Publicidad
Elizalde bajo presión: reforma al sistema político se empantana a días de la Cuenta Pública PAÍS Foto: AgenciaUNO

Elizalde bajo presión: reforma al sistema político se empantana a días de la Cuenta Pública

Publicidad
Andrés Cárdenas Guzmán
Por : Andrés Cárdenas Guzmán Periodista El Mostrador
Ver Más

El exministro Segpres y actual titular del Interior sigue liderando las conversaciones para lograr un acuerdo transversal, mientras el proyecto enfrenta un futuro incierto, con plazos ajustados y la expectativa de un posible impulso en la Cuenta Pública presidencial del 1 de junio.


Mientras los diputados se encuentran esta semana en labores distritales y el Senado continúa funcionando en régimen de comisiones, los comités parlamentarios de la Cámara Alta acordaron nuevamente aplazar –ya por tercera vez– la votación en Sala del proyecto de reforma al sistema político.

La postergación, confirmada este lunes 26 de mayo, se justifica oficialmente por la ausencia de senadores, debido a permisos y viajes, pero en los pasillos del Congreso se reconoce que también existen profundas diferencias sobre el contenido del proyecto, que no son nuevas. De hecho, es el exministro Segpres y actual ministro del Interior, Álvaro Elizalde (PS), quien sigue a cargo de esa negociación.

“Se está buscando un acuerdo con la oposición”, confirmó a El Mostrador el senador del Frente Amplio Juan Ignacio Latorre. Consultado por el rol del ministro Elizalde, el legislador oficialista evitó profundizar, “ya que son conversaciones que se están desarrollando”. Eso sí, recalcó que “la próxima semana veremos si hay novedades y acuerdos que sean viables”. De lo contrario, advirtió, “el proyecto de reformas políticas no tendrá futuro en la Cámara de Diputados en segundo trámite”.

Y es que la iniciativa, que busca introducir cambios sustanciales al modelo electoral, entre ellos, establecer un umbral mínimo del 5% de los votos a nivel nacional para que los partidos accedan a escaños en la Cámara de Diputadas y Diputados, enfrenta una doble oposición. Por un lado, partidos pequeños lo consideran una amenaza a la diversidad democrática; por otro, sectores oficialistas reclaman que el Gobierno no ha cumplido su promesa de ingresar un proyecto paralelo que complemente la reforma.

Además, algunos parlamentarios alertan que el destino de la iniciativa podría estar vinculado al avance de otro controvertido proyecto: el establecimiento de sanciones para hacer efectivo el voto obligatorio, incluyendo normativas más estrictas para votantes extranjeros.

La actual ministra Segpres, Macarena Lobos, no ha estado ausente en las sesiones donde se discute la reforma. “Hay un consenso clave y muy transversal respecto a la necesidad de avanzar en una reforma al sistema político”, declaró recientemente en una entrevista radial. Eso sí, senadores reafirman que es el ministro Elizalde quien sigue a cargo de las negociaciones.

Disenso transversal y estrategia de aplazamiento

La senadora Paulina Núñez (RN) confirmó el acuerdo alcanzado entre los comités para no votar esta semana y adelantó parte de lo que se viene. “Seguimos acercando posiciones y todo el tiempo que pueda haber con tal de poder tener una reforma al sistema político, lo vamos a tomar”, comentó.

La senadora Núñez recalcó la importancia de acercar posiciones en pos de tener los votos, no solamente en el Senado, sino también en la Cámara. Por lo tanto, añadió, “estuvimos de acuerdo respecto a que el proyecto del sistema político se vote, no esta semana, sino que la siguiente, para poder tener ese espacio y prosperar en tener una reforma al sistema político y electoral que entendemos perfectamente es urgente”.

En la misma línea, el senador José García Ruminot (RN) explicó que “se juntaron varias situaciones que llevaron a que los comités tomaran la decisión de postergar la votación de ambos proyectos, el de reforma política y el que establece la multa para que el voto sea verdaderamente obligatorio, para la próxima semana”. El legislador expuso que esta semana hay varios de sus pares que están con distintas situaciones en sus respectivas regiones o que también han tenido que asumir una representación en alguna en algún evento internacional.

Según contó García Ruminot, “se consideró mucho más conveniente simplemente postergar la votación para el próximo martes de la primera semana de junio”. Es decir, justo después de la última Cuenta Pública del Presidente Gabriel Boric, donde se especula que podría haber señales de la iniciativa desde el Ejecutivo.

Críticas desde dentro del oficialismo

Desde el oficialismo, las señales han sido dispares. El senador Pedro Araya (PPD), cuyo partido es uno de los impulsores de la reforma, ha expresado reparos sustanciales. “Es un proyecto que termina metiendo la mano en las urnas de los electores y probablemente va a generar muchos más problemas de los que busca resolver”, comentó ayer en Radio Bío Bío.

