
Magallanes impulsa el turismo náutico: naturaleza, ciencia y aventura
Cada vez más visitantes eligen explorar los canales australes, fiordos y parques marinos de la Patagonia a bordo. El turismo náutico no solo dinamiza la economía local, también promueve la conservación ambiental y amplía la oferta turística de Magallanes.
Explorar glaciares, avistar ballenas, navegar entre pingüinos y recorrer las aguas del fin del mundo. Todo eso es parte de la experiencia del turismo náutico, una modalidad de viaje que ha cobrado fuerza en los últimos años y que hoy vive un auge en la región de Magallanes.
Este tipo de turismo comprende todas aquellas actividades recreativas que se desarrollan en el mar, ríos, lagos o canales navegables y que ofrecen a los visitantes una forma de conectarse con la naturaleza, la biodiversidad y las comunidades costeras. En el caso del extremo sur de Chile, se ha consolidado como una alternativa sostenible que combina aventura, educación y desarrollo económico.
Un destino clave para el turismo náutico
Durante la temporada 2024-2025, el turismo náutico en Magallanes ha mostrado un crecimiento sostenido, atrayendo tanto a viajeros nacionales como internacionales.
Daniela Rodríguez, gerente de Austro Chile, explica que “este tipo de turismo permite diversificar la oferta de la región en sus cuatro provincias. Actualmente, existe una alta demanda concentrada en el Parque Nacional Torres del Paine, por lo que al abrir nuevas opciones, descentraliza el turismo, promoviendo otros destinos como el sur de la provincia de Magallanes, Puerto Williams, el Canal Beagle y el sur de Tierra del Fuego”.
Pero el impacto va más allá del turista. El turismo náutico genera empleos directos e indirectos, impulsa la infraestructura portuaria y promueve la conservación de ecosistemas marinos, a través de la educación ambiental y el contacto responsable con la biodiversidad local.

Crédito: El Mostrador
Experiencias inclusivas y tarifas diferenciadas
Uno de los grandes avances del sector ha sido ofrecer experiencias más inclusivas. Según Juan Pablo Solo de Zaldívar, gerente de operaciones de Solo Expediciones, “en Solo Expediciones buscamos que el turismo náutico sea una experiencia inclusiva y accesible. Para ello, implementamos una política de tarifas diferenciadas, que permite a turistas regionales, nacionales y extranjeros, acceder a nuestras experiencias a precios justos y proporcionales. Además, al operar excursiones grupales en embarcaciones de gran capacidad, logramos optimizar los costos y reducir el valor por pasajero”. Esta estrategia ha permitido ampliar el acceso a excursiones que antes se percibían como exclusivas o inalcanzables.
Además, al operar excursiones grupales en embarcaciones de gran capacidad, como catamaranes, se optimizan los costos y se reduce el valor por pasajero, abriendo la experiencia a un público más diverso.
Entre los destinos más solicitados destacan:
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Parque Marino Francisco Coloane: avistamiento de ballenas y glaciares.
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Islas Magdalena y Marta: colonias de pingüinos magallánicos.
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Puerto Williams y Canal Beagle: navegación por el fin del mundo.
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Seno de Agostini y Seno Almirantazgo: paisajes imponentes y fauna subantártica.
Inversión para el futuro
La infraestructura también se prepara para este auge. Solo Expediciones anunció una importante inversión con la construcción del nuevo catamarán “Isla Santa Inés”, diseñado especialmente para las rutas del sur chileno.
Actualmente en construcción en China, esta embarcación de 22 metros de eslora tendrá capacidad para 80 pasajeros, motores de alta potencia y estándares de seguridad y eficiencia energética adaptados a las exigencias del clima magallánico. Su entrega está programada para noviembre de 2025.
“El catamarán operará en tres rutas principales: Islas Magdalena y Marta, Parque Marino Francisco Coloane y Seno Helado, y Seno de Agostini”, detalla Solo de Zaldívar.
Además de mejorar la oferta y la logística, los operadores apuntan a una visión más integral del turismo. Se proyecta explorar nuevas rutas en el Fiordo Parry y la Cordillera Darwin, implementar tecnologías para reducir la huella ambiental de las embarcaciones, y fortalecer alianzas con comunidades y científicos.
Este modelo busca no solo atraer visitantes, sino también regenerar el entorno y aportar al conocimiento de los ecosistemas australes. La región más austral de Chile no solo deslumbra por sus paisajes, sino también por su capacidad de reinventarse y liderar nuevas formas de viajar.