
Radiografía de un país inquieto: lo que no hablan los candidatos presidenciales
La opinión de los candidatos presidenciales está reducida a dos temas: seguridad y crecimiento. ¿Pero qué piensan de cómo la gente ha ido perdiendo las esperanzas en la democracia? ¿Qué opinan de los servicios y la capacidad de emprender? En Scanner Social salimos a preguntarle a la gente.
La confianza en la democracia, el rumbo económico y la gestión migratoria están en el centro de las inquietudes ciudadanas, según el último Scanner Social, elaborado por Gemines-Fibra Research y El Mostrador. El estudio, aplicado en mayo, muestra un escenario donde persisten altas expectativas, pero también un malestar sostenido con el funcionamiento de la democracia, percepción económica personal y desigualdad territorial. Temas sobre los cuales los candidatos presidenciales no suelen hablar.
Democracia: debilidad funcional
Aunque el 69% de los encuestados afirma que la democracia es la mejor forma de gobierno, esta cifra cayó seis puntos respecto a marzo. La satisfacción con su funcionamiento es aun más baja: solo un 16% dice estar satisfecho, frente a un 55% que se declara insatisfecho, lo que arroja un saldo neto de -39 puntos. Las regiones, los mayores de 60 años y los sectores socioeconómicos altos (ABC1) son los más críticos al respecto.

Además, el 56% considera que el Congreso representa “poco o nada” los intereses de la ciudadanía. Sin embargo, un 82% cree que un Presidente elegido democráticamente debe terminar su mandato, incluso si no se comparte su gestión, y un 79% votaría aunque no fuera obligatorio, lo que revela una valoración resiliente del sistema.
Economía: malestar en conectividad y acceso a Internet
En esta edición, el malestar se refleja en otros aspectos, como la conectividad vial en Chile y el acceso a Internet, las que cambian dependiendo de las regiones. En cuanto a la infraestructura de carreteras y caminos, un 41% de los ciudadanos se declara satisfecho, frente a un 32% que manifiesta insatisfacción, lo que genera una satisfacción neta de +9 puntos. Sin embargo, en regiones se reporta un nivel de insatisfacción mayor que en Santiago, al igual que entre las mujeres, quienes expresan un descontento más alto que los hombres.
Respecto al acceso a Internet en cualquier punto del país, el 39% de los ciudadanos está satisfecho y el 33% insatisfecho, alcanzando una satisfacción neta de +6 puntos. Aquí también destacan las disparidades regionales, siendo los habitantes de regiones menos satisfechos que los de la Región Metropolitana (RM). Además, mujeres y personas entre 30 y 44 años muestran niveles particularmente bajos de satisfacción.
Por otro lado, la capacidad de comunicarse con cualquier punto del país presenta una satisfacción neta de +24 puntos, con un 50% de ciudadanos satisfechos y un 26% insatisfechos. A pesar de este balance positivo, los segmentos más críticos, como mujeres, personas de regiones y el grupo de 30-44 años, siguen siendo los más insatisfechos.
Finalmente, la capacidad para emprender emerge como el aspecto peor evaluado, con solo un 17% de satisfacción frente a un 56% de insatisfacción, lo que genera una alarmante satisfacción neta de -39 puntos. Este descontento abarca a todos los grupos sociodemográficos, destacándose las mujeres y las personas de 30-44 años, segmentos clave para el emprendimiento en el país.
Inmigración: rechazo a la informalidad
Respecto a la inmigración, la ciudadanía distingue entre migración legal y no regularizada. El 74% apoya la idea de regularizar a quienes ya están en Chile, si cumplen condiciones como no tener antecedentes penales, tener contrato laboral y residencia continua. Sin embargo, la presión por controlar la migración irregular es fuerte: el 77% cree que el ingreso por pasos no habilitados es responsabilidad directa del Gobierno y el 67% apoya su expulsión inmediata.
El estudio muestra que la percepción de amenaza se concentra en temas de seguridad y empleo, y no necesariamente en la diversidad cultural. Aun así, existe una apertura general hacia la integración ordenada, con reglas claras.
“Chile vive un momento de desconfianza estructural y uno no ve, más allá de frases para la galería, que los candidatos presidenciales de cualquier color estén leyendo correctamente lo que siente la ciudadanía. En Scanner Social nos percatamos de que aunque la adhesión a la democracia se mantiene, la insatisfacción aumentó seis puntos más que en marzo. Más de la mitad de las personas no se siente representada por el Congreso, que se verá enfrentado a elecciones en unos meses más y los legisladores tendrán que salir a pedir el voto: ¿con qué argumentos lo harán?, ¿con que credibilidad?”, advierte Guido Romo, de Gemines.
Y agrega: “En economía observamos una satisfacción relativa con aspectos claves de infraestructura y la capacidad de emprender, factor clave para el desarrollo, siendo notoria la diferencia entre Santiago y regiones, con una visión más negativa. Y en cuanto a la inmigración irregular, aunque reconocen que hay espacio para una solución regulada, los mensajes que más calan son los que refuerzan la percepción de amenaza en contextos de seguridad y empleo”.
“El mensaje ciudadano es claro: la legitimidad democrática, la estabilidad económica y la cohesión social están en juego”, subraya.