
Ministro de Memoria Democrática de España: “Un error no borra las víctimas de una época tenebrosa”
El ministro Ángel Víctor Torres descarta una prórroga para solicitar la nacionalidad por la Ley de Memoria Democrática. Destaca la colaboración entre ambos países y sentencia que un caso de error de registro de detenidos desaparecidos no minimiza el trabajo de memoria histórica de una época oscura.
En su reciente visita a Chile, el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática de España, Ángel Víctor Torres, abordó con franqueza los alcances, desafíos y urgencias de la Ley de Memoria Democrática, que permite a descendientes de españoles solicitar la nacionalidad hasta el próximo 22 de octubre. En entrevista en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Torres confirma que no habrá extensión del plazo y detalla el avance del proceso en Chile, donde ya se han presentado cerca de 40 mil solicitudes.
El ministro también reconoce los cuellos de botella administrativos, la presión por acelerar los tiempos y el riesgo político de una eventual derogación si cambian las mayorías políticas en su país. Más allá del trámite, Torres defiende con convicción el sentido profundo de la ley: reparar, reconocer y mantener viva la memoria histórica.
Repasa, además, la colaboración forense entre España y Chile, el impulso por crear un Museo de la Memoria en su país y la necesidad de blindar estos procesos de Memoria Democrática ante quienes –dice– aún se resisten a condenar las dictaduras y el totalitarismo. “Si hay democracia, es porque hay libertad. ¿Por qué temerle a la memoria?”, lanza.
-El 22 de octubre termina el plazo de solicitudes para lograr la nacionalidad española a través de la Ley de Memoria Democrática. ¿Qué tan expedito ha sido el proceso en Chile? ¿Se ha pensado en una ampliación de plazo?
-Esa es la base fundamental por la que me he desplazado tanto a Chile como a Argentina, a objeto de ver cómo van los trabajos en los consulados de cada lugar, la recepción de los documentos y despejar dudas a la colectividad. Y despejo una de ellas: no cabe prórroga. En el año 2022 se aprueba la ley de Memoria Democrática. Y en el año 2007 tuvimos la Ley de Memoria Histórica, que lamentablemente gobiernos en España no la desarrollaron, metiéndola simplemente en un cajón. Es verdad que no la derogaron, pero no la implementaron con recursos, con medios, humanos, materiales, económicos y de otra índole.
Y ya luego, con la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno de España se entiende que es necesario actualizar y también volver a regular una ley siendo más ambiciosa, ampliando los plazos y cubriendo cuestiones que no cubría la ley de Memoria Histórica. Y en ese caso se aprueba justamente el que los descendientes hijos, nietos y bisnietos de españoles que se fueron de España por razones políticas, sociales, económicas y de otra índole pudieran adquirir la nacionalidad española. Se establece dos años más, un año de prórroga y esto acaba el 22 de octubre del presente año.
-¿Cuántas solicitudes se han presentado desde Chile?
-En el caso de Chile, al 31 de julio hay cerca de 40 mil personas que tienen esa petición formulada de manera oficial y si bien unas 10 mil son las que han recibido ya notificación y pasaporte, existe un volumen importante que lo tienen consolidado, en el sentido de que tienen derecho a esa nacionalidad. Hemos comprobado, lógicamente, que precisamos recortar los plazos. El proceso acaba el día 22, pero luego hay que dar respuesta a todos los que han pedido cita, recoger la documentación y, junto a otros ministerios, como el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio de Justicia, buscar mecanismos para que, en cuanto esta ley está en vigor, el proceso no demore más de dos o tres años.
-¿Por diferencias políticas esta ley puede ser derogada antes de que termine el proceso?
-Es verdad que la ley no fue unánime y hay un riesgo de que otras formaciones políticas, si gobiernan, la modifiquen o la dejen sin efecto, la deroguen, antes de poder tener culminados los expedientes y los procesos antes de que acabe la presente legislatura que, como sabemos, es en el verano del año 2027. Pero en el Gobierno tenemos la absoluta voluntad de que no sea derogada.
