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Cócteles con esencia: celebrando 10 años con Estación Encantada, una nueva carta de coctelería Coctelería

Cócteles con esencia: celebrando 10 años con Estación Encantada, una nueva carta de coctelería

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Constanza Larrondo
Por : Constanza Larrondo Fotografia y gastronomía. 800.cl
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El Courtyard Santiago celebra una década en Chile con Estación Encantada, una nueva carta de cócteles de autor que combina huerto orgánico en altura, hierbas frescas y una propuesta gastronómica que eleva la experiencia de bar de hotel en Las Condes.


El Hotel Courtyard Santiago, ubicado en Las Condes, acaba de presentar Estación Encantada, la segunda etapa de su proyecto Jardín Botánico, una iniciativa que ha redefinido el concepto de bar de hotel.

No se trata de un simple lanzamiento, sino de la consolidación de una visión que floreció en 2023: unir coctelería de autor, un huerto orgánico en altura y una estación de hierbas naturales en una misma experiencia. El resultado se cultiva día a día en el séptimo piso del hotel, donde más de 30 variedades de hierbas y vegetales son cosechadas para dar vida a tragos con un sello propio. Con Estación Encantada, el hotel celebra además sus 10 años en Chile y apuesta por una coctelería más sustentable e innovadora, conectada con lo natural y lo hecho en casa.

Dentro de las novedades, uno de los cócteles más frescos es Clorofila, preparado con gin macerado en piña, té verde con cedrón, espuma de crema de coco al sifón, menta y albahaca. Suave y frutal, recuerda a una piña colada pero con un giro más gastronómico.

También está Zeste, una reversión de la clásica Paloma, que combina tequila, jugo de pomelo y limón con un syrup cítrico y un delicado enllantado de sal de pomelo. Es un trago seco, fresco y sedoso, con el punto justo de dulzor.

Rocío, en tanto, se elabora con limoncello casero infusionado con especias como anís y clavo de olor, flor de sauco, syrup de manzanilla, jugo de limón y espumante, al que se suman esferificaciones de mango, maracuyá, jengibre y limón que aportan equilibrio y frescor. Elegante y cálido a la vez, se transforma si se prueba con o sin el falso caviar que lo acompaña.

Prisma es quizás el más llamativo a la vista, gracias a su degradado celeste y lila que invita a mezclarse antes de beber. Contiene blue curaçao, licor Litmus, Carpintero Rosso, syrup simple y limón, logrando un perfil cítrico y refrescante que evoca a una limonada con alcohol.

Finalmente, Aura aparece como el bajativo ideal, con una mezcla de bourbon, licor de banana y licor de anís que resulta suave y ligero, aunque engañosamente potente.

La experiencia no estaría completa sin la cocina que acompaña la barra. En esta ocasión, la propuesta gastronómica ofrece platos que van desde clásicos renovados, como un tiradito de atún fresco o un impecable steak tartar, hasta combinaciones inesperadas, como la pizza de mechada con queso azul. Para el final, el postre “Huevo Alegre”, un mousse de chirimoya con gel de naranja, sorprende con frescura y originalidad.

Hay que decir que la coctelería del Courtyard siempre ha sido un punto fuerte, con una propuesta sólida tanto en tragos con alcohol como en mocktails. Tal vez los precios no sean los más accesibles, pero resultan coherentes con el entorno en el que se encuentra: un hotel de categoría, rodeado de otros de lujo en plena Avenida Kennedy, donde la experiencia busca estar a la altura de lo que se espera de un bar de autor en Santiago.

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