario. Pero además hay otros mecanismos donde nosotros estamos apostando, hacia esa incidencia. Lo que fueron por ejemplo las audiencias públicas, que permitieron tener un panorama general para la elaboración del primer momento de normas. Y ahora tenemos un segundo momento que es sumamente importante, porque la participación va a ser con texto constitucional. Los cabildos y las asambleas que se vayan generando durante estos meses van a estar con norma en general aprobada, quizás algunas en el pleno y en particular, entonces ya no va a haber levantamiento de demandas sociales, sino que va a haber participación en torno a un texto que ya se está elaborando, y eso creo que es muy meritorio dentro de la comisión de Participación y del reglamento que nosotros elaboramos en la comisión transitoria y que estamos implementando.

– Lo que salga de los cabildos, ¿va a ser incorporado en el debate o es más bien para tomar la temperatura de cara al plebiscito de salida?

– Tenemos ese desafío, lo estamos acordando, vinculando con las coordinaciones. Ya tuvimos una tanda de cabildos, hasta el 23 de enero, que estarán a disposición en los próximos días para todas las comisiones, y donde se están trabajando a partir de relatorías. En la comisión de participación habrán relatores que van a comunicar dicha información a las comisiones temáticas para que sean insumos para tomar en cuenta, ara que de alguna manera puedan incidir en los convencionales constituyentes, respecto a la indicaciones y el trabajo particular que se está haciendo en las distintas normas.

Estamos ideando ese mecanismo para que los cabildos y los encuentros autoconvocados no queden solamente almacenados en la secretaría de participación, sino que lleguen directamente a los convencionales constituyentes y sus comisiones.

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