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A Peña se le mueve el frente interno en la UDP

A Peña se le mueve el frente interno en la UDP

Las palabras del rector de la UDP no resultaron indiferentes a la comunidad de profesores y de estudiantes cuando el columnista sostuvo que debido a la carencia de formación ideológica los jóvenes «quedan presas de sus pulsiones». Debido a ello sacaron una carta en que lamentaron las palabras del rector, en el sentido de que expresa «la devaluación de los jóvenes como agentes políticos racionales». Fiel a su estilo, Peña reaccionó de inmediato con otra misiva, en la que sostuvo que “lo que no puede ocurrir al interior de una universidad es que se elaboren criterios -como el malestar de sus miembros, la opinión de la mayoría o cualquier otro disfrazado de prudencia- para controlar el discurso de ningún miembro de la universidad”.


Al rector y columnista Carlos Peña se le movió el frente interno en la Universidad Diego Portales.

Más de 200 profesores firmaron una carta el pasado martes para hacer ver su molestia frente a los dichos de Peña, quien se refirió en duros términos al rol de los jóvenes durante las protestas en Santiago y regiones.

“Las nuevas generaciones están huérfanas de orientación (aunque no de aplausos de algunos viejos que compensan así la deuda de su propio pasado). Y así carentes de orientación ideológica, quedan presas de sus pulsiones”, escribió Peña en una columna publicada en El Mercurio el pasado 20 de octubre.

“En vez de contar con una orientación ideológica, las nuevas generaciones están convencidas de que su subjetividad, el fervor con que abrazan una causa, la intensidad de sus creencias acerca de la injusticia del mundo, valida cualquier conducta”, mirada que “es siempre la fuente de los peores excesos”, agregó.

Fue este punto en específico el que detonó la respuesta de los profesores de la UDP, quienes lamentaron -a través de un escrito que circuló vía mail- y no compartieron en lo absoluto «la devaluación de los jóvenes como agentes políticos racionales, que se desliza de los dichos del rector. En la misma perspectiva, expresamos nuestra preocupación por las consecuencias negativas que estas declaraciones podrían tener en la convivencia universitaria”.

“Más que referirnos al contenido de sus dichos -todos los ciudadanos tienen derecho a emitir sus opiniones libremente-, lo que nos preocupa son los efectos institucionales. El malestar tiene que ver con la falta de prudencia del rector a la hora de aparecer en la esfera pública. El no mide las consecuencias que sus dichos pueden provocar. El cargo de rector impone una prudencia a la hora de aparecer en la esfera pública, y lo que dijo le echó leña al fuego. Echamos de menos que en sus apariciones públicas, dado su cargo, hubiera incorporado eventuales efectos al interior de la UDP, con los cuales los profesores tenemos que lidiar”, afirmó Rodrigo de la Fabián, académico de la facultad de Psicología.

“Echó leña al fuego entre los estudiantes que ya están convulsionados, y hace más difícil el gobierno (de la UDP). Caemos en una paulatina deslegitimación de nuestras autoridades”, añadió el profesor, al tiempo que señaló que Peña «fue un actor político en esta pasada y no reflexionó desde cierta distancia”.

La respuesta de Peña

Fiel a su estilo, Carlos Peña no tardó en responder de vuelta a los académicos y sostuvo que “lo que no puede ocurrir al interior de una universidad es que se elaboren criterios -como el malestar de sus miembros, la opinión de la mayoría o cualquier otro disfrazado de prudencia- para controlar el discurso de ningún miembro de la universidad”.

El rector agregó que «la UDP es una institución no confesional, lo que quiere decir que no adscribe a ningún punto de vista político, religioso o ideológico. La universidad acoge todos los puntos de vista sometiendo su contenido al debate y al escrutinio nacional».

«El principio que guía el quehacer intelectual de la universidad consiste en garantizar la independencia crítica a todos sus miembros sin que los puntos de vista que defiendan puedan ser motivo de coacción o amenaza», añadió el columnista de El Mercurio.

Finalmente, Peña aseveró que «el cargo de rector no es motivo para inhibirse de razonar o emitir opiniones en asuntos de interés público», por lo que «en lo que a mí respecta continuaré ejercitándola», sentenció.

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