Gastronomía
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Viña chilena es elegida la mejor del mundo en The World’s 50 Best Vineyards 2025
La viña ubicada en Millahue obtuvo el primer lugar en The World’s 50 Best Vineyards 2025, un reconocimiento que destaca su integración de ciencia, arte, diseño y sostenibilidad, y que posiciona a Chile como líder mundial en turismo enológico.
Viña VIK fue elegida como la mejor viña del mundo en The World’s 50 Best Vineyards 2025, un reconocimiento que consolida a Chile en la élite del turismo enológico y pone en relieve el proyecto desarrollado en Millahue. Allí, VIK ha combinado investigación enológica, arquitectura contemporánea, arte, diseño y sostenibilidad para dar forma a una de las experiencias más influyentes de la última década.
El listado, anunciado el 19 de noviembre en Margaret River, Australia, confirmó un año particularmente brillante para Chile, que no solo alcanzó el primer lugar con Vik, sino que también sumó otras viñas destacadas como Montes, Almaviva, Viu Manent, Viña Santa Rita y Casas del Bosque dentro del top 50. Un desempeño que consolida al país como una potencia en enoturismo de clase mundial.
El galardón no solo celebra el posicionamiento de VIK, sino que también refuerza el liderazgo de Chile en el turismo vitivinícola, destacando una propuesta que integra de manera coherente ciencia, diseño, arte y compromiso ambiental desde el corazón del Valle de Millahue.
“Este reconocimiento es un orgullo inmenso para Chile y un hito para nuestra viña. VIK nació como un proyecto joven y disruptivo, con la convicción de que la ciencia, la creatividad y el respeto por el entorno podían elevar el estándar del vino chileno en el mundo. Ser la primera viña chilena en alcanzar el primer lugar en The World’s 50 Best Vineyards confirma que esa visión era posible. Es un logro construido por un equipo excepcional y una invitación a seguir innovando desde Chile para el mundo”, destacó Gastón Williams, CEO de VIK.
Un proyecto construido desde la investigación y la creatividad
La elección de Vik como N°1 del mundo responde a una combinación excepcional: vinos de altísima calidad, un paisaje único y una propuesta enoturística que trasciende las fronteras tradicionales. Ubicada en el valle de Millahue, en la región de Cachapoal —territorio que los mapuche denominaban “Lugar de Oro”—, Vik se extiende sobre un terreno de 4.450 hectáreas divididas en 12 sub-valles con microclimas distintos. Esta diversidad es clave para la identidad de sus vinos, frescos, estructurados y profundamente ligados a su terroir.
Fundada en 2004 por el matrimonio noruego por Alexander y Carrie Vik, la idea era debutar con un vino ícono, construido a partir de análisis territoriales, estudios climáticos y trabajo enológico de precisión. Sus vinos (VIK, Milla Cala, La Piu Belle, Stonevik y la línea “A”, entre otros) han sido reconocidos internacionalmente por su consistencia y expresión del terroir, llegando a obtener el puntaje máximo en James Suckling (el ranking más valorado del mundo) de 100 puntos con el vino ícono VIK .
La bodega diseñada por Smiljan Radic, finalista Pritzker, ha sido destacada por su arquitectura contemporánea y su cuidadosa integración al paisaje.
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Una parte significativa del predio se mantiene como área natural protegida, una decisión que fortalece la biodiversidad del valle y resguarda la flora y fauna nativa. A ello se suma una gestión del agua orientada a la eficiencia, el uso responsable de la energía y una producción enológica de baja intervención, pilares que sostienen el enfoque ambiental de la viña.
Entre sus innovaciones más distintivas destaca Barroir, un sistema que utiliza madera nativa del propio entorno para fabricar barricas. Esta técnica no solo aporta un sello único a la crianza, sino que permite que los vinos reflejen, además del suelo y el clima, la identidad forestal del territorio.
Chile destaca con su calidad enoturística
La coronación de Vik como la mejor del mundo no solo eleva el prestigio de la bodega, sino que también proyecta una señal poderosa para la industria vitivinícola chilena. Refuerza la percepción internacional de que Chile no solo produce vinos de excelencia, sino que ofrece experiencias completas, donde la naturaleza, el diseño, la hospitalidad y la innovación convergen.
El excelente desempeño chileno en el ranking refleja un fenómeno más amplio: la consolidación de Chile como uno de los destinos más atractivos del mundo para los amantes del vino. Desde Colchagua hasta Maipo, pasando por Cachapoal y Maule, el país ha potenciado experiencias que mezclan gastronomía, arquitectura, paisaje, sostenibilidad e innovación.
Además del histórico primer lugar de Vik, Chile destacó con una presencia robusta y variada en el ranking. Montes(N°10) volvió a liderar entre los chilenos por su consistencia enoturística y su impacto en Colchagua. Más abajo, Almaviva (N°34) hizo un ingreso notable como new entry, posicionándose como uno de los proyectos más prestigiosos del Valle del Maipo. En el N°40, Viu Manent reafirmó su tradición y hospitalidad en Colchagua, mientras que Viña Santa Rita (N°41) regresó al listado con la solidez de su patrimonio histórico y su museo a los pies de los Andes. Finalmente, Casas del Bosque (N°42), desde el Valle de Casablanca, consolidó su reconocimiento gracias a su propuesta gastronómica y sus vinos costeros de alta calidad. En conjunto, este grupo exhibe la amplitud y diversidad del enoturismo chileno en los valles más emblemáticos del país.
The World’s 50 Best Vineyards awards (anteriormente conocida como World’s Best Vineyards) es organizado por William Reed Business Media, la misma entidad responsable de The World’s 50 Best Restaurants, The World’s 50 Best Bars y The World’s 50 Best Hotels. Desde 2025, el certamen vuelve con un nuevo nombre tras integrarse formalmente al portafolio global de 50 Best, reconocido por más de dos décadas de liderazgo en evaluaciones gastronómicas, hoteleras y de experiencias.
La lista se construye a partir de los votos de The World’s 50 Best Vineyards Academy, un panel integrado por más de 700 expertos internacionales en vino, viajes y hospitalidad. Cada miembro elige sus mejores experiencias en viñedos durante el periodo de evaluación; no existe postulación ni criterios predeterminados, lo que asegura independencia, amplitud y diversidad de miradas.
En la edición 2025, el jurado puso el foco en la combinación de excelencia enológica, arquitectura, paisaje e innovación, junto con una propuesta de hospitalidad donde arte, diseño y territorio se articulan en una experiencia coherente y unificada.