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Sake japonés: tradición milenaria que gana espacio en Chile y conquista la escena gastronómica local Coctelería Créditos: Cedida.

Sake japonés: tradición milenaria que gana espacio en Chile y conquista la escena gastronómica local

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El sake japonés, bebida milenaria de arroz fermentado, gana presencia en Chile. Su consumo sigue siendo modesto frente a vinos y piscos, pero crece en restaurantes, bares y eventos gastronómicos, impulsado por variedades premium, maridajes y su valor cultural internacional.


La cultura y gastronomía asiática cada vez gana más adherentes en nuestro país. Desde el ramen, baos, gyozas hasta el sake son algunas de las comidas y tragos que conquistan el paladar de cientos de personas día a día.

Pero, sin duda alguna algo que está llamando la atención de los bebedores es el sake japonés. Esta tradicional bebida alcohólica que es elaborada a base de arroz fermentado, agua y koji (hongo que convierte el almidonadme en azúcares fermentables). Su producción se remonta a más de 500 años y forma parte de la cultura del país nipón.

Tanto así, que en 2024 la elaboración tradicional del sake fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, subrayando su importancia histórica y cultural. Aunque el sake sigue siendo una bebida emblemática de Japón, su consumo interno ha disminuido en las últimas décadas, influido por cambios generacionales y la creciente preferencia por otras bebidas como la cerveza o el shochu.

Tradición milenaria que conquista lentamente la escena gastronómica chilena

En Chile, el sake continúa siendo una bebida poco consumida en comparación con licores tradicionales como el vino o el pisco, pero su presencia en el mercado está en crecimiento. Expertos coinciden en que este aumento se debe a la mayor disponibilidad en restaurantes japoneses, eventos gastronómicos, tiendas especializadas y ferias de bebidas importadas, que han contribuido a acercar el producto a un público más amplio y diverso.

De manera gradual, el sake se ha ido incorporando a las cartas de bares y restaurantes, con propuestas de maridaje, degustaciones y cócteles innovadores que permiten a los consumidores descubrir la riqueza de sus sabores y estilos, desde los más tradicionales hasta variedades premium y espumosas. La llegada de productos de alta calidad y de ediciones especiales ha incentivado que más personas se aventuren a probarlo fuera del contexto de la cocina japonesa tradicional, generando una cultura de consumo más amplia y educativa.

A pesar de este avance, el consumo de sake en Chile sigue siendo modesto en comparación con otros países de América Latina, donde mercados como Brasil y México concentran la mayor parte de la demanda regional. Sin embargo, su crecimiento sostenido refleja un interés creciente por experiencias gastronómicas internacionales y por la exploración de bebidas de alto valor cultural, posicionando al sake como un producto con potencial de consolidarse en la escena de licores premium del país.

Un símbolo cultural que gana terreno

El sake japonés es mucho más que una simple bebida alcohólica: Representa un auténtico símbolo cultural de Japón, reconocido y valorado en todo el mundo por su tradición milenaria y su proceso de elaboración artesanal. A pesar de que su consumo interno en Japón ha ido disminuyendo en las últimas décadas, debido a cambios generacionales y a la preferencia de las nuevas generaciones por otras bebidas como la cerveza o el shochu, su popularidad internacional sigue en crecimiento.

Mercados como Estados Unidos, Europa y diversas regiones de Asia se han convertido en grandes consumidores de sake, absorbiendo una parte significativa de las exportaciones japonesas y contribuyendo a su posicionamiento como producto de prestigio y de alto valor cultural.

En Chile, el sake todavía se encuentra en una fase incipiente, pero su presencia en la escena gastronómica va en aumento. Cada vez más restaurantes, bares y eventos especializados incluyen esta bebida en sus cartas, ofreciendo experiencias de maridaje y degustación que permiten a los consumidores descubrir la diversidad de sabores y estilos que existen.

Además, la llegada de productos de alta calidad y variantes innovadoras ha logrado atraer la atención de quienes buscan experiencias fuera del contexto de la comida japonesa tradicional. Aunque su consumo sigue siendo modesto en comparación con licores más arraigados, como el vino o el pisco, el interés por el sake en Chile evidencia un crecimiento sostenido y apunta a consolidarse como una opción apreciada dentro de la cultura gastronómica local.

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