-Se estima que, de llegar a buen término las solicitudes, habrá 1 millón de nuevos españoles…
-Más de 1 millón, no se sabe aún con certeza, porque el 22 de octubre sabremos exactamente cuántos han expresado su voluntad. Hay un porcentaje que decaerá, que no irá a las entrevistas, que no cumplirá con los requisitos, pero podemos estar hablando de bastante más de 1 millón de personas, podemos estar hablando incluso de 2 millones de personas.
-¿Cuáles son los principales desafíos administrativos y diplomáticos para contar, de pronto, con 2 millones de españoles más?
-Indudablemente, hay que reconocer que no es sencillo, pero también eso demuestra lo bueno de la ley. Si ha habido tanta aceptación y tanta petición de obtener la nacionalidad es porque la ley es justa, responde a los descendientes de los exiliados españoles y ahora lo que nos corresponde a nosotros es, desde la administración –y es lo que nos han pedido tanto los embajadores como también los cónsules–, poner los recursos humanos necesarios.
He tenido reuniones con colectividades que han puesto el énfasis en que hay que ser más rápidos. Yo digo que sí, pero también hay que reconocer que esta ley es muy buena, que ha tenido una gran recepción, que hay que defenderla de que hay quienes están en contra de ella, quienes han ido al Tribunal Constitucional para eliminar este precepto.

-El año pasado, entre el Gobierno español y el Gobierno chileno se firmó un Memorándum de Entendimiento para una cooperación forense, dado que aquí en Chile el Presidente Gabriel Boric impulsó el Plan Nacional de Búsqueda para encontrar detenidos desaparecidos. ¿Cómo ha ido esta colaboración científica entre ambos países?
-Bueno, la relación es muy estrecha. Aquí se conoce bien el trabajo de Paco Echeverría, fundamental como forense en estos momentos, en el trabajo que coordina en el Valle de Cuelgamuros, pero también es autor de trabajos forenses que son absolutamente icónicos, como el de Víctor Jara o Salvador Allende. Y, por tanto, la relación, como digo, es estrecha y continua, y en estos momentos se trabaja en una actualización del protocolo para dar respuesta al paso del tiempo, pues hay que recordar que han pasado 90 años de las desapariciones de muchas personas en España.
Cada vez cuesta más conseguir descendientes. Muchas de estas personas han fallecido, los hijos, y ahora lógicamente tenemos que ir por los nietos, con lo cual la posibilidad de reconocimiento es más débil. Y, por tanto, vamos a hacer un protocolo para que ningún trabajo que se haga para recuperar restos en ningún sitio, ya sea pozo, fosa, cuneta, volcán, quede sin que el esfuerzo haya merecido la pena, aunque no se terminen encontrando los restos.
-Hay restos que definitivamente no se van a encontrar…
Así es. Pongo un ejemplo de mi tierra. En la isla de Fuencaliente, en Canarias, no hubo batalla, pero hubo mucha represión. La isla de La Palma fue una de las islas con una mayor represión. Hemos hecho trabajos junto al Gobierno de Canarias, el Cabildo y el Ayuntamiento durante varias ocasiones sin poder recuperar restos. Acabamos de implementar y aprobar una nueva subvención y en cualquier caso ahí quedará un lugar de memoria y esperemos que en esta ocasión sí podamos encontrar, porque sabemos que ahí están, pero ha cambiado la fisonomía del lugar, han cambiado también después de 90 años las circunstancias y puede ser que no ocurra que esos restos se puedan recuperar. Pero eso no es un fracaso, es un trabajo obligado para intentar conseguirlo.
-Hace un momento mencionó que la oposición está en contra de estas iniciativas, ¿cómo piensan que pueden garantizar la continuidad del proceso de memoria?
-Indudablemente con un Gobierno que crea en ello. Mi intención es que esto quede al margen de las cuestiones partidarias. Vuelvo a poner el ejemplo de mi tierra. Nosotros pudimos abrir un primer pozo del olvido, donde había 24 personas en fosas, en Canarias, y esto se logró hacer pese a que uno de los partidos, en este caso el Partido Popular, se opuso tajantemente en su momento. En el segundo de los pozos se recuperaron 14 personas y fue en una administración que estaba presidida por el Partido Popular. Yo creo que se aprendió de un error y se corrigió algo que iba en el sentido incorrecto.
