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El voto útil se instala: 18% de votantes cambiaría su preferencia para evitar un resultado indeseado PAÍS Archivo

El voto útil se instala: 18% de votantes cambiaría su preferencia para evitar un resultado indeseado

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“El voto útil no es oportunismo. Es una forma de racionalidad adaptativa frente a la incertidumbre electoral”, señala Jorge Fábrega, director de Tendencias Sociales en Datavoz. “Las personas evalúan escenarios y deciden en función de quién tiene posibilidades reales”, señala el especialista.


En las semanas previas a la elección presidencial, un fenómeno comienza a perfilarse con fuerza: el voto útil. Según el último estudio de Datavoz, un 18,2% del electorado estaría dispuesto a cambiar su preferencia presidencial si percibe que su opción no tiene chances de llegar a segunda vuelta. En total, cerca de uno de cada cinco votantes actúa estratégicamente, ajustando su decisión en función de la competencia.

“El voto útil no es oportunismo. Es una forma de racionalidad adaptativa frente a la incertidumbre electoral”, señala Jorge Fábrega, director de Tendencias Sociales en Datavoz. “Las personas evalúan escenarios y deciden en función de quién tiene posibilidades reales”

Kast y Jara: la dupla más mencionada como posible segunda vuelta

El estudio, basado en 2.243 encuestas realizadas entre el 18 y 20 de octubre, preguntó a los votantes cuáles eran las dos candidaturas con más posibilidades de pasar a segunda vuelta. Con esos datos se construyó un grafo de co-ocurrencias que revela las combinaciones más frecuentes.

La dupla más mencionada fue José Antonio Kast y Jeannette Jara, consolidándose como los polos percibidos de la competencia. En torno a ellos, emergen otras figuras como Evelyn Matthei, Johannes Kaiser y Franco Parisi, aunque con una probabilidad significativamente menor en la percepción ciudadana.

“El grafo muestra un escenario polarizado. La ciudadanía visualiza una competencia con ejes ideológicos claros, y eso incentiva el voto estratégico”, explica Fábrega.

Perfiles del votante según disposición al voto útil

El informe divide a los electores en cuatro tipos, según su relación entre preferencia y percepción de viabilidad:

  • Voto duro y viable (20,7%): quienes respaldan a un candidato competitivo y no cambiarán su voto.
  • Voto duro y no viable (12,2%): quienes votan por una opción sin chances, pero lo hacen por convicción.
  • Voto blando y viable (48,9%): creen que su candidato es competitivo, pero cambiarían si eso cambia.
  • Voto potencialmente útil (18,2%): apoyan a un candidato que creen no pasará a segunda vuelta, pero estarían dispuestos a cambiar de opción.

El rechazo moviliza más que la adhesión

Uno de los datos más llamativos es que el 11,9% de los votantes afirma que su decisión de voto está motivada por evitar que gane la candidatura que más rechazan. Este grupo representa el 65,3% del segmento de voto útil, lo que indica que el rechazo es una fuerza movilizadora más poderosa que la afinidad ideológica.

“Más que una adhesión programática, el voto útil busca contener riesgos. Es un voto de contención, no de promoción”, afirma Fábrega.

¿Puede el voto útil definir la elección?

Aunque el voto estratégico se distribuye entre todas las candidaturas, su impacto real solo se activa en contextos de alta competitividad, cuando dos o más opciones están en empate técnico.

“El voto útil puede ser decisivo solo si hay escenarios apretados. Si todos creen que las candidaturas viables ya están definidas, el incentivo desaparece”, dice Fábrega.

Aun así, en un escenario volátil, donde las percepciones cambian semana a semana, el voto útil puede actuar como un estabilizador del sistema político. “No elimina la incertidumbre, pero orienta las decisiones hacia equilibrios más previsibles”, concluye Fábrega.

Revisa el estudio de Datavoz

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