Por su parte, la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, también manifestó escepticismo sobre la utilidad del proyecto en su forma actual: “Es una reforma bastante estrecha. La sola disminución de partidos no va a solucionar los problemas complejos que tenemos hoy día. Necesitamos que el Gobierno presente su proyecto complementario”.

En contraste, el senador y presidente del PPD, Jaime Quintana, que abordó el tema la semana pasada en el marco del Chile Day que se desarrolló en Nueva York, fue tajante: “Es muy preocupante enfrentar la elección parlamentaria de noviembre con la actual fragmentación”.

El Gobierno, que ha sido criticado por mantenerse al margen de la discusión, por ahora, no ha ingresado aún la prometida iniciativa complementaria. El ministro Álvaro Elizalde, quien cuando era titular de la Segpres comprometió este proyecto desde fines del año pasado, ha reiterado que buscarán mejorar los requisitos para la constitución de partidos políticos, con el objetivo de enfrentar la atomización parlamentaria.

Tal como informó El Mostrador el pasado 15 de mayo, durante la tramitación del proyecto en la Comisión de Constitución del Senado, los parlamentarios fueron críticos por la falta de conducción del Ejecutivo, representado por Elizalde. En dicha instancia fueron rechazadas la mayoría de las indicaciones del Gobierno, incluyendo las llamadas órdenes de partido.

En ese contexto, Elizalde anunció un “proyecto complementario que comprende una modificación de los requisitos para constituir partidos y que elimina lo que consideramos son ciertos incentivos perversos, que es que partidos que se constituyen reciben financiamiento legal sin tener representación parlamentaria”.

Panorama incierto y plazos ajustados a la espera de la Cuenta Pública

El escenario es especialmente complejo por tratarse de un año electoral. La gradualidad de los efectos del proyecto ha sido planteada como una posible fórmula para atraer apoyos, pero el hecho de que los propios partidos deban legislar sobre su autorregulación también genera resistencias.

Además del proyecto de reforma política, también fue postergada la votación de la iniciativa que establece multas para hacer efectivo el voto obligatorio. Este ha sido señalado por sectores del oficialismo como vehículo para incorporar restricciones al voto de extranjeros en elecciones presidenciales, una idea promovida con fuerza por el senador Latorre.

Desde la Cámara de Diputadas y Diputados, el independiente Rubén Oyarzo expresó su molestia por la falta de avance en el Senado y anunció que seguirán impulsando restricciones al voto extranjero: “Necesitamos defender la soberanía de nuestro país. Hoy tenemos una distorsión donde ciudadanos sin mayor arraigo pueden definir elecciones. Es lamentable que el Senado no priorice esta discusión”.

La idea también ha sido abordada por la candidata del PPD, PS y PR, Carolina Tohá. “El tema del voto extranjero para elección nacional no debe abordarse desde el cálculo electoral, sino desde la soberanía”, cuestionó Tohá en su cuenta de X.

Con cerca de una veintena de partidos representados en la Cámara de Diputadas y Diputados, el diagnóstico sobre la necesidad de una reforma es ampliamente compartido. Sin embargo, las diferencias sobre la forma de implementarla y los plazos cada vez más ajustados –en agosto se inscriben las candidaturas parlamentarias–, hacen cada vez menos probable una pronta aprobación.

Todo apunta a que será en la Cuenta Pública del 1 de junio donde el Presidente Gabriel Boric tendrá la oportunidad –quizás la última en este ciclo legislativo– de reimpulsar la agenda de reforma política y comprometer explícitamente la iniciativa gubernamental complementaria. De no hacerlo, el proyecto podría seguir sumido en el estancamiento, víctima de –denuncian legisladores de ambos bloques– cálculos cortoplacistas y la falta de consensos estructurales.

Así, el Senado se prepara para votar la reforma al sistema político que introduciría un umbral electoral del 5% para acceder a la Cámara Baja y también sancionaría a quienes renuncien a su partido, buscando reducir la fragmentación y fortalecer la gobernabilidad. Mientras sectores tradicionales apoyan la iniciativa como necesaria para ordenar el Congreso y evitar la proliferación de partidos, las agrupaciones más pequeñas –como el PSC, el PDG, Demócratas, Amarillos e incluso la DC– advierten que el proyecto excluye nuevas fuerzas políticas y limita la diversidad democrática, acusándolo de favorecer a los partidos tradicionales. El debate promete ser intenso, con posiciones enfrentadas sobre el equilibrio entre estabilidad institucional y renovación política.

El ministro Álvaro Elizalde no estuvo ubicable durante la jornada de ayer y no atendió el llamado de El Mostrador. Sin embargo, fuentes cercanas al oficialismo insistieron en que el titular del Ministerio del Interior está plenamente abocado a las negociaciones para avanzar en un acuerdo que permita destrabar la reforma al sistema político.

Inscríbete en el Newsletter +Política de El Mostrador, súmate a nuestra comunidad para informado/a con noticias precisas, seguimiento detallado de políticas públicas y entrevistas con personajes que influyen.

Publicidad