-¿Y esto es aplicable hoy?
-Por eso yo le traslado esta responsabilidad al Partido Popular, incluso a Vox, que son formaciones políticas que existen porque la gente les vota. Y si la gente les vota es porque hay democracia. Y si hay democracia es porque hay libertad, la libertad de votar incluso a quienes están en las antípodas de lo que yo pueda pensar o lo que yo pueda creer, porque en el fondo los que estamos en una formación política no hacemos más que defender nuestra manera de vivir.
¿Qué razones hay para que partidos democráticos, que consiguen el voto de gente a través de sufragio universal, no condenen la dictadura? ¿Qué razones hay para que no condenen el totalitarismo, que es el antónimo de la democracia? ¿Qué razones hay para no responder a la dignidad de quienes perdieron la vida por defender la democracia? ¿Por qué se resisten a que haya lugares de memoria? Porque justamente en esos espacios fue donde se torturó a gente que defendía la libertad de la que hoy disfrutamos. Yo no lo entiendo, ni lo comparto y, por tanto, lo combato.
-En España se han recuperado cerca de 9 mil cuerpos y se especula que quedan 11 mil víctimas más por encontrar, ¿cómo se trabaja en un proceso de identificación de estas magnitudes?
-Contando con magníficos profesionales, las universidades implicadas hacen un trabajo tremendamente loable y también tenemos personas que dan lo mejor de sus conocimientos, incluso de manera altruista para este fin tan humanitario como es devolver a las familias los restos de un ser querido. En estos últimos cinco años hemos podido hacer exhumaciones y lo hacemos en colaboración con las comunidades autónomas, con la Federación Española de Municipios y Provincias, con distintos colores políticos.
Hemos podido recuperar, efectivamente, cerca de 9 mil personas. Muchas otras personas fueron lanzadas al mar y es prácticamente imposible su recuperación. De estas hemos podido entregar 70 personas a sus familiares. Puede ser que alguien diga que es una cantidad exigua. Yo pienso que basta solo una persona que pueda ser entregada a sus familias para que el trabajo merezca la pena.
-Recientemente en Chile se reveló que hubo un error de registro con una persona que figuraba como detenida desaparecida, pero resultó estar viva. De acuerdo a la experiencia española, ¿cuál es la probabilidad de que se cometan errores como este al tratar de reconstruir una historia que se intentó ocultar, tapar bajo toneladas de tierra, como fue en su caso?
-Indudablemente mucha. En múltiples casos llegamos a la información a través de la transmisión oral. Como ya he dicho, han pasado décadas. Hay quienes ha tenido voluntad de no trasparentar la verdad, al contrario, de ocultarla por razones diversas que deben ser lógicamente analizadas. Pero dentro de una tremenda casuística, puede haber, lógicamente, algún error.
Pero esto no puede borrar ni minimizar que lo importante es que estas personas que están aquí, en este Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, son víctimas de una época tenebrosa, donde la Junta Militar y un golpe de Estado sangriento quebraron la democracia de Chile.

-¿La visita a este Museo de la Memoria y los Derechos Humanos afianza, imagino, el proceso que ya iniciaron para contar con un espacio propio de reflexión en España?
-Hemos estado también en Buenos Aires, donde visitamos el ESMA. Nosotros queremos tener también nuestro Museo de la Memoria y que también refleje lo que ocurrió en España, donde el orden internacional hizo que el fascismo sobreviviera 40 años como en ninguno otro país de Europa. Estamos aprendiendo cómo poder trasladar la experiencia de este espacio, ahora que estamos celebrando los 50 años de libertad en España. Culminaremos con actos diversos y también con sitios de memoria.
Uno de estos es la resignificación del Valle de Cuelgamuros. Ha salido a concurso público, ya se han presentado múltiples propuestas, diez han sido seleccionadas a nivel internacional y mundial. Antes de que acabe el año tendremos las maquetas, habrá un ganador y comenzarán las obras para que allí tengamos un gran lugar de museo y un espacio que haga que la gente sepa lo que allí ocurrió, para que no se vuelva a repetir y para que sepa defender la democracia ante el totalitarismo y la ofensiva contra la libertad.